Primer día de trabajo

Kat y Sophia ingresaron a las 3:10 al trabajo, por suerte Henry estaba acostumbrado a que llegarán varios de sus trabajadores en ese horario, ya que era normal que le diera trabajo a alumnos que estaban a punto de graduarse, de esa manera los ayudaba con los gastos que muchos de ellos tenían.

Bien yo estaré en la cocina, tu uniforme está en el sector de los casilleros, de seguro, Henry ya puso tu nombre en alguno para que puedas dejar tus pertenencias- le dijo Kat mientras le enseñaba donde debía cambiarse.

Sophia encontró rápidamente el locker que le correspondía, metió dentro la mochila y se colocó el delantal, Henry le entregó la libreta donde anotaría los pedidos y dos lapiceras, le pidió que se recogiera el cabello y le dijo que mesas debían ser atendidas por ella.

Así que tú eres la nueva- un chico bastante alto y de cabello negro se acercó a saludarla -mi nombre es Tommy, soy el que prepara los cafés a la tarde así que seremos compañeros- tenía una sonrisa contagiosa, pero de lejos se le notaba que era el típico mujeriego.

Hola mi nombre es Sophia- le contesto también sonriendo, de pronto el aire se volvió frío y ella sintió una mirada penetrante en el medio de la espalda.

Volteó mirando para todos lados a ver de donde venía esa sensación y fue ahí cuando noto que los gemelos y varias personas más estaban sentadas en una de las mesas del fondo, ellos la miraban de manera fría y hasta enojados, pero al no entender que era lo que les pasaba, solamente siguió en su mundo laboral.

A ella no le correspondía ese sector, así que se calmó y empezó a tomar los pedidos de las mesas que si eran de su territorio, para su suerte ella conocía perfectamente como desempeñarse como mesera, ya que el kiosco donde había trabajado antes también tenía dos o tres mesitas donde algunos se quedaban con sus computadoras trabajando y ella eventualmente las atendía.

Hola muy buenas tardes, mi nombre es Sophia y seré su mesera ¿qué les gustaría ordenar?- le dijo a una pareja de ancianos que se habían sentado cerca de la ventana.

Hola pequeña, eres muy hermosa, a mí podrías traerme un tostado de jamón y queso y una gaseosa y mi marido quiere un café con dos medialunas- le dijo cortésmente la señora.

Enseguida se los traigo- dijo regresando a la barra para dejar el papel con el pedido.

Disculpa ¿tú eres Sophia?- le dijo una mesera de mala gana.

Si soy yo- le contesto ella.

Pues bien atiende la mesa de allí- le dijo señalando donde varios de sus compañeros estaban.

Esa mesa no le corresponde a ella- dijo Henry mientras preparaba los cafés qué tenía pedidos.

Ya les expliqué, pero la quieren a ella- le dijo mirando de arriba a abajo despectivamente a Sophia.

está bien, yo iré- dijo agachando los hombros. Este día no podía ponerse peor para ella.

Buenas tardes, mi nombre es Sophia y seré su mesera- les dijo en cuanto llego a la mesa, las risas de las 3 mujeres se apagó de repente y cuando levantó la mirada todos la estaban viendo, algunos con odio, otros con curiosidad y los gemelos como burlándose de ella.

Hola gatita, te queda lindo el uniforme- le dijo Dante sonriendo.

Trae gaseosas para todos rarita- le dijo Kity y tanto ella como las otras dos mujeres comenzaron a reírse.

Ya vengo con su orden- les dijo y dio media vuelta para alejarse lo más rápido de allí.

Una vez que el pedido del matrimonio mayor estuvo listo se apresuró a llevárselo.

Espero que disfruten su comida- les dijo sonriendo.

Eres muy amable preciosa, espero que tu estadía en este pueblo sea placentera- le dijo la señora.

Espero que así sea, muchas gracias- le contesto y fue por las bebidas de sus compañeros.

Justo cuando estaba por apoyar la bandeja en la mesa de los chicos, una de las chicas que estaba más cerca de ella le dio un pisotón haciendo que ella trastabille con la bandeja y caiga al piso con todo el contenido de los vasos, estallando los vidrios en el lugar. Sophia ni siquiera se puso de pie, solo se arrodilló y comenzó a juntar todos los fragmentos mientras que las mujeres se reían a carcajadas y los hombres solamente la miraban.

Deja eso, puedes lastimarte- la mano de Tommy se posó en su hombro y la ayudo a levantarse.

Oh el caballero andante llego al rescate, ella está bien, solo debería ser más cuidadosa- dijo divertida Kity.

Para la próxima mira por donde caminas, quizás así evites llevarte puesto mi pie- le contesto la chica que la había hecho tropezar.

Sophia ni siquiera se volteó a verlos, solamente siguió juntando los vidrios y una vez que termino se fue a buscar un trapo de piso para limpiar todo el desastre de gaseosa del piso. Tommy quien se quedó cuando ella se fue, miró uno por uno a todos los que estaban sentados y antes de irse negó con la cabeza.

Espero que nadie te baje jamás de esa nube en la que vives- le dijo a Kity y se marchó.

Sophia limpio todo y volvió con los vasos de gaseosa qué le habían pedido, por suerte no pidieron nada más y se fueron bastante rápido. Por alguna razón que ella no quiso darle vuelta, gastaron 200 pesos en todo, pero le dejaron una propina del doble. Ella fue a decirle a Henry, porque por ahí era por las cosas que se habían roto, pero el dueño le explicó que eso le pertenecía a ella y que no le descontaría nada, ya que Tommy había explicado lo que había ocurrido realmente.

El turno llegó a su fin y Sophia tuvo que esperar a que Kat terminará con la limpieza de la cocina, una vez que todo estuvo listo, ambas salieron y se subieron al auto.

Me enteré lo que paso con Kity, lo lamento mucho, es la mimada de papa y desde que está con Caleb es aún peor que antes- le dijo cuando llegaron a la casa de Sophia.

Eso no importa son solo 9 meses los que debo aguantar- le contesto.

¿9 meses?- pregunto con curiosidad.

En 9 meses cumpliré los 18 años y podré irme de esta casa y seguramente también me vaya del pueblo- le contesto forzando una sonrisa.

Sophia, sé que apenas nos conocimos hoy, pero sabes que si lo necesitas cuentas conmigo ¿verdad?- le dijo entendiendo que ella escondía algo.

Gracias Kat, en verdad te lo agradezco- le dijo ella saludándola y bajándose del auto.

Ingreso en su casa y lo primero que sintió fue el tirón que Darrel le dio, la había agarrado tan fuerte del brazo qué por un momento ella pensó que iba a rompérselo.

¿Dónde mierda estabas? De seguro estabas de puta como tu madre- el olor a alcohol que salía de su boca le retorcía el estómago, había comido un poco en la cafetería.

Suéltame, recién salgo de trabajar- le dijo tiroteando para intentar soltarse.

No te atrevas a mentirme, llegamos ayer y ya tienes trabajo- le apretó más fuerte el brazo y la dio de lleno contra la pared -si vas a andar de puta por ahí, no sé porque no dejas que yo también te tome- le puso la otra mano en la cintura.

No me toques- le grito ella y con la mano libre golpeó con toda su fuerza en su rostro y antes de que él se pusiera aún más furioso, levantó la rodilla y se la dio en sus partes. Cuando él la soltó, subió corriendo las escaleras y se encerró en su habitación, puso la vieja cómoda que allí estaba tras la puerta para evitar que él ingrese, esta sería otra noche en la que tendría que hacer vigilia.

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Comments

Maribeth Minotta

Maribeth Minotta

porque hay mujeres tan pendejas q no. se dan cuenta de los peligros que corren sus hijas con hombres asi

2025-08-03

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