Dama —Oh, adorable caballero, no negaré que su propuesta me ha tomado por sorpresa. Hace siglos que recibía propuestas de hombres que ni siquiera me amaban o conocían, ni siquiera ellos subían a la colina, y el primer hombre que lo hace, solo me pide qué posee para un retrato. Esta propuesta me ha halagado, nadie nunca me había ofrecido el puesto de musa. Sin embargo, con gran desdén, me atrevo a rechazarla. No es a mí a quien busca retratar, dices que de belleza debo gozar, y eso es una vil falsedad.
Narradora
El joven dejó de tocar, y se dedicó a observarla.
Kraham
Krahan—¿Por qué llevas un velo?
Narradora
— Es lo único que se atreve a preguntar.
Anthousai
Dama— Porque la belleza es un crimen, de la cual fui sentenciada a ser libre.
Narradora
Krahan la observa con un poco de confusión en su rostro, antes de decir
Kraham
No entendí. ¿Me podría ser más específica?
Anthousai
Dama— Que la belleza es el crimen del cual yo soy inocente.
Narradora
Krahan logró entender la metáfora en esas palabras.
Kraham
Desde muy joven escuche que su belleza es despampanante.
Narradora
La damisela giró su rostro hacia él, aunque ella estaba oculta en su velo, podía verlo perfectamente.
Anthousai
Cuyo rumor empezó un pobre diablo borracho
Narradora
Comentó ella, lo cual sorprendió a Krahan, por la franqueza en sus palabras.
Anthousai
Cubro mi rostro por algo que me falta, pero de la cual el pueblo al parecer no está enterado.
Narradora
Krahan aún la observaba, no podía creer lo que aquella dama hablaba.
Kraham
Me dices que careces de belleza.
Anthousai
Muy bien Krahan, diste en la diana.
Narradora
Krahan, la miro asustado y sorprendido.
Kraham
¿Cómo sabes mi nombre?
Anthousai
Sé todo, todo poder contrae una gran maldición"
Kraham
¿Me dices que eres una bruja?
Narradora
Preguntó, pero está vez no estaba asustado, en el florecía una gran curiosidad
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