Los abuelos.

El silencio se rompió con la dulce voz de una mujer de avanzada edad. La esposa del hombre que hervia de rabia justo a Hernán, la señora Ismelda!

Ismelda: Hola mi niña, tu debes de ser la esposa de mi segundo nieto. ( la anciana me recibió con una cálida sonrisa sin maldad alguna en ella).

Apenada por la situación agache la cabeza, mientras me jalaba el espantoso vestido que me había obligado a usar Maritza.

Felisia: es un placer conocerla señora!! ( dije con voz tenebrosa).

La amable señora se percató de mi incomodidad y me sujeto del brazo llevándome hacia el gran salón de su hogar.

Viendo mi oportunidad de que Maritza estaba distraída protegiendo a su hijo, aproveche y le susurre bajo a la abuela.

Felisia: abuela la verdad me siento muy apenada por mi aspecto en estos momentos. La verdad es que jamás he usado este tipo de atuendo y francamente me siento muy vulgar.

La señora noto que yo decía la verdad, ya que ella me conocía desde antes y sabía a la perfección que mi madre no nos había criado de esa manera.

Ismelda: No te preocupes mi niña, yo se que clase de jovencita eres y se que esto es todo obra de Maritza. Ven acompañame que te tengo un presente para ti.

Al entrar en una bonita habitación me encuentro sobre la cama un vestido de tela suave, suelto y largo hasta los talones, también zapatos cómodos y un chal muy fino y delicado. Todo lucía impecable y de mi talla exacta.

Felisia: muchas gracias abuela, eres la mejor ! __ ( la anciana se retira de la habitación dando espacio para que Felisia se cambie tranquila).

Ya cambiada y mas cómoda bajo las escaleras y diviso a todos al rededor de la mesa. Doy un saludo cordial a los señores de la casa y me presento de forma elegante.

Fausto: Es un placer darte la bienvenida a mi familia mi niña, y me disculpo por la escena tan desagradable que precenciaste.

Felisia: No hay nada que disculpar señor, entiendo a la perfección la situación.

Maritza abrió los ojos como platos, pero sin poder reprochar ni una sola palabra. Por su parte la señora Ismelda me pregunta si ya me siento a gusto con la ropa.. ( agradezco el lindo gesto)

Felisia: Claro, muchas gracias señora, ahora si puedo respirar. __( la señora sonreír gustosa por mi respuesta). Maritza no pierde la oportunidad para soltar su veneno.

Maritza: ¿Porque te has cambiado de ropa?.. ¿Acaso te daba pena la clase de atuendo que decidiste usar para una ocasión tan especial ? __( ella sabía a la perfección que fui obligada a lucir tal espantoso atuendo, pero eso jamás lo aceptaría). Pido disculpas por mi descuido..!!

_¿Que acaso no piensas desayunar? se escucha en seco. Me disculpo nuevamente y pruebo un bocado. _ Ya déjala desayunar tranquila. Le replica la señora ismelda .

Felicia: La verdad es que no me siento muy bien. ____ Antes de tomar otro bocado me levanto y corro hacía el baño. Los excesos de la noche anterior me es tan jugando una mala pasada.

Después de unos momentos me lavo bien la cara y me quito todo ese horrible maquillaje, me hago una coleta alta y salgo totalmente al natural. Todos en el comedor se quedan observandome, en especial Hernán, que me ve con ojos desconcertados. Como si yo y la chica del día anterior fuéramos dos personas diferentes.

Felisia: Me disculpo nuevamente por arruinar su delicioso desayuno. creo que algo de lo que comi durante la boda me callo muy mal .

Ismelda: Oh mi niña ya deja de disculparte, de seguro no te sientes bien y quien si.? después de tanto escándalo y mas cuando ni siquiera han pasado 24 ha de casada. La señora deja bien en claro que yo soy de su total agrado, y que nada de lo que Maritza haga o diga ara que ella cambie opinión.

Hernán Di Santos..!!

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