capítulo 5 la salida

los días pasaron y marianela evitando al doctor ya tenía una semana desde la última vez que se vieron Ella siempre buscaba la forma de que él no la viera ella se preguntaba por qué no podía sacarlo de su mente esa última vez que lo vio él le dijo al oído que tenía unos labios provocadores me gustaría besarlos y ella muy nerviosa se fue a su carro y arrancó él se quedó ahí viendo como ella se iba. Felipe esos días la buscaba la esperó en el ascensor pero nada y pensaba será que hice mal la asusté será que piensa que soy un pervertido Dios tengo que hablar con ella voy a ir a su consultorio No sé pero tengo que verla mientras se dirigía al consultorio de la doctora y va pensando cómo pedirle disculpas al llegar y ver a Rosita Felipe buenas tardes se encuentra la doctora Rosita Sí claro doctor ya le aviso que usted está aquí Rosita agarra el teléfono doctora el doctor Montes quiere verla marianela Dios hágalo pasar Rosita pase doctor marianela doctor Qué hace por acá si es sobre un paciente me hubiese mandado su historia para que no se tome tantas molestias en venir Hasta aquí Felipe doctora no se preocupe no es un paciente es algo personal quería disculparme por lo de la última vez que nos vimos marianela no doctor No no estoy molesta por eso solo que no nos hemos visto mintió Felipe en ese caso doctora quiero salir con usted le gustaría marianela yo doctor es que no sé Felipe diga que sí solo es un café como colegas el sábado a las 7 de la noche quedaba en pasar Felipe por marianela quedaron ese día que salieron temprano y se dijeron sus números A las 6 de la tarde suena el cel de ella es un mensaje a las 7 paso por ti ella al verlo suspira que voy a hacer será que disfruto de mi noche con él bueno tenía tiempo que no me gustaba un hombre sí lo voy a hacer se arregló maquillo se puso un vestido azul pegado al cuerpo y sus zapatillas altas soltó su cabello y ya quedó lista Al poco tiempo tocó el timbre y ella abrió al verlo quedó más que enamorada el hombre llevaba una camisa manga larga blanca y unos pantalones negros con los dos botones y abotonar qué hacían ver su pecho el perfume la volvía loca ella al despertar de su atontamiento lo saludó cómo está doctor él le dijo no me llames doctor Llámame Felipe a secas ella dijo Bueno Felipe tú me puedes llamar Marianela él le dijo estás preciosa pareces un ángel ella se sonrojó y mordió su labio él le dijo Bueno salgamos a cenar ella le dijo y no era solo un café y él dijo el café solo era una excusa para que me dijeras que sí a la salida ella lo miró y se quedó muda