El Origen del Guerrero.
Alex respiraba con dificultad en la cama, inconsciente. Pero en su mente, las puertas del pasado se abrían como heridas que aún no habían sanado.
Desde pequeño, Alex fue un niño alegre, curioso, siempre dispuesto a explorar lo desconocido. Creció creyendo que el mundo era sencillo, seguro... sin saber que sus padres, María y Hemet, ocultaban un secreto: ambos eran miembros activos de los Guardianes, la organización secreta que luchaba contra los demonios desde las sombras.
Decidieron criar a su hijo lejos de ese mundo. Querían proteger su inocencia, su sonrisa.
A los diez años, su destino comenzó a entrelazarse con el de otra vida: Alma.
La encontró llorando en un parque, sentada sola en un juego infantil. Sus lágrimas caían mientras llamaba a su madre, perdida entre la multitud.
-¿Estás bien? -preguntó Alex con ternura, acercándose.
Ella no respondió, solo sollozaba.
Alex metió la mano en su bolsillo y sacó un pequeño gato negro de juguete, un premio que había ganado en una máquina gacha ese mismo día.
-Toma, es tuyo. Te hará compañía mientras buscamos a tu mamá.
Los ojos de Alma brillaron, y por primera vez en ese día, sonrió.
Juntos recorrieron el parque hasta encontrar a una mujer desesperada hablando con un oficial de policía. Alma corrió hacia ella y la abrazó con fuerza. Antes de irse, miró hacia atrás y saludó a Alex con una gran sonrisa.
Al día siguiente, el destino volvió a jugar sus cartas: Alma era la nueva alumna de su clase. Se reconocieron al instante, y desde ese momento, se hicieron inseparables.
Con los años, su amistad floreció en algo más profundo. Inocente, dulce... y real.
El día que Alma le confesó su amor, el corazón de Alex se detuvo por un segundo. No sabía qué decir, ni cómo sentirse. Solo le pidió tiempo para pensar.
Pero el destino, una vez más, tenía otros planes.
Era de noche en el reino de Reminen.
Alex caminaba en silencio por el viejo sendero de tierra que bordeaba el parque. Aún sentía en el pecho las palabras de Alma, la confesión de amor lo había tomado por sorpresa. Ahora, el silencio nocturno parecía murmurarle sus pensamientos mientras volvía a casa.
Entonces, el cielo se quebró.
Un estruendo sacudió el aire como si el mismo firmamento hubiera sido rasgado por una lanza de luz. Un rayo azul cayó no muy lejos, y el eco de su impacto hizo temblar el suelo.
Alex se detuvo. A lo lejos, vio cómo un viejo edificio abandonado comenzaba a colapsar, tragado por polvo y sombras.
La curiosidad le ganó. Dio media vuelta y corrió hacia el lugar, pero apenas cruzó el terreno baldío, un grito humano—desgarrador, femenino—le heló la sangre.
Apresuró el paso.
Al llegar, lo vio: un cráter humeante, como una herida recién abierta en la tierra. En su centro, envuelta en llamas azules, una mujer de belleza inhumana y rostro angelical yacía malherida. Tenía cuatro alas blancas rotas, manchadas de ceniza y sangre, y una lanza negra atravesándole el torso.
Era un arcángel.
Su aura era sagrada, pero débil, como si se desvaneciera con cada aliento. Y sobre ella...
...estaba él.
Una criatura alta, deforme, como tallada en la carne del infierno. Su cuerpo delgado parecía estirado por el dolor mismo. Su piel era pálida como la muerte, y en su rostro no había ojos, solo dos cuencas negras, profundas, cómo si el abismo te observará y consumiera tu alma.
Y aquella sonrisa: enorme, torcida, plagada de dientes podridos y afilados como agujas.
—¿Q-qué... es eso...? —susurró Alex paralizado, temblando.
Quiso correr. Quiso huir. Pero una voz resonó dentro de su mente, cálida y antigua:
"Sálvala."
Sin pensarlo, sus dedos agarraron un tubo de metal oxidado del suelo. Bajó al cráter sin lógica, sin plan, movido solo por esa orden. Y con un grito desesperado, golpeó al demonio en la cabeza.
El impacto fue inútil.
La criatura giró lentamente, como si saboreara el momento. Con un solo movimiento, alzó a Alex por el cuello.
—Una insignificante vida humana... ¿de verdad crees que vale la pena morir por un ángel?
La presión era insoportable. Alex se ahogaba. La oscuridad lo rodeaba. Pero entonces, la arcángel abrió los ojos y, con un último esfuerzo, empuñó su espada llameante de fuego azul.
La hundió en el costado del demonio.
El chillido que lanzó la criatura no fue humano. Era un alarido que rompía la mente. Alex cayó violentamente al suelo, jadeando. La criatura se tambaleó.
—¡Maldita seas, Rei! —rugió.
Se disponía a matarla. Alzó su lanza.
Pero Alex, aún con el cuerpo destrozado, giró sobre sí mismo y lanzó una poderosa patada contra la espada clavada, empujándola más profundo. Las llamas azules estallaron como veneno sagrado en el cuerpo del demonio.
—¡MOCOSO...!
La criatura se convirtió en una densa niebla negra que chispeaba como tinta viva. Un portal se abrió bajo él. Antes de desaparecer, lanzó una maldición:
—¡Volveré... y mataré todo lo que amas!
La niebla desapareció. Silencio.
Rei, apenas respirando, se acercó a Alex, que sangraba por dentro. Sus órganos dañados no aguantarían mucho.
-No puedo dejarte morir -susurró con voz trémula-. Pero no tengo permiso divino para sanar humanos... sólo hay una forma.
Le acarició el rostro, y su luz comenzó a fundirse con la de Alex.
-Tu alma... será mi refugio. Mi poder, tu cruz. Lleva esta llama y cumple mi última misión.
-¿Qué misión...? -balbuceó Alex.
-Detén a los demonios. Ellos planean una guerra. Quieren millones de almas humanas... y con ellas, matar a Dios.
Alex, apenas consciente, asintió.
-Lo juro...
Y se desmayó.
Cuando despertó, estaba solo. La herida ya no dolía, pero algo dentro de él había cambiado. Una fuerza nueva ardía en su pecho. El recuerdo de Rei, su promesa, y la amenaza de Mamon... todo estaba grabado en su alma.
Lloró en silencio, sabiendo lo que debía hacer.
No podía volver a casa.
No podía arriesgar a su familia... ni a Alma.
Entre lágrimas, se alejó. De espaldas al hogar que tanto amaba. De frente a la oscuridad que debía enfrentar.
Solo.
Pero ahora... con el poder de un arcángel ardiendo en su interior.
Continuará...
XintaRo.
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Comments
Emily
Que increíble la iluminación 😻🙀 y que miedo
2025-04-13
1
Emily
Increíble porfavor el capitulo 3 🤩😻
2025-04-13
0
Emily
Que miedo el minotauro
2025-04-16
2