Abrió los ojos lentamente y lo primero que sintió fue un apremiante dolor en las sienes, seguido de más sensaciones dolorosas como espasmos por todo el cuerpo. la chica se incorporó como pudo, todavía desorientada y se sobresaltó al darse cuenta que no estaba en la alcoba de su casa. el suelo y las paredes blancas, el mobiliario minimalista y elegante constaba de una pequeña sala negra con un par de sillones y una mesa de centro, un gabinete dónde reposaba una TV de pantalla plana y algunos otros objetos. entre ellos su bolso. Mina Graham parpadeó un par de veces sorprendida. ¿pero en dónde estaba?
-hola -dijo una vocecilla junto a ella. la joven volteó y encontró a una hermosa niña pequeña, sentada en una silla a un lado de la cama. era rubia, de ojos claros y piel blanca. llevaba un encantador vestido en tono arena con bordados en hilo dorado que tenían la forma de un pato con alas extendidas. Mina la observó con atención y los recuerdos vinieron a su memoria... esta niña...
-¿ya te sientes mejor?
-tu eres la niña de anoche... -Mina se llevó una mano a la cabeza. todo lo ocurrido la noche anterior volvía a su memoria, desde su enfrentamiento con el odioso de su jefe seguido de esa carrera que hizo hasta llegar al centro y finalmente arrojarse frente a un auto en movimiento para apartar a una niña y salvarla de ser arrollada.
-gracias por salvarme.
-que bueno que estás bien - sonrió un poco. luego su mente regresó a la realidad. ¿cuánto tiempo había estado aquí? ¡su abuela debía estar muerta de preocupación! no llegó a casa y ni siquiera avisó que saldría tarde. ¡tenía que volver de inmediato! trató de levantarse pero apenas hizo el intento un vértigo espantoso la obligó a buscar apoyo en la cama y sentarse nuevamente.
-dios mío...
la puerta se abrió y por ella entró un apuesto hombre alto y muy bien vestido. su solo porte era suficiente para llamar la atención. la pequeña en la silla se levantó y corrió a abrazarlo en seguida.
-¡papi!
-hola, cariño. Lucy está afuera esperándote, ve con ella. -la pequeña negó con la cabeza
-no quiero, quiero seguir cuidando a mi amiga. ¿ves? todavía no se cura. - el hombre le sonrió y acarició su cabecita rubia con ternura. Mina le observaba embelesada. él apartó la vista de la niña para posarla en su frágil figura y la muchacha se estremeció un poco. tenía unos ojos grises que robaban el aliento y una mirada duramente hermosa, serena y algo melancólica. la pobre chica se llevó una mano al pecho sintiendo que los colores se le subían al rostro. de pronto se sintió intimidada, abrumada. él tan elegante y bien vestido y ella con una bata...
-yo me encargaré de tu amiga, ve con tu hermana a almorzar. -la niña hizo un mohín de disgusto pero bastó solo una mirada de su padre para que asintiera y saliera sin replicar nada más. cuando la puerta se hubo cerrado ellos finalmente quedaron a solas. Mina no sabía que hacer. el hombre se había quedado ahí de pie sin decir nada más y ella no encontraba su voz, al parecer se atoró en su garganta porque no lograba hacerla salir.
-Noland Parker. - dijo. ella apretó los labios y el puño en su pecho. ¿cómo sabía de su jefe? - ese hombre te hizo daño, ¿no es cierto?
-pero cómo... -no siquiera la dejó terminar. caminó hasta quedar delante de ella, la chica seguía sentada en la cama y mirándole con sorpresa, el la tomó suavemente por los hombros y le miró fijo.
-no volverá a molestarte.
-pero...
-por ahora debes descansar. lo mejor será que duermas un poco más.
-mi abuela...
-ya me he encargado de todo. -fue todo lo que dijo antes de soltar a la muchacha y dirigirse a la puerta. antes de salir volvió a mirarla sobre el hombro - por cierto, Gracias por salvar la vida de mi hija. volveré más tarde.
-¡espere!
-descansa.
y dicho esto salió de la habitación. Mina Graham se quedó ahí sin saber bien que hacer. ese hombre no le dijo mucho. ni dónde estaba, ni quién era él, mucho menos darle una explicación de lo que había pasado. ella conocía una parte de la historia pero no el qué ocurrió después que el auto la golpeara y cayera al pavimento inconsciente. tampoco podía hacer mucho. no sabía dónde estaba su ropa, y sus cosas estaban en el bolso de aquel estante. bueno, podría tomarlo y tratar de llamar a su abuela desde el móvil, pero el solo levantarse de la cama le llevó más esfuerzo del que había pensado, ni hablar de caminar hasta ahí.
-que hago, dios mío...
un par de golpes en la puerta alertaron a la joven y la pobre dio un respingo nerviosa. al instante entró una simpática chica de uniforme blanco con un carrito con ruedas, de esos que parecían del servicio a la habitación de algún hotel. Sonrió a Mina mientras acercaba el carrito hacia su cama y hablaba con un tono amable y servicial.
-pero bueno, si todavía no se repone no intente ponerse en pie, señorita Graham, se pondrá peor.
-¿cómo sabe mi nombre?
-¿cómo que cómo lo sé? pues cuando la trajeron al hospital le registraron con su nombre. -explicó la enfermera como si fuera lo más natural del mundo.
-¿quién me registró? ¿quién me trajo? necesito saberlo... -ante la angustia de Mina la enfermera comenzó a preocuparse un poco.
-calma, por favor, todavía sigue un poco desorientada por el golpe, regrese a su cama.
-¡señorita por favor! dígame quien me registró...
-está bien, está bien. pero vuelva a su cama por favor. -sonrió condescendiente a la pobre muchacha y con gentileza la ayudó a recostarse de nuevo. -así está mejor...
-pero ¿entonces?...
-la persona que le trajo fue el señor Matthew.
-¿Matthew? -ella se incorporó hasta quedar sentada en la cama
-¿no le conoce? -ahora sí se sorprendía. la joven enfermera le miró arqueando las cejas, ¿de cuando acá alguien no conocía a ese hombre? - Matthew Hoo Suin. ¿no sabe quién es él, señorita Graham?
-n-no...- contestó Mina todavía más nerviosa. ¿pero en qué se había metido? cuando no podía irle peor en la vida sucedía algo como esto. la ansiedad y el temor por todo lo ocurrido comenzaron a pasar factura y ella sintió que volvía a marearse- esto... perdone, creo que sí me siento un poco mal...
-es normal. después de todo fue golpeada por una auto. descuide todo está bien, créame. el señor Matthew es muy buena persona... -la enfermera sonrió un poco
-¿lo es?
-se lo aseguro. aunque tenga una cara muy seria, es muy gentil. aquí en la clínica todos lo conocen.
la enfermera acercó el carrito a la cama de Mina y le ayudó a incorporarse una vez más. la muchacha vio que en aquella bandeja había un delicioso platón con fruta fresca, algo de jugo y unos panecillos dulces. fue entonces que recordó que no había comido nada desde ayer en la tarde.
-venga, debe comer un poco. afortunadamente no fue nada serio su accidente y podrá irse en unas horas, pero necesita reponer fuerzas.
-gracias... -Las palabras de la enfermera la tranquilizaron bastante. por lo menos no estaba en un lío, bueno, no todavía.
luego de comer un poco siguió charlando con la amable enfermera mientras esta hacía lo propio tomando su presión y revisando su condición general. la muchacha le contó a Mina que aquel hombre que la trajo anoche era nada menos que Matthew Hoo Suin, un conocido CEO que era el propietario y también administraba la compañía de seguridad DOME. era muy famoso por sus donaciones a hospitales y centros educativos. además de que era muy apuesto y lucía mucho más joven de lo que era en realidad.
-¡es un hombre guapísimo! - dijo la joven enfermera perdiendo un poco la compostura- ¡ay! disculpe la franqueza, señorita.
-descuida. la verdad si lo es - Mina sonrió un poco- pero me sentí algo intimidada...
-bueno, aquí lo tienen como una buena persona. viene muy seguido al hospital a traer a su hija Lilly.
-¿Lilly?... -ella pensó en la pequeña que estaba sentada junto a ella.
-si, Lilly es un poco frágil de salud y su médico de cabecera tiene su consultorio en este hospital. la mayoría del tiempo va a revisarla a casa pero también el señor Matthew viene mucho.
-ya veo...
-mejor descanse un poco. en unas horas podemos darle de alta.
-si, gracias. -Mina sonrió una última vez a la enfermera, de no haber sido por ella todavía seguiría en blanco. ahora al menos sabía dónde estaba y quién era el hombre que la trajo a ese lugar. -oh, espera un momento, no te pregunté ni tu nombre...
-ah, eso. mi nombre es Chloe, señorita Graham, fue un gusto. -la enfermera salió del cuarto, que chica más amable. se molestó en preguntar su nombre, por lo general eso no le importa mucho a la gente rica. aunque pensando bien, su cara no le era familiar. tal vez no fuera alguien del círculo del sr. Matthew.
Mina se quedó despierta un rato más ordenando su memoria. la voz que escuchó la noche anterior sin duda era la de Matthew Hoo Suin. entonces el mismo la trajo al hospital. ¿y cómo supo de Noland Parker? ella Ni siquiera dió aviso a la policía. la joven se mordió el labio mirando las palmas de sus manos. ¡que vergüenza! si sabía de su jefe entonces estaba enterado de lo que ese imbécil intentó hacerle. por si fuera poco, tal vez no tendría que preocuparse por pagar la factura de la clínica, que seguramente era muy costosa por cierto, pero si pasó algo en el café Montblanc, ya podía irse olvidando de volver para cobrar por lo menos su paga del mes. había pensado en ignorar la situación y volver solo para pedir su cheque y presentar su renuncia, quizá si no intentaba acusar a Noland ese idiota le pagara su sueldo y la dejara ir, eso evitaría le una buena demanda al depravado ese, pero el dinero le ayudaría a sobrevivir unos días mientras encontraba otro empleo... pero por lo visto eso tampoco sería posible.
-¿que voy a hacer?...
y, con esa pregunta Mina cerró los ojos y se quedó dormida.
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Comments
JULY
Está novela la estoy leyendo nuevamente porque me encanta es muy buena. Lastima que la escritora no terminó la segunda parte a mi me encanta como escribe ella. Tiene mucho talento.
2024-08-16
0
Anonymous
cosas que sufren algunas personas por no tener una vida estable /Shy/
2023-10-06
4
Rita García
ay pobresita todo lo que está viviendo
2023-09-29
0