capitulo 4:nuevos comienzos

Sora se despertó temprano, sintiendo un poco de cansancio después de la noche anterior. Se levantó de la cama y se dirigió a la cocina para preparar el desayuno. Su abuela ya estaba allí, preparando el café.

"Buenos días, Sora", dijo su abuela, sonriendo.

"Buenos días, abuela", respondió Sora, besando su mejilla.

Sora se sentó a la mesa y comenzó a comer su desayuno. Su abuela se sentó a su lado, bebiendo su café.

"¿Qué planes tienes para hoy?", preguntó su abuela.

Sora se encogió de hombros. "No lo sé", dijo. "Kaito me invitó a hacer algo divertido en uno de estos días".

Su abuela sonrió. "Ah, Kaito es un buen chico", dijo. "Me alegra que hayas hecho un amigo".

Sora asintió con la cabeza, sintiendo que estaba empezando a sentirse más cómodo en el pueblo.

Después del desayuno, Sora se levantó y comenzó a limpiar la mesa. Su abuela se levantó y comenzó a lavar los platos.

"¿Quieres ir a la tienda a comprar algo?", preguntó su abuela.

Sora asintió con la cabeza. "Sí, voy a ir", dijo.

Sora se dirigió a la tienda, sintiendo el sol en su rostro. Al llegar, vio a Mai detrás del mostrador,

"Buenos días", dijo Sora.

Mai sonrió de vuelta, pero no dijo nada. Sora se sintió un poco decepcionado, y aun buscando lo que necesitaba, disimuladamente de a ratos la miraba.

Sora compró lo que necesitaba y se despidió de Mai. Al salir de la tienda, se encontró con Kaito en la calle.

"Hola", dijo Kaito, sonriendo. "¿Qué estás haciendo aquí?"

Sora le contesto, "Solo comprando algunas cosas", dijo.

"Espera, tú, ¿trabajas aquí?.

Kaito asintió con la cabeza. "Ah, claro que si, ¿sorprendido?", dijo. "¿Quieres venir conmigo a la playa?"

Sora se sintió un poco sorprendido. "¿La playa?", preguntó.

Kaito sonrió. "Sí, es un lugar muy divertido", dijo. "Y va Mai también", "¿verdad mai?", le pregunta justo cuando ella salía a alludarlo con las bolsas de basura.

Sora se sintió un poco emocionado. "Sí, me encantaría", dijo.

Kaito sonrió y se despidió de Sora, diciendo que lo vería más tarde. Sora se dirigió de vuelta a su casa.

Sora se dirigió de vuelta a su casa, al llegar, su abuela estaba en el jardín, cuidando de las plantas.

"Ya volví" , dijo Sora.

"Hola, sora", respondió su abuela,"¿ compraste todo?".

Sora levanta las bolsas de las compras,"Sí, conseguí todo", también vi a kaito en el minisuper"

Su abuela sonrió." Ah, ese muchacho, es un gran chico"

"Si", dijo Sora, "me invito para ir a la playa " , "¿a la playa?", preguntó Eri.

Sora asintió con la cabeza. "Sí, estaba pensando en preguntarte si podría ir, claro cuando el me avise".

Eri mira a Sora y ve que esta más animado que cuando estaban en la ciudad," por supuesto que si,Sora solo no te olvides de no hacer nada arriesgado"

Paso el día, y Sora se la pasaba paseando en el pueblo, sus días tranquilos parecían durar mucho tiempo, y sus pensamientos lo mantenían distraído, divagaba sobre su situación, y sobre que aria si llegaba a recuperarse, además de no poder salir de su bloqueo del arte.

Sora se sentó en un banco en el parque, mirando hacia el cielo y pensando en su situación. Se sentía un poco perdido, sin saber que hacercon su vida. La invitación de kaito a la playa había sido un respiro en su rutina, pero no sabía si era suficiente para sacarlo de su bloqueo.

Mientras estaba allí sentado, vio a una pareja de ancianos paseando por el parque. Se detuvieron en un banco cerca de él y se sentaron. Sora los miró y sonrió, recordando a su madre.

La pareja comenzó a hablar en voz baja, se abrazaban y reían juntos, parecían disfrutar del momento y de parque, de poder vivir juntos.

Esto hizo que Sora se quede en blanco observándolos, y cuando se dio cuenta, una lagrima corrió por sus majillas.

Sora se frota los ojos, primero uno y luego el otro, se levanta del banco y se dirigió de vuelta a su casa, pensando en su propia situación.

Al pasar por delante de la pareja, Sora los saluda con un, "Adios".

Y los ancianos responden con un,"buenas tardes niño".

Al llegar a su casa, su abuela estaba en la cocina, preparando la cena. " Hola, Sora", dijo.

"Como estuvo tu día?"

Sora se sentó en la mesa, frente a el estaba su madre, quien estaba ayudando a su abuela con las verduras, "Sora no te presiones tanto si", le dijo mientras sonreía.

"Mi día estuvo bien, jugué un rato con el hermano de kaito, luego fui al lago para verlo más de serca, y finalmente me senté un rato a descansar en el parque"

Su abuela se ríe, y ve a Sora a la cara, se vuelve hacia la cocina y le dice, " intenta no pensar en mañana vive el hoy, que el futuro es incierto", "Sí", contesta Sora, "ahora pone la mesa", dijo la abuela.

Mientras cenaban los tres juntos, la charla entre ambos eran entretenidas, Sora veía a la abuela yuka y a Eri, y no podía evitar penar qué llegaría el día en el ya no las vería, pero pedía que si el futuro es incierto pueda vivir un año más para dejar todo en orden.

Eri despierta al día siguiente, se hacerca a la ventana y corre las cortinas, estira los brazos y da un bostezo, luego se dirije al baño se da una ducha y lava sus dientes

Al salir prepara una taza de café, y una taza de té para Yuka, se dirje a la puerta y recoje el periódico y lo deja al lado de la taza de Yuka, quien se levanta luego.

Eri sube las escaleras y despierta a Sora quien aun dormía plácidamente.

Al bajar conversa con Yuka, y se preguntan que comerán para el almuerzo.

Yuka, mientras tomaba su te y cocinaba, le pregunta a Eri, "¿que piensas hacer?, sabes que no tienen mucho tiempo", "lo se mamá, pero quiero que el al menos, pueda vivir tranquilo aquí"

"Un año atras"

"Señora, lo siento mucho pero su hijo no tiene posibilidad de sobre vivir, como mínimo le quedan 2 años"

Eri recuerda la importancia que sintió cuando recibió la noticia, sus ojos llenos de lágrimas, no podían parar, no sabía que hacer por su hijo, el miedo la invadió.

Cuando ve a su hijo en una cama de hospital, el temblor de su cuerpo llegó hasta sus manos, las cuales no paraban de temblar.

Abrio la puerta de la habitación de su hijo, se hacerca a el y comenzó a llorar nuevamente, pidiendo perdón y repitiendo lo mismo una y otra vez, hasta caer dormida sobre sus manos.

"tres semanas después"

Eri, intento e intento, pero no había caso, Sora ya no era el mismo y cada vez se perdía más así mismo.

"un mes despues"

Sora se encierra en su cuarto, y no sale de allí, ya no ríe, no pinta, y muy pocas veces come.

Eri intenta todo para hacerlo sentir bien, pero es más difícil sonreír sin quebrarce ella también.

Eri un día entra a su cuarto, y ve a Sora sentado en un rincón, sus ojos apagados su haspecto descuidado, hizo que Eri se abalance hacia el.

"Sora hijo, ¿esta bien?, Sora", pidiéndole por favor que reaccione, que no se rinda, qje si el lo intentaba ella lo acompañaría, sus lágrimas caen por las mejillas de Sora, quien al sentirlas, como si alguien le hubiese dado un fuerte golpe, se despierta.

"Mamá, mamá" , Sora quiebra en llantos y sus gritos y llosozos de agonía, hacían que Eri lo abrazara aún más fuerte sin querer soltarlo.

Eri, mientras abraza a Sora le dice," moriré contigo si mueres", "pero debes seguir hijo la vida sigue aún que duela, hagamos el intento ¿si?"

Ambos quedan abrazados por un largo rato, el cilencio que abundaba en la habitación no era incomodo, más bien era re confortante. La luz del sol entraba por la ventana del apartamento, el ruido de los autos los trenes y gente, ya no se escuchaban, era un momento entre los dos, y para los dos.

"actualidad"

"Esperanza hay una, la vida sigue a un que duela", dice Eri con una sonrisa, una que ocultaba sus verdaderos sentimientos, Yuka la mira," yo se, que no es fácil pero debes ser fuerte por el", al rato Sora baja por las escaleras, da los buenos días, y se sienta en la mesa, su abuela su mamá lo saludan, Sora caza un trozo de pan y le pone miel, Eri le pregunta si quería tomar algo, y le prepara un café.

Al terminar, Sora les dice que va a salir por un rato y vuelve al medio día.

Eri lo mira, y le dice que esta bien, pero que tenga cuidado, Sora sube a su cuarto caza su mochila y sale a fuera, la abuela Yuka, le dice que vaya con cuidado.

Sora empieza a bajar la colina, viendo las casas y el pueblo, la neblina de la mañana se veía tan hermosa como si el cielo estuviera en la tierra, se dirige a la montaña donde solía ir cuando era niño.

En el camino se cruza con kaito, quien se dirigía al trabajo en bicicleta, este lo para, "he Sora, ¿todo bien?, oye el finde harán una fiesta en la playa, deberías ir, yo estaré allí"

"Sí me acuerdo que mencionaste algo hace unos dias", " ¿lo hice?", pregunta kaito, "bueno no importa, ve a la playa el sábado a la 23:00 hs, recuerda el sabado" le decía kaito mientras se alejaba en bicicleta.

Sora volvió la mirada al frente y siguió caminando, al llegar a la montaña, comienza a subir por las escaleras, el ruido de los pájaros por la mañana era agradable, los árboles y el ruido de sus hojas al balanserce con el viento era algo tranquilizador.

Sora veía para todos lados, las flores las mariposas la rocas y el césped, todo llamaba su atención.

Al cortar camino por el cendero de la vez pasada, se adentra más al bosque, todo tan tranquilo, nada más que los sonidos de la naturaleza, el paisaje que veían sus hojos era suficiente para inspirar su mente.

Pero antes de llegar a la cima, en el mismo lugar de la vez pasada, bajo un gran árbol, bajo su gran copa, al pie de las raíces, estaba Mai.

Su belleza deslumbra los ojos de Sora, ella estaba escuchando música, acostada sobre el sesped, el viento danzaba a su al rededor, como si vailaran solo para ella.

Mai abre sus hojos, y mira Sora quien había comenzado a subir hacia la cima, y lanza un suspiro.

Mira hacia arriba, y queda pensando pero su mente estaba en blanco total, y pasa su brazo por sobre sus hojos, dejando salir un suspiro aún más grande.

Sora está sentado mirando hacia el paisaje que tenía en frente, de a rato daba unos giros hacia atrás con la mirada para ver si la chica, había visto seguía allí, aun que no la viera.

Sora estaba tranquilo, daba respiraciones tranquilas y su mente estaba en paz.

Se tira hacia atrás arrecostandoce el pasto, y cuando lo hace, su mirada que va hacia arriba logra ver, una silueta de tras de él, se levanta de golpe por el susto, y mira hacia atrás, se trataba de mai.

Mai da un un paso y un salto hacia atrás por el susto, " perdón, te asuste", le pregunta mai.

"Bu, buenos dias".

Sora queda mirándola, como si hubieran bajado un interruptor en el," eh ah perdón, buenos dias", " no pasa nada, ¿y tu estas bien?".

Mai le responde que si a Sora, quien seguía algo perdido, se hacer y saluda mai," Hola, eh, no nos presentamos antes, me llamo Sora", "un placer Sora, mi nombre es mai".

Ese día ambos se sentaron admirando el paisaje que les daba la montaña, hablando sobre Sora y de donde venia, y Sora le hacia preguntas como, "¿ siempre venis aquí?"

En un momento de cilencio, mai pregunta,¿ que traes en esa mochila, se ve algo vacía para traer, suministros?, Sora le cuenta que allí trae una libreta de dibujos y lapices y cosas para poder pintar.

Mai le pregunta si podía ver algunos de sus dibujos,"es que no tengo alguno echo aún, la libreta todavía es nueva".

"Vine a qui para poder, ver si puedo avanzar, por que ya no estoy motivado para pintar o crear alguna obra", dice Sora con voz afligida.

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