sintiéndose libre

comencé a ir al gimnasio, pero las ropas grandes y holgadas, me iban de maravilla.

Mi amiga me insistía en usar ropa más de mi talla, pero yo no le veía el caso.

No sé si soy hermosa, además que a los hombres solo le gustan esas chicas bien delgadas y tonificadas.

Mi cuerpo ha mejorado bastante y puedo decir que me siento mejor conmigo misma.

Pero aún están esos kilos demás y mis traumas pasados; entonces prefiero no llamar la atención.

Fui al centro comercial con mi amada amiga y compramos muchas cosas.

Ella me dijo que su primo, vino pero que se había ido a dar una vuelta.

La verdad, no lo conozco y tampoco le doy importancia.

No me interesa conocer a otro perro y que me haga hundir y vivir otro infierno nuevamente.

mi amiga es hermosa, pero al igual que yo nada de nada.

Ella me dijo que no ha conocido al chico ideal y viendo lo que yo viví, le da miedo que jueguen con ella también.

Yo la entiendo y con nosotras dos, basta y sobra.

Mary: anda amiga! Ponte está ropa para ver cómo te queda.

Tienes un cuerpo de infarto.

Rut: por Dios, Mary! solo tu piensas eso.

Mary: claro que no! solo que los hombres de verdad, aún no han aparecido.

Solo nos hemos rodeado de puros enclenques.

Rut: puede ser! ~~ haciendo un ademán con las manos.

Tanto fue la insistencia de Mary, que rut entró y se probó las prendas que su amiga había elegido.

Se pegaban mucho a su cuerpo y se le veían bastante bien.

jamás se había colocado algo de ese tipo y pudo reconocer que se veía hermosa.

Mary al verla, salto de alegría y pidió llevar esas piezas.

le dió otro cambio de ropa y está fue a probarlas.

Alan, el primo de Mary que había observado la escena, se acercó y le sugirió a su prima un vestido para su amiga.

Mary: y tú qué? Y esto?

Alan: ví lo que tú amiga tenía puesto y pensé que ese vestido se le vería bien.

Mary: para ver! ~~ con una mano en la barbilla observando el vestido ~~ si! Es bastante revelador, pero creo que si se le vería bien.

Alan: estaré por aquí, voy a buscar una camisa.

Mary: ok!

Rut: listo! que tal?

Mary: aaaaaah! Que bellaaaaa... Nos llevamos ese también.

ahora, este vestido.

Rut: y eso? No sera mucho?

Mary: claro que no! te quedará perfecto y puedes usarlo para una noche en el antro.

Rut volteo los ojos, todo por complacer a su amiga, fue y se colocó el vestido.

Grandes caderas, senos enormes y una cintura pequeña, gracias al gimnasio.

Se veía exquisita y si que le gustó lo que vio.

Al salir, Mary se le cayó la quijada al verla tan sensual y hermosa.

jamás imagino ver a su amiga tan sensual.

Mary: por favor! Simplemente exquisito.. Unos buenos tacones, maquillaje y una arreglada en ese cabello y a matar cucarachos.

Rut: jaja! Que dices?

Mary: ujum! ~~ con una mano en la barbilla~~ Practicar tu autoestima, a romper corazones, matar cucarachos y dejar varias carpas arriba.

Rut se sonrojo por las palabras de su amiga y le tapó la boca.

Mary: ese trasero se ve, rico mmmm!

estoy a punto de ser lesbiana.

Rut: jaja! Entonces nos casamos y ya!

Mary: no puedo! Me gustan los hombres y sus cuerpos musculosos jaja!

Ambas chicas reían por sus ocurrencias, no se podía negar; eran amigas desde pequeñas.

Mary saco su teléfono y le pidió a Ruth mover ese trasero.

Estaban tan animadas que rut comenzó a mover su trasero.

Sus caderas sueltas y mostrando los pasos prohibidos.

Después de un momento, se secaban las lágrimas que les habían salido de tanto reírse.

Decidieron llevar esas prendas de ropa y siguieron con su día.

Alan le había mandado un mensaje a su prima, diciendo que se le había presentado algo importante y que no podia volver con ella.

Rut: no he visto a ese primo tuyo!

Mary: como puede ser? estuvo con nosotras el día del baile y estudia en la misma universidad.

Rut: no! Siempre hablas de él, pero no recuerdo haberlo visto.

Mary: que extraño! Hoy el llegó con nosotras.

rut: de verdad? No lo ví.

Mary: como? estabas metida en ese teléfono y tus estudios.

Creo que te saludó y tú no lo escuchaste.

Rut: ummm! algún día me disculpare con el.

Mary: bueno! Ya basta de hablar de él y sigamos con nuestro precioso día.

Las chicas disfrutaron su día al máximo y por primera vez después de tanto tiempo, Rut se sintió libre.

No sintió miedo, no sintió ansiedad, ni estrés.

Se sintió libre y esa sensación, lleno su corazón.

Comieron y pasaron el fin de semana en la casa de Rut.

Vieron películas y se despejaron bastante.

Los padres de Rut estaban contentos al ver a su hija con esa sonrisa en su rostro.

Pensaron que la perderían, pero agradecen a Dios y a su querida sobrina Mary, que nunca dejo sola a su pequeña.

Alan estaba siendo adiestrado para tomar la empresa de su padre y constantemente iba a la casa de Rut.

El padre de esta era su maestro, por un pedido del padre de Alan que era un antiguo amigo suyo.

Él estaba un poco enfermo y por ese motivo quiso que su hijo aprendiera del mejor.

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