Capítulo 2

Carla también sintió que su audición comenzaba a fallar, poco a poco dejaba de oír nada, cuando a lo lejos escuchó la voz de alguien gritando su nombre.

Carla sintió como si sus oídos estuvieran tapados con algo, y poco a poco dejó de oír nada en absoluto.

Oscuridad, silencio, completa tranquilidad.

......................

"¡Hahh... hahh... hahh!"

De repente, Carla sintió mucha dificultad para respirar, lo que la sacó de golpe de su sueño.

Se sentó erguida en su cama, con el pecho oprimido inhalando aire con avidez.

Un sudor frío goteaba de su cabeza, fluyendo hacia su frente.

Carla sentía mucho dolor en el cuerpo. Recientemente la habían obligado a beber un líquido, que entró y fluyó por su garganta.

Haciéndola sentir dolor, quemando su pecho e intestinos, haciéndola soportar un dolor muy tortuoso, con el cuerpo incapaz de moverse.

Los ojos de Carla miraban fijamente a su alrededor, viendo dónde estaba.

"¿Esta es... mi habitación?" murmuró Carla mirando su habitación, "¿Qué pasó? ¡Parece que no podía sentir nada!"

Carla tomó el calendario de escritorio que estaba sobre la pequeña mesa junto a su cama.

"¿¡Hah!? ¿¡fe.. fecha y año anteriores!? ¿¡A.. acaso he resucitado de mi muerte!?" el rostro de Carla se iluminó, e inmediatamente se bajó de su cama.

Corrió hacia su tocador.

"¿¡Hah!?" se sorprendió al ver su rostro como el de un payaso, "¡He.. he vuelto... he vuelto otra vez!"

Carla miró su cuerpo y su rostro, y la fecha en el calendario, resultó que había renacido un año antes.

Donde Ivanka entró en la relación entre ella y su tío, Bastian.

Recordó que Ivanka la empujó a la piscina, e Ivanka la acusó de llamar la atención de Bastian, arrojándose a la piscina.

Recordando eso, Carla sonrió fríamente, porque la respuesta de Bastian en ese momento, fue creer lo que dijo Ivanka.

Ahora que ha regresado, nunca más buscará la atención de Bastian.

Dejará que Bastian e Ivanka tengan una relación, hasta que se casen.

Ahora, porque ha renacido, cambiará su destino, vivirá su propia vida alejándose de Bastian.

"¡Dios mío! ¡Mi rostro es como el de un payaso, por escuchar a la estúpida de Ivanka, me he convertido en el hazmerreír de todos!" Carla miró su rostro, que llevaba un maquillaje exagerado.

¡Dios mío! Carla también vio el modelo de ropa que llevaba puesto.

Muy pueblerina, y muy vergonzosa, realmente como un payaso.

"¡Tengo que cambiar mi apariencia, por qué antes confiaba tanto en lo que me sugería esa estúpida de Ivanka, ck! ¡Ck! ¡Qué lamentable soy!"

Carla negó con la cabeza, mirando su apariencia, que era muy vergonzosa.

Carla luego se quitó todo el maquillaje de su rostro hasta que quedó limpio, sin dejar ni un poco de restos de maquillaje.

Los ojos de Carla no parpadearon mirando su rostro en el espejo, realmente muy hermosa, con una piel lisa como porcelana.

"Antes no prestaba mucha atención a mi rostro, detrás de ese maquillaje grueso, porque confiaba demasiado en Ivanka" murmuró Carla sola, mirando su rostro en el espejo.

"Ella decía, que una chica para seducir a un hombre, debía vestirse con una apariencia glamorosa, resulta que quería ocultar mi hermoso rostro, para que Bastian no se enamorara de mí" murmuró Carla observando la piel blanca y limpia de su rostro.

"¡Huh! esta vez... ¡No seré tonta otra vez! Quiero divertirme disfrutando de mi vida, me importa un bledo Bastian y la estúpida de Ivanka, aunque quieran besuquearse frente a mis ojos, ya no estaré celosa, no quiero morir por segunda vez" murmuró Carla sonriendo mirando su hermoso rostro frente al espejo.

Luego, rápidamente fue a ver el contenido de su armario, "¡Dios mío!!"

Carla se sorprendió al ver su ropa, que colgaba dentro del armario, toda ropa glamorosa con colores chillones.

Carla resultó ser realmente daltónica, después de que Ivanka la provocara sobre la elección de la ropa.

Rápidamente, Carla tomó una por una las prendas de su armario, y las arrojó al suelo.

"¡Tina!!" gritó Carla.

"S.. sí, señorita, ¿resulta que ya se ha despertado de su desmayo, señorita?" respondió una sirvienta entrando en la habitación de Carla.

Pero, de repente se sorprendió mirando a Carla, "¿Qui.. qui.. quién eres tú?" preguntó al ver a Carla.

"¿Qué más... no ves quién soy?" preguntó Carla acercándose a Tina.

"¡Hah! ¿e.. es us.. usted la se.. señorita Carla!!"

"Sí, ¿quién más iba a vivir en esta habitación, si no yo?" preguntó Carla hosca a Tina, la sirvienta que siempre se ocupaba de las necesidades de Carla.

"Pe.. perdóneme señorita, usted es muy hermosa, tanto que me he quedado desconcertada, ¡y no la reconocí!" respondió Tina sintiéndose culpable.

"¡Basta! no actúes tanto, tira toda esta ropa, ¡que no quede ni una sola en mi habitación!!" ordenó Carla con firmeza.

"¡Está bien, señorita!" asintió Tina.

Continuará.....

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