Iván llegó a la reunión con una determinación que siempre había experimentado cuando era príncipe.
Los ejecutivos lo esperaban con ansiedad; todos habían recibido la noticia repentina de que Iván, el CEO que siempre prefería mantenerse en un segundo plano, iba a liderar la reunión personalmente. Para muchos de ellos, esto era un indicio de que algo importante estaba por suceder, y la incertidumbre llenaba el aire.
Antes, Iván siempre mandaba a su asistente, Bonet, para que hiciera el trabajo, dejando que sus ejecutivos lo presentaran mientras él se mantenía al margen, dictando órdenes desde su oficina. Sin embargo, ese día era diferente. Iván había tenido suficiente de la ineficiencia y de la falta de compromiso de sus empleados. Entró en la sala de conferencias donde todos lo aguardaban. Al principio, la sala estaba llena de murmullos nerviosos, y cuando Iván atravesó la puerta, un silencio se apoderó del lugar.
— He reunido a todos por dos cosas. Una, la propuesta de esta unión con ese rein... —pausó, buscando la palabra— con los nuevos inversionistas, ha sido modificada por una nueva. Y segundo, están despedidos todos.
El asombro fue instantáneo. Los rostros de sus ejecutivos cambiaron, mostrando sorpresa, incredulidad y en algunos casos, indignación. Uno, en particular, puso su mano en la boca, como si intentara reprimir un grito.
— ¿Por qué? —preguntó Bonet, visiblemente consternado.
— Porque son unos ineptos que han aprovechado las estúpidas decisiones de su jefe, pero eso se acabó —afirmó Iván. Sus ojos ardían con una intensidad que dejaba claro que no estaba jugando. — Me di cuenta de que tengo que rehacer mi gabinete por uno nuevo, capacitado para tomar decisiones convenientes para la empresa, no llevándola a la ruina.
El clima en la sala se volvió hostil, como si todos estuvieran listos para estallar.
— ¡Espera! —intervino uno de los ejecutivos, buscando restablecer el control de la situación— La culpa es tuya por no saber administrar el dinero.
Iván asintió, reconociendo la verdad de esa afirmación.
— Es cierto, y asumo la responsabilidad. Pero hay algo que me di cuenta mientras revisaba la propuesta que Bonet me dio. Los ejecutivos que me ayudaron tienen un mayor porcentaje en los activos del contrato, osea, mayor ganancia para usted y menos para la empresa. Este lugar no puede depender de decisiones erróneas, ni de la incompetencia de un equipo que son oportunistas.
Los ejecutivos se quedaron atrapados en su propia defensa, intentando encontrar formas de disuadir a Iván, pero algo había cambiado en él. Se percibía un aire de estrategia firme que desarmaba cualquier intento de oposición.
— Bonet —dijo Iván con autoridad—encárgate de dejarle su liquidación. Yo me encargaré desde ahora cerrar el contrato solo. Ya he hecho una nueva propuesta. Luego, capacitaré a varios reemplazarlos. Eso es todo. Buenas tardes.
Mientras abandonaba la sala, un pensamiento pasó por su mente.
"Se salvaron de que no estoy en mi época. De lo contrario, les hubiera mandado a cortar la cabeza por robarme mi dinero por medio de contratos mañosos."
En ese momento, su asistente salió corriendo para alcanzarlo, con un semblante preocupado.
— Jefe, están todos molestos allá atrás —dijo Bonet, casi fuera de aliento.
— ¿Querías que tuviera a esos corruptos en mi corte? No.
— ¿Corte?... Usted raro hoy... Pero ese no es el caso, debiste buscar una forma más fácil de decirlo, o quizás, darles una advertencia...
Iván lo interrumpió.
— Entiende, Bonet, que cuando un hombre se acostumbra al poder, jamás lo deja. Ellos no se irán si soy amable.
Con esa última palabra, Iván se dirigió a su oficina. El ambiente era diferente respecto a la última vez que había entrado; ahora, su espacio era limpio y ordenado, como debía ser. Se sentó en su silla, acomodando algunos papeles, sintiendo una extraña mezcla de angustia y liberación.
— Necesito reunirme con los interesados de esta propuesta —dijo, rompiendo el silencio.
— Oh, ellos mencionaron que nos llamarían para planear la reunión. Por eso, estábamos planeando todo antes de que eso sucediera. —respondió Bonet, intentando matizar un poco la atmósfera.
— Es una fortuna que haya actuado a tiempo. De lo contrario, hubiera sido un desastre. Puede retirarte y sacar la basura.
— Eh... sí, señor —respondió Bonet, dejando la oficina con un aire de resignación.
Ahora, Iván se encontró solo. Respiró hondo, sintiendo una extraña tranquilidad mientras contemplaba su siguiente movimiento.
"Si logro cerrar el contrato con ellos, esta empresa se salvaría de la quiebra, y habría ganancias para contratar a más concejales. Bien, bien... Me pregunto, ¿Cómo le estará yendo a la Santa?"
Se echó a reír, encontrando humor en la situación, aunque sabía que no debería preocuparse por ella.
— esa mujer le falta un clavo.
De repente, su celular sonó, interrumpiendo sus pensamientos. Chasqueó la lengua, atendiendo, reconociendo la voz en el otro extremo.
— Elena... —dijo Iván.
— Deberías tener la decencia de comunicarte conmigo, te llamo y no contestas, Iván. ¿Dónde nos podemos ver esta noche?
— Sobre eso, es mejor que dejemos de ser amantes. Ya no me gusta para nada —respondió, apretando la mandíbula.
La idea de estar en el cuerpo de un infiel le resultaba asqueroso.
— ¿Qué?
— Lo que escuchaste. No quiero verme más contigo. Valórate un poco y deja de estar con un hombre casado.
Elena intentó defenderse, pero Iván, cansado de la conversación, la interrumpió.
— Tú fuiste la que me buscaste sabiendo que estoy casado. Si por lo menos tienes un poco de dignidad, dejarías esta situación así.
— ¡Se lo diré a tu esposa! ¡No sabes en qué te has metido!
Iván, sintiendo una mezcla de frustración y desdén, colgó la llamada sin más.
— Quiera o no, la Santa ahora es mi esposa. Y aunque es mi archienemiga, debo respetar este estúpido compromiso en el que estamos. Aunque... Creo que podría hacer una tregua con ella por ahora.
Pensó Iván, detalladamente. Le vendría bien ahora una paz entre ella, sería beneficioso estando en un mundo en el que solo conocen por medio de recuerdos.
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Comments
Ginebra
Jajaja excelentes capítulos... Autora danos más capítulos xfas tiene de todo y la interacción de una santa y un príncipe de otra época en esta actual esta muy buena me ha gustado mucho.
2025-06-07
0
Mitsuki G
Esa Elena solo es una vividora busco a Iván para que la mantenga pero debió saber que la esposa los mantiene a los dos si le dice se acaba su mantenimiento aunque se le acabó por qué este Alexander a pesar de ser archienemigos no es infiel aunque estén casados ahí no será como ese Iván malagradecido aparte de infiel aparte de ser un mantenido no la respetó y este Alexander a pesar de todo sabe respetar y a ver si hacen una tregua por dónde están
2025-06-05
10
😍♥️Clau de la Rose🌹♥️😍
a esta nueva Sofia poco le va a importar que su marido tenga una amante
2025-06-12
3