Jeongin apenas terminó de hablar cuando todos giraron la cabeza.
Desde el umbral de la gran casa, Lee Know avanzaba con paso firme.
Vestía completamente de negro; dos hombres armados lo escoltaban como sombras.
Tenía el rostro pálido, el cabello ligeramente largo cayéndole a un costado, y una cicatriz cortando su perfección como una firma grabada en su piel.
I.N se puso de pie para recibirlo con una sonrisa casi servil.
Changbin se levantó también, observando curioso al joven recién llegado.
Yang jeongin
Changbin, te presento al Alacrán.
Bangchan, por favor... acércate.
Seo changbin
(estrechándole la mano)
Es un gusto. Eres bastante joven para estar en este mundo.
lee know
(mirándolo con indiferencia)
La edad es lo de menos.
El poder es lo que importa.
Yang jeongin
(llamando a Bangchan)
Amigo, ven. No seas tímido.
Bangchan soltó un suspiro cargado de fastidio, se puso de pie y se giró lentamente.
En cuanto sus ojos se encontraron con los de Lee Know, todo el color abandonó su rostro.
Una oleada fría le recorrió la espalda como un mal presentimiento cumplido.
El mundo, por un instante, pareció detenerse.
Seo changbin
(mirándolo confundido)
Viejo... ¿sucede algo?
Bangchan
(murmurando con la voz quebrada)
¿Tú...?
Bangchan dio un paso hacia Lee Know, sintiendo cómo su alma temblaba aunque su cuerpo intentara aparentar firmeza.
El joven frente a él no sólo sonreía con soberbia... sonreía con memoria.
lee know
(arqueando una ceja)
¿Yo?
Bangchan
(negando lentamente)
Esto no puede ser verdad...
Seo changbin
(mirando de uno a otro)
¿De qué demonios hablas, Bangchan?
Yang jeongin
(exasperado)
¿Se conocen?
Bangchan
(en voz baja, como si admitiera un pecado)
Tú deberías estar muerto...
Eres Lee Know, ¿no es así?
El Alacrán.
lee know
(riendo suavemente)
Carajo... creí que tardarías más en reconocerme, señor Bang.
Me alegra volver a verlo... de pie, aún.
Seo changbin
(atónito)
¿Alguien va a explicar qué mierda está pasando aquí?
Bangchan
(cerrando los puños)
Este mocoso trabajó para mí...
Era un maldito bastardo obediente hace unos años.
lee know
(asintiendo)
Oh, por supuesto.
Era su perrito faldero, ¿no es así?
Hasta que su codicia lo arruinó todo.
lee know
Pero ahora... (se acerca peligrosamente a Bangchan)
Ahora las cartas se reparten de nuevo, Bangchan.
Y adivina qué...
Yo soy el que baraja esta vez.
Bangchan
(con rabia contenida)
Tú no eres nadie.
Sigues siendo ese conejo de mierda que obedecía cada una de mis órdenes.
lee know
(sonriendo, letal)
Como dije...
Las cosas cambian.
Usted ya jugó sus cartas sucias.
Ahora me toca jugar a mí.
Lee Know se inclinó hacia Bangchan, sus ojos fijos como cuchillos que no temblaban.
lee know
Y te lo juro, Bangchan...
Cuando el reloj marque mi turno,
te haré arrodillarte ante mí,
como yo estuve arrodillado aquel día frente a ti.
¿Lo recuerdas, jefe?
El silencio se hizo espeso en la habitación.
Por primera vez, el legendario Bangchan... sintió el sabor del miedo real.
Y Lee Know, el Alacrán, acababa de clavar su primer aguijón.
Bangchan
(esbozando una sonrisa burlona desde el orgullo herido)
¿Qué pasa...?
¿Te dolió que haya matado a tu puta madre?
No hubo espacio para el aire.
No hubo tiempo para pestañear.
El puño de Lee Know se estrelló contra la mandíbula de Bangchan, enviándolo al suelo con una violencia seca, brutal, casi poética.
Comments