Camelia

Cuando regrese, Grace fue quien me dijo.

"Es un homúnculo".

"Un cuerpo artificial, que alberga parte de la esencia de la persona que quieres".

Ella dijo como si no fuera extraño.

"¿Los magos negros suelen hacer eso?".

Ella asintió.

"No es extraño, el señor Salem lo hace porque no ha aceptado que la señora se ha ido".

"Es una forma de llevar el dolor".

"Te apegas a una muñeca sintética".

Dijo.

"Un reemplazo".

Murmuré.

"Aunque es temporal".

"Hay varias formas de tener un reemplazo, uno es sustituirlo con un opuesto, con un parecido o con un artificial".

"El opuesto, es alguien opuesto a la persona que perdió, con un parecido es con alguien que se ve y tal vez sea de la misma forma de ser del que perdió y el tercero, bueno ya lo viste".

Grace dijo.

"Algo artificial que se asemeje".

Ella asintió.

"Para hacer un homúnculo, necesita carne y sangre de la persona que deseas".

"El señor Salem uso todo el cuerpo de su difunta esposa".

Comento sirviendo una taza de té.

"¿Entonces desenterró a la señora Salem de la colina y experimento con ella?".

Pregunte, Grace no dijo nada, pero eso es lo que había pasado.

"¿Nosotros podemos hacer eso?".

Un muñeco artificial.

Grace sonrió como si hubiera dicho algo divertido.

"Poder, creo que puedes, en tu caso podrías hacer su alma parte de tus invocaciones y lo materializas con tu hielo".

"Si lo amas tanto, puedes jugar con eso".

Frunci levemente el ceño.

"No me llama mucho esa idea".

Comente.

"Eso es bueno, es mejor dejarlos ir y buscarte algo mas".

"Al menos que veas que el amor vale la pena, no entregues tu corazon y todo lo demás".

"Aun cuando entregues todo sin el corazón, creo que deberías estar bien porque es pasión".

Asenti con la cabeza a sus palabras.

"Debes de poder escoger bien a quien les das tus sentimientos mas oscuros, porque si no quedaras atrapada".

Grace reviso mi hoja que tenia con el plan de negocios y me dio el visto bueno.

"Todo esta listo, podemos trabajar, solo falta buscar un buen lugar".

Grace acepto el plan como si fuera experta.

"De acuerdo".

Respondi.

Al otro día, salimos de casa para ir al ayuntamiento y revisar las propiedades disponibles.

Teníamos que avanzar con cuidado.

Compre materiales para empezar el armado de varias estufas mágicas por inducción de piedras mana configuradas.

Mi padre y Grace empezaron a explicarme.

Cuando menos me di cuenta, en un mes ya tenia un taller con tres empleados para empezar.

La emoción recorría mi cuerpo.

Esto acaba de comenzar.

El negocio empezo a tomar forma poco a poco.

Medio año después.

A este punto Camelia, el nombre de mi marca empezaba a resonar por los chefs y cocineros del imperio.

Los chefs de los restaurantes exclusivos empezaron a llamar la atención cuando se promociono por primera vez.

Pronto los pedidos empezaron a llegar.

Mi padre tambien me apoyo promocionando la estufa entre sus contactos mas confiables y asi empezo todo.

El catalizador de todo fue cuando el chef de la familia imperial lo probo y en algún momento todos querían uno.

Un año después logre hacer que el taller se convirtiera en una especie de fabrica.

Cuando la explosión inicial llego, fue cuando prepare todo para sacar el segundo invento.

Un horno de inducción con piedras de mana.

En este momento las ventas de esos dos artefactos mágicos habían logrado su cometido.

Las ganancias netas hicieron que todo creciera.

Lo primero fue pagar las deudas del financiamiento por parte del imperio y hacer el negocio 100 % mio.

Luego expandirse poco a poco.

Con 16 años, podría decir que los ingresos que llegaban a Camelia se hicieron considerables, pero no suficientes.

El negocio iba teniendo cada vez mas popularidad.

Ahora pensaba sobre como seguir, con la libreta de mis bocetos.

Aun seguía teniendo sueños extraños donde veía diferentes tipos de artefactos extraños.

¿Podre hacerlos todos?.

Me quede pensando.

Un catalogo de artefactos mágicos para vender.

"Señorita, necesita conseguir a alguien de confianza".

Grace dijo mientras me veía envuelta de muchas cosas que hacer.

Una pila de papeleo en un lado, materiales y piezas semi armadas en otro lado.

Asentí estando de acuerdo.

El trabajo aumentaba y aunque tenia asistentes, no tenia a alguien en quien confiar.

Mi persona.

Con quien podría contar en las buenas y en las malas.

"Eso sera complicado".

Murmuré.

Incluso pensé en hacer un muñeco de nieve.

'Tal vez hacer a alguien una invocacion y con eso tener a alguien trabajando'.

No, si caigo inconsciente todo caerá, pero por ahora es lo que podría hacer, en lo que busco a alguien que pueda ayudarme.

Es complicado cuando una familia que una vez fueron duques, ahora es vizconde, pueda conseguir a alguien de confianza, aunque no es imposible.

Cerré los ojos y me acomode en mi asiento, sin saber que hacer.

Alguien que me ayude en esto.

Grace me lanzo una mirada de preocupacion y solo siguió acomodando documentos que podía ayudarme.

"Aunque no lo crea, todos nosotros creemos que puede llevar a la familia de nuevo a la gloria".

Grace estaba convencida en eso.

Incluso yo misma lo creo.

Poder regresar a Hunt a su antigua gloria.

Cuando Hunt perdio su poder, el emperador solo los dejo ser vizconde para no perder a la familia por completo.

Pero la familia había perdido todo.

Propiedad, riquezas, poder.

Solo quedo el nombre.

Suspire.

Mi familia en las últimas dos generaciones habían sido tan tontos.

Al menos no hay deudas en el momento o seria mas difícil.

Me quede mirando los documentos y después mi mirada paso a la mesa donde estaban las herramientas de trabajo de la noche anterior.

Ahora entendía el porque los inventores solo venden sus inventos y no querían ver el papeleo de un posible negocio.

Los fastidia.

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