Primera misión.

El demonio me pronunció estas palabras:

Anfitriona su misión es ser una verdadera villana, Victoria sufrió muchos abusos de parte de su madrastra Anastacia Horlent, hija del Conde Augus Horlent, debes tomar venganza y matarla, recuerda no debes tener piedad, ella debe ser asesinada pero no por usted misma sino por otra persona.

Sonreí:

- No te preocupes lo haré perfectamente.

Llame a las criadas:

- Búsquenme una ropa decente para bajar a la fiesta.

Las tres criadas se empezaron a reír:

- Una basura como usted no debería bajar, será la burla de su padre, además estamos en el palacio por unos días y tú madrastra decidió que te quedarás en la habitación.

Me empecé a reír:

- Ha ha ha Asi que soy una basura.

Use mi magia demoniaca y destruí sus mentes, las volví tres marionetas sin conciencia propia, liberé sus armas.

Las almas de las tres criadas clamaban por misericordia:

- ¡Piedad!

Sonreí:

- ¿Que es tener piedad?

Tomé sus almas y la entré en cuerpo de tres Ratas que casualmente estaban enjauladas en mi habitación para torturarme.

Ahora los cuerpos de las criadas son marionetas que puedo controlar y usar, mande a los cuerpos a traerme un vestido negro sensual, unos zapatos negros; pinte mis uñas de negro y me vestí estilo gótica, baje a la fiesta, ya todo se había calmado y todos regresaron.

Todos me miraban, mi madrastra estaba furiosa y me susurró estas palabras al oído:

- Estupida Rata ¿Quien te pidió salir?

Le respondí:

- Salí por que quiero y por que puedo.

Ella sonrió y me amenazo:

- Te arrepentirás, voy hacer de tu vida un infierno.

Albert me miro y me tomo de la mano:

- Es usted muy hermosa.

Me dio asco ver como esa Rata besaba mi mano, quería matarlo hay mismo pero tenía que controlar mi ira.

Le respondí:

- Gracias su majestad.

Con un tono coqueto toque el rostro de su majestad:

- Es usted el hombre más hermoso su majestad, su pelo Rubio, sus ojos Violeta, es usted una belleza.

Rosaline se veía furiosa, puso una cara de rabia.

Rosalie pronunció estas palabras en su mente:

- Maldita perra, la matare, nadie me robará al príncipe.

Repentinamente un hombre de cabello negro, ojos Rojos,era el hombre que salve esa noche fría, se acercó a mi.

El me pronunció estas palabra al oído:

- Señorita percibo magia oscura en usted, las pecadoras que usan magia oscura deben ser castigadas.

Le sonreí:

- Castígame si puedes.

El se marchó con enojo.

Salí al balcón un momento y el hombre que salve esa noche volvió a aparecer estaba vez con una espada.

Con un tono dominante me pronunció estas palabras:

Yo soy el segundo principe Frederick, con tu falsa apariencia de bebe buena no me engañas, pude notar tu odio hacia mi hermano ha ha ha

Sonreí:

- Lo mismo digo, así que eres el famoso Frederick conocido como el bastardo, un príncipe sin escrúpulo que no tiene limites capaz de matar a su propia madre.

El con una mierada fría respondió:

- Soy un hdp sin piedad pero no mate a mi madre, fue Albert y su madre, odio a ese maldito con toda mi alma.

Sonreí:

- Yo lo odio a un más, prometo que cuando llegue el momento se lo dire,hagamos un pacto.

El sonrio:

- Usted debe hacer algo para ganar mi confianza.

Le respondí:

- Usted también tendrá que ganar mi confianza.

El respondió:

- Me parece perfecto, mata a la mamá de Albert y yo haré lo que sea por usted.

Sonreí:

- Con mucho gusto, usted tendrá que matar a mi madrastra, quiero verla sufrir un infierno.

Ambos aceptamos el trato mutuo.

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