Capitulo 5.

MADISSON.

Me levanto de la cama un poco adolorida y cansada, mientras pienso cuánto dinero me hace falta juntar para lograr mi objetivo.

Tengo planeado un plan, y no cualquiera tengo pensando en reparar todo lo que destruimos Caleb y yo.

—¿Cuanto es puta?.

Me dice de manera burlona el viejo rabo verde al que le preste servicio.

—Sabes bien cuánto es viejo asqueroso.

—Haces un buen trabajo golfa, tal vez luego vuelva para repetir.

Y sin decir nada más toma su ropa, y saca unos cuantos billetes de 1000, los coloca en el buró que se encuentra al lado de la cama y se va de la habitación.

Lágrimas comienzan a salir de mis ojos, se que está fue mi decisión pero todos están echos mierda y si soy sincera necesitan de otra persona más que a mí, además yo solo soy una aparecida les haré un favor si logro cumplir mi plan, se que de alguna manera debí haber conseguido el dinero de otra manera pero si no me daba prisa tal vez todos acabaran mal.

Me levanto y me dirijo al buró, tomo los billetes y camino a dónde está está mi ropa, me la colocó y salgo de la habitación para ir a casa, ese fue el último cliente de hoy.

Mientras salgo del club en el que trabajo, cuento el dinero y cuando veo que al fin lo tengo todo junto sonrió, y tomo un taxi para poder completar el plan.

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Cuando ya estoy en casa de Caleb en mi habitación camino al baño tomo una larga ducha relajante, cuando termino me acuesto en la gran cama y tomo mi teléfono para marcar el número que ya es más frecuente en mi teléfono.

*Llamada.

—¡Bueno!, Jason ya tengo el dinero completo.

—Dale, ¿te parece si mañana nos vemos?.

—Esta bien, y si puedes comprarme los boletos hoy mismo te lo agradecería los necesito con urgencia...también creo que ya es hora de que me busques su número y su ubicación.

—Claro estoy en eso.

Fin de llamada*.

Dejo el teléfono en el pequeño buró y me dispongo a dormir.

CONNOR.

*Me despierto por el horrible sonido de mi celular, haciendo un gran esfuerzo por no cerrar mis ojos, tomo el teléfono y respondo.

Llamada.

—¿Diga?.

—Señor, están muy cerca de saber su paradero.

—¿Que mierda?, nadie puede saber donde carajos estoy...no puedo arriesgarme necesito vengar la muerte de Morgan.

—Haremos hasta lo imposible por seguir ocultando su paradero.

—Eso espero.

Fin de llamada*.

Me levanto echo una furia, no puedo creer que a pesar de tener a los mejores hombres en cuanto a seguridad y tecnología...y aún así tal vez los hombres de mi padre ya me encontraron o están a punto de hacerlo.

Camino al baño y me doy una ducha rápida, salgo y me visto para ir a ver a una vieja amiga la cuál probablemente me pueda ayudar con todo esto.

Salgo en dirección a mi coche y lo enciendo para emprender camino a la casa de mi amiga.

Cuando llegó a su casa ella sale rápidamente y se monta al auto, sin apagar este la saludo y vuelvo a poner en marcha el auto.me detengo en un restaurante al aire libre, y bajamos juntos para dirigirnos a una mesa alejada de las demás, cuando ya estamos sentados un mesero se acerca a tomar nuestro pedido.

—¿Que les apetece probar?.

—Yo quiero un late, con una deliciosa rebana de su torta de chocolate.

Dice Daniela mirando el menú.

—Y yo, quiero solo un jugo de naranja gracias.

Le entregamos el menú y en cuanto se va Daniela me mira sorprendida.

—Desde cuando pides "solo jugó de naranja".

—Estoy sonrió desde la muerte de...de una amiga cercana.

—Vaya, para amigas cercanas yo ¿no?.

—Vamos Dani, no estés celosa...ella es, era la amada de mi hermano.

—Y bien, dime ¿para que necesitas mi ayuda?.

Antes de que pueda hablar, el mesero llega y nos deja lo pedido.

—Para vengar su muerte—suelto sin titubear.

—¿Y yo que ganaría con eso?.

—Pide lo que quieras.

—Lo que quiero no me lo darás.

—Dime ¿Que quieres?.

—Ser tu mujer.

—Ya lo fuiste.

—No, no lo fui...me refiero a ser tu esposa.

—¿Eso es lo que en realidad quieres?.

—Si...no se.

—Te puedo dar lo que quieras, recuerda que vacíe la casa de papá y encontré mucho dinero, al igual que cosas de valor...tengo de todo pide lo que de verdad quieras y lo tendrás.

—En realidad...quiero tu amor, pero como se que nunca lo tendré, así que quiero ser tu esposa.

—¿Solo eso?.

—Solo eso.

—Dale, lo tendrás.

—Levantate, nos vamos.

—Pero ni si quiera comimos.

—Solo vámonos.

Nos levantamos de la mesa, y colocó unos cuantos billetes en la mesa.después nos dirigimos al auto para así emprender camino a el lugar que escogí rápidamente solo de pensarlo.

Cuando detengo el auto ella observa el local y se queda muda.

—¿Que hacemos en una joyería?.

—Quedate aquí, cuando te mandé un mensaje entras...¿entendido?.

—Si...

Camino al interior del local y llegó con la dependiente de este.

—Necesito un anillo de compromiso.

—Claro le mostraré los diferentes estilos.

—No, usted es mujer sabe más de eso... escogalo usted.

—Bueno en ese caso, yo le recomiendo este.

Me muestra uno de diamantes que a mí parecer es de muy buena calidad, es simple con una gran piedra en el centro pero a pesar de eso se ve muy hermoso.

Lo tomo y le pago el costo de este, entonces le mando un rápido mensaje a Dani y después de unos segundos la veo entrar por la puerta del local.Sin pensarlo mucho me acerco a ella y me arrodilló, importandome poco que el local este lleno de gente.

—Daniela Montgomery ¿Me harías el gran honor de ser la mujer que pase a mi lado el resto de mi vida?...

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