Acelero el paso, tomo una copa del camarero y dio un rápido vistazo a los chicos que estaban en ese lado.
Vestía un vestido ceñido al cuerpo, con un abrigo hasta las rodillas, unos tacones altos de tipo aguja y accesorios a la moda.
Se repitió a sí misma que tenía pocas probabilidades de ser rechazada, pues las personas que venían aquí eran exclusivas, por lo que dedujo que ella pertenecía también a este círculo, así que debía ser una niña rica mimada, ¿verdad? Además, ¿qué hombre no piensa con su tercera pierna antes que con su cerebro?
Sus pasos se volvieron caóticos; aunque usaba tacones en su vida normal, solo los usaba en raras ocasiones, cuando la situación o el compromiso lo ameritaban. Ahora calculaba que estos tacones mínimo eran de 7; sus pasos eran torpes y en un momento casi cae.
Al intentar no caer y mantenerse en equilibrio, noto una mirada; pertenecía a un hombre. Lo miro de reojo; le calculo entre 23 y 30 años. La verdad, no le importaba; mientras su pequeño plan se llevara a cabo, cualquier hombre con sus requisitos mínimos podía ser usado.
Sonrió satisfecha en su mente, pero por fuera mostró una pequeña sonrisa mientras se enderezaba y caminaba segura hacia este hombre desconocido. ¡Podría decir que unos chicos la voltearon a ver, pero no le importaba; lo único que le importaba ahora era caminar como una diosa y no doblarse el pie o caer durante el trayecto, tenía que mantener su dignidad!
Llegó frente a él, le dio una sonrisa y, mientras dejaba su copa sobre la mesa, comenzó: —¿Qué le parece la noche, caballero?
El hombre soltó una risa baja mientras la observaba y dejaba su Martini Clásico sobre la mesita al costado de él. —Ahora es más interesante— contestó.
Pronto Europa se halló bloqueada, ¿qué más debía decir? ¿Cómo conquistaban a un chico o a una chica? ¿Cómo se coqueteaba?
Solo pudo soltar un:
—Qué coincidencia, para mí la noche se ha vuelto más interesante también.
Trataba de sonar lo más segura, mientras lo decía con voz lenta y melodiosa. Mientras se enderezaba sutilmente.
—¿Por qué lo dice, señorita?
Europa no podía distinguir con qué tono lo dijo, pero no sonaba a tono de rechazo, así que respondió: —Porque me encontré con un hombre guapo —acompañado de un guiño.
—¿Le parezco guapo? —su pregunta sonaba burlona.
Europa vio cómo el hombre se paró dando a conocer sus atributos físicos, que a pesar de la ropa, no pasaban desapercibidos. Tenía lo necesario, pero sin ser exagerado; era una mezcla más cercana a la perfección en relación con la proporción del hombre descrito por Leonardo da Vinci.
Trató de ocultar su emoción por haber encontrado al hombre perfecto descrito por este gran maestro y lamentó que otros no pudieran verlo. Sin embargo, se forzó a apartar sutilmente la vista; tenía que ser fiel a su futura pareja. Las personas que frecuentaban este tipo de establecimientos y más aún si son del círculo solo querían jugar y no tener nada serio.
—Por supuesto— avanzo hacia él.
—Es el hombre más guapo que vi esta noche.
Lo siento, hermanas, lamento que no puedan verlo, pero ya lo evalué por ustedes, se consoló Europa. Definitivamente, sería un buen material para practicar el dibujo en movimiento; me pregunto si podría aceptar hacer una sesión fotográfica para ser usado como base en bocetos de dibujo. Mientras pensaba, escuchó suavemente a alguien llamando su nombre.
—Ya veo— respondió el hombre —¿Puede decirme qué es lo que me hace diferente?
Él había notado lo emocionada que se había puesto cuando se paró del asiento; sabía que solo lo estaba usando; sin embargo, quiso seguirle el juego; si lo estaba usando, él también aprovecharía. Después de todo, ¿quién no la conocía en el círculo?, se burló.
Al escuchar que la llamaban, no prestó atención a lo que él decía; en este punto, el calor se sentía un poco insoportable, su garganta se sentía seca. En su desesperación, se arrojó hacia él.
Era una situación desesperada, requería una medida desesperada, se repetía internamente. No obstante, se olvidó de que el medicamento la hacía "débil"; tarde se dio cuenta de que esta medida desesperada era en realidad una trampa hecha para ella misma; ahora su cuerpo estaba con más calor.
Él soltó unas risas bajas como burlándose, mientras pasaba su brazo por su cintura. Desde el principio sabía que lo que ella tramaba no era nada bueno, aunque acostarse con ella no sería tan desagradable si lograba sacar de quicio a Alonso.
Al menos podría presumir que se acostó con ella antes que él. Sonrió solo de pensarlo, mientras la apretaba a él. —¿Subimos?
Europa podía sentir la mirada del hombre sobre ella; solo pudo decir "sí".
Él no podía dejar de sonreír; avanzó con ella hacia el elevador. Mientras avanzaba, escuchó la voz de unas mujeres que le pedían que se detuviera.
—¿Las conoces?— preguntó, volteando con Europa para verlas.
Europa se encontraba luchando por mantener su fachada tranquila, mientras por dentro solo quería sumergirse en una ducha llena de hielo. Se obligó a dejar de pensar en otra solución que involucraba contacto físico con otra persona; era difícil, pero debía resistirlo.
—No, subamos— pronuncio con una voz clara y tímida. Solo ella sabía cuánto esfuerzo le había costado decir ese par de palabras.
Él les sonrió a las chicas y caminó hacia el elevador antes de que pudieran replicar. No pensaron que ella alguna vez las rechazaría de forma clara para ser abrazada por otro hombre que no sea Alonso y, más aún, por su rival.
Cuando subieron al elevador, él pudo notar que casi todo el peso de su compañera estaba sobre él; vio cómo ella se apretaba suavemente junto a él. Se burló; le gustaría ver cómo reaccionaría al ver que no había dormido con su amado Alonso.
Al tratar de sostenerla mejor, escucho leves quejidos provenientes de ella. Su cuerpo estaba caliente y no podía sostener su propio peso. Sería estúpido si no lo notara; ella había sido drogada. Nunca entendió por qué seguía con esas "amigas"; hay que ser demasiado ingenua para no darse cuenta de que no le convienen sus amistades.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 48 Episodes
Comments