Llegamos al lugar, al bajar del auto Alice le da las llaves al chico aparcacoche.
Estamos en la discoteca mas prestigiosa de en la cuidad.
La música era atronadora, un ritmo pulsante que parecía vibrar a través de mi cuerpo. La discoteca estaba llena de luces estroboscópicas que bailaban en sincronía con el bajo, creando un ambiente eléctrico y emocionante. La multitud se movía al ritmo de la música, sus cuerpos sudorosos y felices.
Pasamos como podemos ya que hay mucha gente el día de hoy, !!o mejor dicho como siempre!!.
Alice me guía hacia donde nos esperan los demás, puedo notar que han logrado reservar un pequeño lugar entre la multitud, al vernos llegar nos reciben con una cálida sonrisa y abrazos, tomo siendo al lado de mi amiga no sin antes ser elogiada por los demás respecto a lo bien que luzco.
—Whoo que hermosa estás Ava, quien diría que detrás de esa bata de doctora se esconde una hermosa mujer —comenta lucas uno de nuestros compañeros de clase.
—Gracias, le respondo antes de sonrojarme ante las miradas de los demás
—Bueno chicos que empiece la fiesta.—dice Alice mientras me pasa un cóctel de fresa mi favorita.
—Estas guapísima.—escucho un susurro a mi oído, volteo y a mi lado está Evans, le doy una leve sonrisa y le contesto en el mismo tono que el uso:
—Tu tampoco estás nada mal eh.—el se aleja y me guiña un ojo.
Pasado el tiempo ya sentía como empezaba a hacer efecto el coctel, mi cuerpo vibraba por lo fuerte de la música, ahí es cuando tomo la mano de mi amiga y me dirijo a la pista de baile.
La pista de baile era un hervidero de cuerpos que se movían al ritmo de la música. La tomé de la mano y la llevé conmigo, sumergiéndonos en el mar de personas que bailaban sin parar. La música era intensa y contagiosa, y pronto nos perdimos en el ritmo y la energía del momento.
Bailamos sin parar, nuestros cuerpos moviéndose al compás de la música. La multitud nos envolvía, y nos dejamos llevar por la emoción del momento. La música era una fuerza que nos unía, y nos sentíamos vivos y libres.
Mientras bailo al ritmo de la música sensual con Alice siento las miras sobre mi, pero no me importa solo estoy tratando de disfrutar de este momento, al cabo de un rato siento como un hombre llega y lo veo extender su mano en petición para que baile con el.
De una manera cortés y educada le digo que no, que ya tengo pareja de baile y es mi amiga.
El hombre insiste, y nuevamente le digo que no y es cuando Alice lo empuja y le dice que se aparte o tendrá problemas,
El hombre siguió insistiendo por tercera vez y en esta ocasión me tomó por la muñeca al tiempo que siento como me jala hacia él.
—¡Sueltame!— le digo en un tono calmado porque no quería arruinar el momento-lo único que pude sentir es como un golpe sale volando hacia el hombre y lo hace caer.
—Ya te dijo que no quiere, ¡joder! »Dice Evans«
—Por favor Evans ya basta déjalo, Vamos por favor—le digo mientras Emy y yo lo tomamos por el brazo cada una y lo llevamos en direccion a nuestra mesa.
—Veo como Evans señala al hombre que aun sigue en el suelo con su dedo índice mientras le ofrece una mirada que le dice todo.
Evans es mi amigo desde que tengo memoria junto con Alice, los tres estudiamos juntos y eso nos hace muy unidos, obviamente el como hombre es quien nos cuida.
Luego de tal espectaculo me levanto a cual Evans me detiene y me pregunta.
—¿a dónde crees que vas Ava? — me dice alzando una ceja
—Al sanitario Evans no tienes que cuidarme todo el tiempo — digo un poco irritada
—¿Quieres que te recuerde lo que acaba de pasar por colocarte ese vestido? —dice Evans
—No exageres, solo voy al baño ya vuelvo no hace falta que me acompañes hasta allá — me suelto de su agarre y camino hacia el baño
Al llegar la fila es larga, que desespero una de las cosas que no me gustó nunca es tener que hacer fila para entrar a hacer pis.
Observó al otro lado y veo unas habitaciones privadas donde entran unas mujeres, supuse que habría un baño ahí el cual podría usar rápidamente sin hacer estás largas filas.
Cuando ingreso detrás de las mujeres veo que ella se quedan de pie tambien haciendo fila,
—Maldicion también hay una larga fila aquí—dije
Al cabo que me rio y me digo a mi misma que no debo decir esas palabras, sigo riendo de mi misma y sosteniendome como pude para no caer, cuando escucho una voz fuerte y grave que habla.
—Ella, la de rojo
Voltee a ver de dónde proviene la voz y veo como todas las mujeres me miran, en defensa levanto mis manos y digo.
—Yo no fui, no he dicho nada
Todos me quedan mirando y una mujer mayor vestida toda rara me toma de la mano y me lleva hasta el sillón donde me hace sentar.
—Oiga no quiero sentarme, porque me saca de la fila— digo sin saber que sucede aún.
Cuando el hombre que está a mi lado toca mi pierna y va subiendo le doy una palmadita y me levanto gritando como loca
—Quien se cree que es para venir a tocarme, ¿usted sabe quién soy?
—Claro que si, una puta que eh pagado para que me haga compañía. - dice el hombre gordo sentado sobre la silla
—Que le pasa, yo no soy ninguna puta, para su información soy doctora,
—Vaya, está salió agresiva como me gustan— dice el hombre intentando colocar sus sucias manos sobre mi nuevamente
Me aparto nuevamente y le doy una mirada feroz, antes de mirar mi alrededor y darme cuenta que he entrado a una de las salas VIP donde suelen solo estar reunidos los hombres con mucho poder.
Sin perder más tiempo me doy media vuelta y salgo de aquí no sin antes decirle las últimas palabras a este señor atrevido,
—Oiga bien algo, ni en sus mejores sueños podrá usted darse el lujo de estar con alguien como yo, no soy de esas que se venden por migajas, digo y al voltear veo a los 3 hombres de la sala los cuales me miran como si fuera un bicho raro.
Al salir de la habitación me tropiezo con un cuerpo duro que me hace jadear de dolor, levanto mi cabeza y veo a un hombre muy alto y sin ninguna expresión, al ver que eh derramado su trago en su camisa me repongo y le digo,
—Lo siento mucho, ¡qué torpeza la mía! Déjame ayudarte a limpiar eso—, dije mientras sacaba un pañuelo de mi bolso y me acercaba a él para intentar limpiar la mancha en su camisa.
El hombre me miró fijamente, sin cambiar su expresión, y me tomó un momento darme cuenta de que no parecía muy interesado en mi ayuda.
—¿Estás bien?— le pregunté, sintiendo un poco de incomodidad ante su silencio.
—¿Puedo ofrecerte un trago nuevo?—continué, intentando disculparme de nuevo.
El hombre me miró sin decir nada, su rostro seguía siendo una máscara de indiferencia. Me sentí un poco incómoda bajo su mirada, esperando que mi ofrecimiento fuera aceptado. Pero en lugar de responder, el hombre simplemente se quedó allí, mirándome con una intensidad que me hizo sentir un escalofrío.
En ese momento solo siento que una mano me toma de la muñeca y me aleja dejando atrás aquel incidente.
—Oh Alice, que buena amiga eres le acabo de tirar la bebida a un hombre, me sacaste de un buen apuro. —Y me río a lo que ella me dice.
—¿Dónde estabas? Evans me hizo venir por ti ya que te has demorado mucho
—Ahh Evans como siempre siendo un buen amigo protector.
Ella voltea los ojos ante mi comentario, yo no soy boba me eh dado cuenta de como mira mi amiga a Evans, le gusta lo se pero no se atreve a declararle su amor.....
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