Mary por Carolina

Flash back.

-”Carolina hija ven acá tu padre y yo te tenemos que contar una buena noticia” me dijo mi madre, una morena hermosa de ojos color miel como los míos.Ese dia fue especial tenía casi nueve años y mis dos padres sentados en el patio me invitaban a sentarme entre ellos dos,corri al lado de ellos y deje a mi vecino de diez solo cogiendo manzanas.

-”Mami aquí estoy para que me necesiten”. les dije aún agitada por la carrera que me pegue.

-”Mi Caro hermosa tu madre y yo queremos decirte que contamos contigo, necesitamos tu ayuda para cuidar y proteger a tu hermanita que viene en camino” me dijo mi papá con una sonrisa en los labios.

-”Mami ¿Es eso cierto? , voy a tener una hermana que cuidar” le dije con curiosidad y expectativa a mi madre.

-”Oye princesa como asi que no le crees a papá” y empezó a hacerme cosquillas.

-”Papi, papi, para qué te creo” fue lo que le dije entre risas .

Ese dia fui feliz, realmente feliz la cigüeña me traía una hermanita.

-”Yo quiero que mi hermanita se llame Mary” le dije a mi mama colocando en su regazo.

Fin del flash back.

En la entrada del orfanato me hallaba nerviosa, sería la primera vez que vería a mi niña después de ese maldito dia y no pude evitar recordar la primera vez que Mary entró a mi vida, tomé aire y haciéndome de un valor que creí tener hasta hace un momento me decidí a ingresar, llegaba un pantalón clásico color beige, una camisa tres cuarto blanco elegante, unas zapatillas beige, mi cabello recogido en una coleta alta y un maquillaje suave, todo cortesía de Laura-

Al presentarme con el vigilante, este me dio un gafete de visitante y me mostró el lugar hacia donde debía dirigirme, al llegar a una oficina de puerta de madera negra, algo vieja y en mal estado, no pude evitar tomar aire, traté de mostrarme segura, al recibir la autorización de ingresar a la oficina, mis ojos se cristalizaron en una de las sillas que se encontraban enfrente del escritorio de madera se hallaba una adolescente de cabello castaño bastante maltratado, con ropas algo usadas y desgastadas, unas sandalias algo maltrechas, con unos ojos tristes, quien al escuchar mi voz se levantó como si aquella silla tuviera un resorte y se dirigió hacia donde yo estaba:

-”Caro,Caro eres tú” me decía: mientras yo la abrazaba con fuerza y a la vez temor de quebrarla, estaba extremadamente pálida, delgada un poco baja para su edad, pero era ella, mi Mary, mi niña.-”Viniste por mi hermanita, te extrañe, me dijeron que nunca más te vería en mi vida”. En este punto éramos dos magdalenas, pues parecía abrir las compuertas de una presa, pues las lágrimas caen sin cesar.

-”Mi niña hoy solo vine a visitarte, pero haré todo lo humanamente posible para que pronto estemos juntas”.

Observe como agacho su cabeza y soltó su agarre.

-”Mirame Mary te prometo por nuestros padres que están en el cielo que pronto volveremos a estar juntas y que solo nos separaremos cuando tu te independices de mi, es una promesa " .Ella me regaló una tenue sonrisa y eso fue suficiente para mi.

Fueron cerca de treinta minutos que pude estar con ella, el tiempo de esta visita había terminado y a mi me parecía que había pasado demasiado rápido. Después de este tiempo que siempre estuvimos acompañada por la trabajadora social, ella me pidió conversar conmigo. a lo que inmediatamente accedí.

-”Sí doctora soy toda oídos”;mientras me sentaba cruzando las piernas como si con eso se calmara este torbellino de emociones que envolvió mi ser.

La doctora Tatiana como así se llama me dijo:-”Sabe que es muy dificil cumplirle la promesa a su hermana; usted está aquí por un favor a la señorita Santos Ferrer” y haciendo un silencio más largo de lo deseado o eso me parecio a mi -”Sin embargo si usted estuviese casada, organizada, con un estable futuro económico, junto a su veredicto de no culpable podría luchar por la custodia de su hermana y le puedo asegurar que es lo que más deseo, esa niña merece una pizca de felicidad en su vida”.

Estudié derecho por todos los cielos, lo dicho por la doctora no debía sacarme de casillas eso ya lo sabía, pero por alguna extraña razón escucharlo de otra boca se convertía en una espina que taladra, tarde unos segundos en responder:

-”Doctora no se preocupe, soy consciente de esto, le prometo que dentro de poco cumpliré con todos esos requisitos”.

Después de esa visita al orfanato no he podido dejar de pensar en Albert, nuestro trato termino y ya pronto nos divorciamos, no se como se verá que en poco tiempo de divorciarme me case con alguien más, a quien yo le proponga que sea mi esposo por un tiempo a cambio del único patrimonio que nos dejaron nuestros padres, la casa y si algo se me ocurrirá,bueno era lo único que pasaba por mi mente en este momento.

Camine al departamento de Laura donde me estaba quedando por unos dias, el estaba a solo diez cuadras de donde estaba y mis pies gritaban descanso de esas zapatillas asesinas, pero a mi favor estaba el hecho que faltaba poco, al llegar al edificio y entrar al ascensor no pude evitar quitarme las armas mortales y cuando las puertas del aparato se abrió salí como loca al departamento sin detenerme a pensar en si había o no un riquillo creído viendome, iba tan sumergida en mis pensamientos que me estrelle con una roca, una roca esculpida por los mismos dioses del olimpo,una roca rubia y de unos profundos ojos azules.

-”Albert” dije en susurro.

El solo se limito a mirar los zapatos en mis manos y a soltar una sonrisa.

-”Oye ¿De que te ríes? le dije ya molesta con su burla.

-”De nada, solo venia en busca de mi hermana, pero nadie responde” me dijo rascándose el cuello y susurrando bajito-”Lo siento, no fue mi intención burlarme, Laura se fue hoy para Madrid y yo me estoy quedando unos días mientras consigo a donde irme”le dije lo más rápido posible;pues me urgía entrar e ir al baño, al mismo tiempo que trataba de abrir la cerradura sin soltar las armas mortales que llevaba en las manos.

-”Si quieres entrar adelante y me esperas un rato para hacerte un café y hablar, pero antes..”. No termine de hablar porque sentía que si no llegaba al baño en este preciso momento no respondería de mi vejiga.Al salir ya estaba Albert sin saco, ni corbata no pude evitar una sonrisa, el siempre hacia eso cuando era hora de la visita conyugal.

-”Lo siento, pero mi vejiga no aguantaba más” le dije mientras me dirigía a la habitación a cambiarme por algo más cómodo.

Cuando finalmente me había cambiado por algo mucho más cómodo y aun descalza, me dirigí a la cocina y me dispuse a preparar un café y a preparar unas ricas arepas dulces. Todo el tiempo Albert estuvo concentrado en el noticiero, hasta que le pedí que se acercara a la barra de la cocina.

-”¿Qué tal el café? le pregunté con algo de duda.

-”Está delicioso y estas arepas exquisitas” respondió de vuelta.

El tiempo transcurrió rápido, con conversaciones sobre el trabajo y Laura; sin embargo ya en la sala me atreví a ser frentera con Albert.

-”Albert, Laura me contó que vendrías a buscarme para pedirme el divorcio; pues necesitabas retomar tu vida y creo que es justo y necesario.Sabes que estoy totalmente agradecida y firmar los documentos del divorcio tal como habíamos acordado apenas me los traigas” le dije con un nudo en la garganta y la sensación de resequedad en la misma; pues era consciente que si me divorciaba más tiempo tardaria en tener a Mary conmigo.

-”Tanta prisas tienes Caro por alejarte de este adonis” me respondió al mismo tiempo que levantaba la ceja.

-”Sabes que no, pero es necesario que si nos vamos a divorciar sea mañana mismo, tengo la necesidad de estar casada para tener la custodia de Mary y para buscar a una pareja, necesito no estar atada”.

Se levantó de manera intespectiva del sofá, nunca lo había visto así, impaciente, furioso , metió sus manos en los bolsillos y luego se volvió a sentar directamente frente a mi.

-”Carolina yo que tu pensaria muy bien lo que piensas hacer, porque bien sabes que no se vería bien que te divorciaras y al poco tiempo te casaras con alguien mas, se veria como inestabilidad emocional y como si hubieses cometido adulterio durante nuestro matrimonio.

-”Lo se, pero soy consciente que tu me ayudaste, tú cumpliste tu parte del trato, más bien todo lo hicimos y ya es hora que seas feliz con quien realmente quieres; ademas es lo que tu quieres” le respondí con un nudo en la garganta que me asfixiaba y no entendía porque.

-”Es cierto, cada uno cumplió su parte y de esto nos quedó una bella amistad, te ganaste mi admiración y respeto y creo que si fuimos esposos por dos años , unos meses no son gran cosa te ayudare a que recuperes a Mary.

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