INCLUSO SI ME TRAICIONAS

...Un pequeño Keres estaba jugando en el campo mientras su madre araba la tierra. Recordaba perseguir una hermosa mariposa negra....

...La mariposa se detuvo y parecía mirarlo, las alas negras empezaron a intentar acercarse a él mientras el retrocedía intentando no lastimarla para seguir viéndola volar....

...Al retroceder, su espalda chocó contra una armadura, giró para atrás y vio a un grupo de caballeros. Y el que estaba al frente habló mientras mataba a la mariposa:...

...«Disculpe las molestias, mi nombre es Harold, líder de los caballeros imperiales de Kardext, de casualidad ¿Usted se llama Keres?»...

Keres despertó de su sueño y se encontró con el techo de su tienda de campaña. Se sentó y se frotó los ojos de un hermoso celeste claro y brillante.

[¿Me volví a dormir? Debía estar muy cansado, aunque eso no debería ocurrir, he pasado días sin dormir en las guerras]

Miró a su lado y su esposa no estaba.

[¿Qué hora es?]

Se levantó y estiró los brazos. Empezó a quitarse el pijama que traía.

«¿? ¿Me cambié antes de dormir?» [No recuerdo haberme puesto el pijama]

Completamente desnudo caminó hasta la silla en dónde estaba su ropa, apenas estaba agarrando una prenda cuando Oona entró muy alegre trayendo una charola de comida.

«Keres mira lo que hice... para... tí...»

Oona miró todo el cuerpo de un inmobil Keres, de arriba a abajo. Hasta que Keres reaccionó y se cubrió con su misma ropa.

«¡¿Qué clase de reacción es esa?! Grita o cubrete los ojos Oona»

Pero Oona sólo sonrió cálidamente mostrando su charola.

«Te preparé el desayuno yo solita»

«¡¿Estás prestando atención a lo que digo?! ¡Date la vuelta inmediatamente!»

Keres no podía creer que Oona inflara sus cachetes como haciendo algún tipo de puchero mientras se daba la vuelta como si le molestara hacer eso.

Estaban en silencio y Keres trató de cambiarse rápidamente mientras notaba las mejillas sonrojadas de su esposa, aunque, no podía ver la expresión que tenía ahora mismo, no entendía por qué agitaba las manos sobre su cabeza como si intentara borrar algo.

Sólo bastó unos segundos para estar listo, después de todo, todavía era un soldado que constantemente estaba en guerra.

«Ya puedes dar la vuelta»

Dijo, y Oona giró para mirarlo, aún con las mejillas un poco sonrojadas ofreciendo otra vez su charola.

«Yo te hice el desayuno»

«¿Huh?» [¿Ella lo hizo?]

Los signos de interrogación volvieron a bailar sobre la cabeza de Keres.

[Es la princesa Oona Sinclair Elentia, siempre estaba lejos del ojo público, pero ¿Qué princesa en este mundo cocina? Es una princesa por algo ¿No? Se supone que tuviste sirvientes]

Estaba confundido, y todavía dudando de que las delicadas manos que había visto desde su boda hicieran tal cosa como preparar el desayuno.

Ahora mismo, buscó mirar sus manos en dónde todo estaba casi impecable si no fuera por las leves heridas que ya tenía a medio proceso de sanar, de seguro por ser castigada en su celda por meses.

[No importa si sabía o no. Hizo el esfuerzo de prepararme algo a pesar de todavía estar herida. Eso debe ser suficiente]

Tomó la charola y se sentó en el suelo para tomar una porción del guiso. Se tomó su tiempo para saborearlo antes de tragar mientras soportaba la intensa mirada de su esposa.

[Es muy obvio que está esperando que diga algo. Deja de mirarme así]

Saboreó otro bocado y la miró luego de tragar.

«Está comestible»

«¿Eh?» [¿No está delicioso? Antes cocinaba comida peor y decía que estaba delicioso]

«Esta un poco salado, pero es soportable»

Oona puso una cara triste y cayó al suelo asustando a Keres.

«N-no te pongas así, me lo voy a comer todo ¿Está bien?»

Keres no sabía que hacer cuando Oona empezó a querer llorar mientras ella pensaba.

[Así que siempre me mentiste, me engañaste todo ese tiempo que te estuve cuidando en la cueva. Ahora tiene lógica porque tardabas en recuperarte. Deberías haberme dicho]

Él dejó la charola a un lado tratándose de acercarse a ella.

«¿Oona?» [Maldición, maldición, maldición, por favor no llores, a partir de ahora diré que es "deliciosa" sin importar lo que prepares]

Oona no pudo evitar llorar asustando más a su esposo. Y aunque él intentó decir algo, fue silenciado en el momento que Oona se lanzó a abrazarlo con un...

«Te odio»

«¡¡!!»

«Te amo, te amo mucho»

[¡¡Decídete!!]

Keres sentía que le dolía la cabeza.

Sintió cómo la cara de Oona se acercó a su cuello, sentía aquellos delicados labios tan cerca...

«Ugh» [¿Pero qué?]

Sus ojos celestes se cerraron mientras sentía la dentadura de Oona dejando su cuello. Al alejarse, Keres pasó sus dedos por dónde le había dolido. Sus yemas recorrieron la marca de los dientes y en completo shock miró a su esposa que parecía muy satisfecha con lo que hizo.

«¿Por qué me mordiste?»

«Porque sí»

«Eso ni siquiera tiene sentido»

«De todas formas, te traeré la comida que preparó el cocinero»

«No hace falt-»

«Por cierto esposo»

«¿Hum?»

«¿Me darías todo tú dinero?»

«... ¿Y eso cómo para qué o qué?»

«El 50% para la reconstrucción de la mansión, tenemos que contratar gente, voy a buscar en el territorio de mi marido»

«...» [Eso mejoraría mi territorio, pero no hay lugar de dónde sacar dinero además de mi pago mensual como ejército de su majestad, y eso sólo me alcanza para pagar a mis hombres]

«Y el otro 50% será para crear medicinas»

«¿Medicinas?»

«Conozco a un estupendo lunático de las plantas, ama a todas sin distinción, sean normales, raras, venenosas o muertas. Las tierras de mi esposo son fértiles, podemos construir granjas, ganamos dinero y generamos trabajo»

«¿Lo conoces?» [No ha salido de la prisión del palacio Imperial de Kardext en 5 años, ¿Cómo es que conoció a alguien?]

Pero Oona pareció ignorar su pregunta y en cambio dijo:

«Aunque hay un pequeño problema con él»

«¿Hum?» [¿No era suficiente con que esté loco?]

«Como mencioné, es un lunático, así que para financiar sus experimentaciones... pues, robó a quién no debía y ahora mismo está en la prisión de Agenón, será ejecutado en 3 días»

A Keres le volvió a doler la cabeza. Ahora mismo quería saber cómo es que su esposa sabía tanto de acontecimientos recientes, cuando apenas si había sido liberada hace unos días.

«No tengo jurisdicción en la prisión de Agenón, si estás intentando decir que yo lo saque. Además, no me llevo bien con el Duque Hormadia, que está a cargo de la prisión de Agenón»

Oona tomó su mano con una mirada de súplica.

«Por favor esposo, te prometo que te haré inmensamente rico» [Tan rico que superarás la riqueza de la familia imperial]

«Ciertamente el dinero es tentador, pero no quiero llamar la atención de Davor» [Si sabe que intentamos progresar hará algo para que caigamos. Y no me quiero imaginar lo que pasará por su cabeza si se entera que Oona no me odia, o eso es lo que ella dice, no hay forma de que no me odie después de toda esa masacre a su familia y hogar. Tal vez, incluso esté planeando algo para desollarme en el futuro]

Miró a su esposa que también parecía estar pensando en algo, aunque parecía desagradable para ella por como arrugó su frente. Tocó su mejilla con suavidad, lo que hizo que Oona lo mirara.

«Esposo»

Por primera vez desde que se casó con esa mujer, sonrió con ligereza, una sonrisa que hizo sonrojar a Oona sin saber lo que él pensaba.

[Incluso si me clavas una espada en el corazón más tarde, creo que me lo merezco. Y lo aceptaré con calidez, si eres tú la que lo hace, mí adorable esposa]

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