Camuflandose...

____ Señorita Sotomayor, la denuncia la debe poner su madre directamente, nosotros le ayudaremos con los dictámenes médicos que corroboran su lamentable estado de salud a causa del maltrato. Dijo la doctora.

____ Gracias por la información, espero que mi madre finalmente acepte hacer lo correcto. Respondió sin ánimo Karina.

Karina estaba dispuesta a convencer a su madre de que denunciara a su papá, ella no deseaba que su madre siguiera viviendo en su casa con su verdugo.

Karina regresó a su silla y se sentó, mientras su mente divagaba imaginando una vida diferente para ella y su madre, Juan Diego la observaba atentamente.

____ Señorita Sotomayor que le parece si vamos afuera comemos algo y luego regresamos, como ya lo dijo la doctora su madre deberá quedarse unos días aquí y si usted quiere cuidarla primero debe cuidarse a sí misma.

Karina dirigió su mirada hacia el pabellón donde se encontraba su madre. Juan Diego noto la preocupación en la jovencita y dijo:

____ No se preocupe ella estará bien. Le dijo para tranquilizarla, mientras le tocaba suavemente el hombro.

Karina lo miro un poco prevenida y después de pensarlo por algunos segundos, camino hacia la salida.

Él la llevó a un restaurante cercano y ordenó por ella al ver que la pelinegra estaba indecisa. Juan Diego se portó como todo un caballero, aunque le molestaba mucho ver que la joven llamaba la atención con su ceñido traje deportivo. Se decía así mismo que eso iba a cambiar en cuanto ella fuera su novia.

____ ¿Karina puedo tutearte? Dijo con mirada penetrante.

Karina salió de sus pensamientos.

____ Supongo que sí, finalmente usted me ha ayudado mucho.

Juan Diego sonrió complacido.

 ____ Karina a partir de este momento me haré cargo de tu madre, no quiero que te preocupes por nada.

____ No entiendo por que usted digo tú te tomarás esta molestia, finalmente mi madre y yo somos dos extrañas para usted. Expreso ella con desconfianza.

____ Seré muy sincero contigo Karina, No suelo inmiscuirme en los problemas de nadie, menos en los de las mujeres, pero desde que te vi está mañana, solo he deseado estar cerca de ti y ayudarte en lo que sea necesario.

Karina se quedó perpleja,

____ ¿Y qué pedirás a cambio?, no creo que un hombre como tú hagas algo sin esperar recibir algo a cambio, Le pregunto haciendo que él sonriera.

____ Me encanta que seas directa como lo soy yo.

____ Lo único que pido a cambio es poder conocerte.

____ ¿De qué manera me quieres conocer? Objeto ella con desconfianza.

____ De la manera que tú me lo permitas. Respondió sereno.

____ También seré sincera contigo, no estoy interesada en permitir que ningún hombre me conozca de alguna forma, así que si ese es el precio por la ayuda que me estás ofreciendo, no la quiero.

Karina habló con firmeza, Juan Diego esbozó una sonrisa al escucharla. Era justo el tipo de mujer que él deseaba: alguien que no estuviera interesada en conocer hombres, alguien que no tuviera experiencia en el amor.

____Tranquila, Karina, dijo Juan Diego, su voz suave y tranquilizadora. ____No te sientas presionada. Dejemos que las cosas fluyan poco a poco. No te quiero cobrar nada".

Karina respiró más tranquila, aunque no podía evitar sentir un poco de desconfianza, desconfianza que atribuía al hecho de que los únicos hombres que conocía eran su padre y sus hermanos por lo que su percepción de los hombres era bastante distorsionada. Ella había crecido en un hogar disfuncional, donde su padre, Alfredo Sotomayor, era un hombre violento y controlador. Karina había visto cómo su madre, Amanda, sufría en silencio, y cómo su padre la maltrataba sin remedio.

Pero lo que Karina no sabía era que Juan Diego Morales tenía un secreto justamente la razón de su desconfianza. Él había cumplido con la promesa que le hizo a su futuro suegro, Alfredo Sotomayor. Personalmente se había encargado de que Amanda no denunciara a su esposo por violencia intrafamiliar.

Karina entro a la habitación donde estaba su madre, en cuanto la doctora le confirmo que podía ingresar.

____Mami, por favor, te lo ruego, denuncia a mi padre, le decia d Karina a su madre con voz suplicante. "No puedes continuar así, no esperes a que sea demasiado tarde".

Pero Amanda había negado con la cabeza. ____No, hija, no pienso arruinar la reputación de nuestra familia por algo que podemos solucionar.

Karina se había sentido frustrada y enfadada. ____¿No puedes ver que eso no es amor?" "¿Los golpes y el maltrato dudo mucho que sean una demostración de amor verdadero?"

Amanda miraba a su hija con una mezcla de tristeza y resignación. ____Hija, tú no lo entiendes. Tu padre me ama a su manera, y yo lo amo a mí manera. Es solo que a veces no puede controlar su ira.

Karina se había sentido anonadada. ¿Esa era la forma correcta de amar? ¿Los golpes y el maltrato eran parte del amor? Ella no lo creía, y había decidido que no quería amar ni que la amaran de esa manera.

____ Mami te juro que por más que intento entenderte, no lo logro, si esa es la forma en la que un hombre ama a una mujer, te aseguro que no quiero que ninguno me ame.

Amanda tomo entre las suyas las manos de Karina. ____ Tu eres distinta a mí, seguramente el destino tiene para ti un príncipe de cuento de hadas uno que sabrá amarte de una forma diferente.

____ Lo ves hasta tu tienes claro que ese supuesto amor que mi padre siente por ti no es el correcto, no acepto que tú le permitas que te pisotee como lo hace.

En cuanto termino de hablar, Karina salió de la habitación de su madre muy frustrada, dejando que las lágrimas invadieran sus ojos.

Juan Diego la observo a lo lejos y como todo un caballero se acercó a ella imaginando que quizás el estado de salud de Amanda había empeorado.

____ ¿Estás bien? ¿Pasó algo con tu madre?

____ No, ella está bien. Dijo mientras se secaba las lágrimas.

____ ¿Puedo saber porque lloras? Preguntó mirandola fijamente.

____ Es solo que me afecta ver a mi madre en esta situación, mintió Karina para no hablar de lo que realmente ocurría.

Los siguientes días Juan Diego estuvo pendiente de Karina y de su madre. Ganándose lentamente la confianza de la pelinegra que lo tenía encantado.

Juan Diego estaba actuando como un camaleón disfrazando sus verdaderas intenciones en actos de bondad aparentemente desinteresados.

El hombre se ocupó de pagar los gastos médicos de Amanda. Al igual que de recoger y llevar a Karina todos los días de la casa al hospital.

En todo el tiempo que Amanda estuvo hospitalizada, ni Fernando, ni Joel y mucho menos Orlando los hijos de Amanda y hermanos de Karina fueron a visitarla.

Juan Diego se convirtió en el fiel compañero de Karina, aunque ella aún no confiaba totalmente en el magnate, el hombre habia logrado ir derribando lentamente las barreras que tenía Karina.

____ Juan Diego quería agradecerte por todo lo que has hecho por mi madre y por mi. Decía ella mientras, tomaba su capuchino junto a Juan Diego.

____ No tienes que agradecer, por tí haría lo que fuera. Hablo el hombre con mirada coqueta y sonrisa seductora.

____ Hoy le dan el alta a mi madre, así que finalmente todos retomaremos, nuestra vida. Hablo Karina sonriendo.

____ Karina no quiero perder el contacto contigo después de la recuperación de tu madre, quiero que me dejes acercarme a ti.

Karina estaba tan feliz por la recuperación de su padre, que acepto seguir en contacto con Juan Diego ignorando que el solo se estaba camuflando.

Juan Diego será la peor pesadilla en la vida de Karina y ella se arrepentirá de no haber estado atenta a su intuición y ignorar todas las banderas rojas de alerta que aquel hombre le dejará ver...

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