CAPÍTULO 4

Baje a la cocina por algo de comer y encontré una nota de mi madre donde me informaba que tuvo que salir de la ciudad a cerrar la venta de una casa, no volvería en unos días.

-Hola pequeña, al fin despiertas, cómo va esa cabecita? Pregunto Ignacio llegando a la cocina

-Hermano no me digas que tú también vas de salida? - exclamó Alina haciendo pucheros al ver a su hermano arreglado y listo para salir.

-Asi es hermana, quedé con unos amigos para irnos de antro, quieres venir?

-Voy a aburrirme mucho aquí sola, un antro no es buena idea con estos dolores de cabeza, creo que dormiré temprano, diviértete mucho guapetón -dijo Alina dándole muchos besitos a su hermano.

Mi hermano se fue y yo puse una bolsa de palomitas en el microondas, tomé una botella de agua y cuando iba de vuelta a mi habitación el teléfono comenzó a sonar de nuevo.

Está vez decidí contestar

-Habla Alina, en que puedo ayudarle?

-Mal comienzo, ni siquiera guardaste mi número, soy Raúl creí que querías motivos para sonreír está noche !

- Raúl? cómo es que tú tienes mi número? Yo la verdad no creo poder - se excusó Alina.

-Lo siento, robe tú número el día del hospital, fue por una buena causa, no seas mala, que pierdes con divertirte conmigo eses noche,? Si no te la pasas bien prometo que no molesto nunca más?

-Yo no se Raúl, estaba por acostarme a ver una serie.

-Vamos no seas aburrida, dame tu dirección y paso por ti en una hora.

Lo pensé unos segundos y no sé cómo pero terminé aceptando la invitación de este hombre.

Quedamos en vernos en una hora así que me arreglé rápido, estaba nerviosa, hasta hablaba a solas conmigo misma.

-Tranquila Ali, es solo una salida, que podría salir mal, ya luego no lo vuelvo a ver.

Me mire al espejo y me sentí bien con el resultado, le envié un mensaje a mi hermano y a Lorena informándoles que saldría con este chico.

Escuché un coche sonar la bocina en la entrada y supe que era él, mis nervios se elevaron a mil, baje las escaleras y abrí, el esperaba fuera del coche y vaya, lucia más guapo de lo que recordaba.

-Buenas noches Alina, estás preciosa - exclamó Raúl mirando como tonto a Alina.

-Buenas noches, gracias, no sé a dónde vamos así que no se si mi atuendo sea correcto -respondio Alina sonrojada.

- Es perfecto créeme, vamos en mi auto, prometo que apenas quieras volver te traigo de vuelta, vaya había olvidado lo bonita que eres.

Raúl abrió la puerta del auto y yo subí, rayos sentía que mi cuerpo entero temblaba pero luchaba por mantener la compostura.

- Y puedo saber a dónde vamos?

-No, es sorpresa, es un lugar común pero donde estoy seguro que sonreirás mucho -dijo Raúl sonriendo al mismo tiempo que ella le regaló una sonrisa.

En el camino hablamos de todo un poco, el me dijo que era abogado, su familia vive en el extranjero, sobre su edad, sus pasatiempos...

-Ahora cuéntame de ti Ali, solo se que eres modelo.

-Bueno yo tengo 19 años los cumplí hace unos días, eso del modelaje no es lo mío, justo hoy decidí dejarlo, aún no encuentro mi norte pero creo que lo encontraré - disimulo Alina con una risa.

-Bueno si tú me lo permites puedo ser una muy buena brújula.

Cada cosa que Raúl decía me envolvía, me tenía como bajo su hechizo, sentía una paz tan unica, una calma que nunca sentí.

-Eres bastante madura para tener 19 años Alina, puedo hacerte una pregunta?

-No se si tomar eso como halago jejeje, soy muy aburrida para mí edad cierto? Y si claro pregunta.

-No he visto ni una pizca de aburrimiento en tí, tienes novio? - Soltó Raúl sin titubeos.

-Vaya eres directo, no, no tengo novio, tuve uno pero eso no funcionó, hace mucho estoy soltera.

-Y puedo saber porque una chica tan guapa como tú está soltera?

-El ha sido el único novio que tuve, mi madre nunca lo aprobó así que decidí terminarlo, creí estar enamorada pero me he dado cuenta que hssts ahora no sé lo que es el amor, le tengo cariño pero no lo ame nunca y bueno no hablemos de eso si, a ver tú debes tener una fila de chicas detrás de ti! - dijo con mucho sarcasmo Alina.

-La verdad, soy soltero, no.hs llegado la indicada o quizás ya llegó no lo sé, ya hemos llegado, debes cerrar los ojos y no hagas trampa.

Bajamos del auto y él tomó mi mano, sonará extraño pero no quería que me soltase nunca.

-Siento que me voy a caer, por favor no me sueltes - dijo Alina entre risas

-Debes aprender a confiar, ya casi, unos pocos pasos más y listo, abre los ojos.

-Nada te haré reír más que pasar unas horas aquí, vamos,?

Abrí los ojos y estábamos en la entrada de una feria, no mentiré me emocioné muchísimo.

-Oh mi Dios no vengo a un lugar así desde los 9 años, vamos, vamos se ve increíble. - dijo Alina tomando la mano de Raúl con apuro y emoción

Raúl...

Aquella noche la pasamos increíble, definitivamente ella sonrió en todo momento, sus carcajadas eran musica para mis oídos, literalmente ella me hizo subir con ella en casa uno de los juegos mecánicos, gané un enorme oso de peluche y ella me lo arrebató con tanta

emoción que nunca vi cuando daba lujos a otras mujeres.

-Muero de hambre, que dices si vamos por algo de comer ? -pregunto Alina al bajar de la rueda de la fortuna por quinta vez.

-Me parece una excelente idea, a donde quieres ir a comer?

-Como que a dónde, aquí mismo, muero por unos hot dog, no creo que afecten esos abdominales, oh vaya fue una broma lo siento -se excusó Alina avergonzada.

-No tienes que disculparte, conmigo puedes ser tu, espontánea y bromista ok, y claro que no afectarán mis abdominales.

Comimos hot dog y gaseosas, es tan sencilla que cada cosa me hace sentir más atraído.

Era casi la una de la mañana cuando decidimos salir del parque, guarde su peluche en la parte trasera del auto y luego ella subio adelante.

-En el camino hablamos un poco sobre lo vivido en el parque, sus ojos brillaban y sus carcajadas eran tan explosivas que de la nada me hacían reír.

Llegamos a su casa y la ayude a bajar, la acompañe hasta la puerta .

-Gracias por esta noche Raúl, no recuerdo cuando fue la última vez que me divertí tanto, se que fui muy grosera el primer día y no me excusó pero era un mal momento, lo siento.

-Me da gusto verte así de alegre, me gustaría verte de nuevo Alina, y no tienes que disculparte, fui un tonto ese día, que pases una bonita noche.

-Gracias, linda noche tengas tu también, gu, guardaré tú, tú, número, adiós - tartamudeó Alina por los nervios.

Moría por besarla pero sus nervios eran evidentes, ella definitivamente no es el tipo de chicas que acostumbro conocer, no quise meter la pata así que me acerqué a ella y bese su mejilla...

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