Capitulo 2 Decisión, mi verdad

Poco a poco voy abriendo mis ojos, siento un profundo dolor de cabeza, me doy cuenta de que estoy en una cama de la clínica, esto no puede ser trato de incorporarme y recuerdo lo sucedido, un auto me atropello, ¡oh por Dios!

- Mi bebé. Digo tocando mi vientre.

Una mano sostiene mi brazo donde tengo el goteo con la solución, escuche cuando una voz gruesa y ronca dice:

- Cálmate Licenciada, todo está bien, tu bebé está muy bien.

- No puedo abrir los ojos me duele mucho la cabeza. Digo.

- Tuvo una fuerte contusión al caer. Me dijo.

- ¿debo hacerme una tomografía? Pregunté

- Ya la hicimos y gracias a Dios no hay daños que lamentar. Respondió.

- Me duele demasiado la cabeza. Dije.

- Dolerá por unos días, te voy a aplicar un, calmate suave, debes poner de tú parte y relajarte, en tu condición no debe saturarse con medicamentos. ¿Entendiste? Preguntó.

- Apenas moví la cabeza indicando que sí.

- Ahora, necesito que abras los ojos suavemente, es necesario examinarte, ok.

Solo escuchaba esa voz que sonaba increíble, estoy tan aturdida, pienso si no será un sueño, y estoy hablando dormida, no es posible estoy sintiendo dolor.

Nuevamente, escucho la voz que dice:

- Inténtalo.

Así que poco a poco voy abriendo los ojos y le digo: - Seriamente doctor, me duele demasiado la cabeza.

- Hazlo solo serán unos minutos. Dijo.

- Así que abrí mis ojos, la luz me cegaba y me costaba enfocar un sitio específico, fui parpadeando de a poco hasta lograr mantenerlo abiertos, y vi su rostro.

¡Virgen Santísima! Pienso, que hace este doctor aquí, es hijo de los dueños de la clínica, ahora parpadeo demás, creo. Preguntó algo que no escuché.

- ¿Puedes verme? Repitió

- Sí. Dije.

- Describe lo que ves, mientras examinaba mis oídos y mis ojos. Dijo.

- A usted Doctor. Respondí.

- No es lo que te pedí dijo sonriendo.

- Estoy más apenada que nunca, pero dije.

Hombre entre 35 a 40 años, de estatura 1:85 a 1:90 moreno entre 80 kilos aproximado sin marcar aparentes ojos color café, con barba, camisa a cuadro en tonos azules, grises y blanco, con pantalón en tono beis y lleva una bata blanca, con el estetoscopio en el cuello, un reloj de pulsera, un bolígrafo dentro del bolsillo derecho y está destrozando mi oído izquierdo.

Rápidamente, reaccionó y dijo:

- Disculpe Licenciada. Mirándome fijamente.

No sé que vi en sus ojos, si era una sonrisa, o algo parecido, pero inmediatamente cambio y volvió a ser el profesional de la medicina.

- Vio que si podía hacerlo, y continuó con la evaluación médica hasta terminarla. Dijo. Todo está bien, por el momento debe descansar. Concluyó.

- Doctor..., puedo irme a mi casa, mi hija y mi madre me esperan. Dije.

Regreso a mi lado y dijo.

- Amelía debe descansar, su madre y su hija están bien, una enfermera está en su casa atendiéndolas, la jefa de enfermería la asignó personalmente por órdenes mías, hacen tres días del accidente. Voy a enviar a alguien con tus cosas y puedas hablar con tu madre unos minutos nada más y luego descansas, por favor. Y salió sin decir más.

Se abrió nuevamente la puerta y entro la Licenciada Sánchez con mi bolso, venía sonriendo.

- Como amaneció la bella durmiente. Me dijo.

- Ay Licenciada, ¿que me sucedió? Dije a punto de llanto.

Se acercó y colocó el bolso sobre la cama, lo que sucedió ya pasó, me interesa ¿como te sientes? Respondió.

- En líneas generales bien, me duele mucho la cabeza, pero ha empezado a ceder, el doctor me colocó un analgésico. Respondí.

- Perfecto, debes descansar te hará bien, tu familia está bien, envié a Zoraida a tu casa, no se le ha dicho nada a tu madre, solo que hay una situación complicada aquí en la clínica con unos pacientes, así que es necesario que la llames ahora mismo. Me tomé el atrevimiento de poner a cargar tu celular. Dijo.

- ¿Qué día es Hoy? Pregunté.

- Miércoles y son las 8:25 de la mañana. Respondió.

Tomé mi bolso y saqué mi teléfono, enseguida marqué a mi mamá, inmediatamente respondió:

- Bendición Mami, ¿Cómo estás? Dije.

- Dios te bendiga hija. Me tenías preocupada, ¿qué sucedió?.

- ¿Por qué Mami? Estoy bien, es una paciente que tengo muy complicada, familiar de los dueños de la clínica y estoy atendiéndola, sabes que necesitamos el dinero, además enviaron a Zoraida para qué te ayudará. Descansa que pronto estaré allá.

Quizás me den unos días de descanso. Dije al final.

- Sería bueno para ti mi amor, trabajas demasiado. Dijo ¿y cómo está la paciente? Preguntó.

- Muy delicada mamá. Por unos días no podre ir. Pero te llamó al rato mami, necesito hablar con Isa. Te quiero mucho, y tomate los medicamentos. Dije y corté.

Deseaba hablar más con mi madre, pero el doctor acababa de entrar a la habitación.

- Veo que se siente mejor. Dijo.

- Ahora mucho mejor. Dije. Sucede algo. Pregunté.

- Necesitamos conversar. Dijo.

Oh por Dios, pienso, me van a deducir todos estos gastos de mi sueldo y yo de idiota diciéndole a mi mami que un dinerito extra.

Alarmado miró mi cara, asumo que fue cambiando mientras pensaba.

- Es delicado, pero no grave Licenciada. Dijo. Bueno si se toma la decisión correcta.

¡Miércoles! Esto es peor si debo tomar una decisión.

- El caso es que fuiste atropellada por un auto en el estacionamiento cuando ibas de salida el lunes, hizo una pausa, el chófer del auto es mi padre, lo miré sorprendida, pero siguió perdió el control del auto porque sufrió un ACV.

Lo interrumpí preocupada, ¿está bien?

Pregunté.

- Está delicado y estable, sufrió un ACV isquémico y amerita cirugía urgente, esta noche se hará la operación con alta probabilidad de éxito. Dijo. El caso es que él venía ebrio. Calló y agachó la cabeza mirando sus manos.

Ajá y que le pasa a este, que tiene que ver conmigo, pienso; sin embargo, no digo nada esperando que continúe.

- Sé qué no es una excusa, pero desde que mamá y mi hermano murieron mi padre se refugió en el alcohol, abandonando hasta su carrera como doctor, a pesar de eso primera vez que sale de casa conduciendo en estado de ebriedad. Por eso te pido encarecidamente que no presentes una denuncia en su contra. Y esto lo dijo. Alzando la vista hasta mí.

Esto es la locura, ni a millones de años luz hubiese pasado por mi mente una situación como está y menos una denuncia.

- Está consciente que pude perder a mi bebé. Fue lo único que pude decir.

- Lo sé, pero es mi padre. Dijo. Después de unos segundos continuó - en un rato vendrán a tomar las declaraciones, y me estoy adelantando a los hecho Licenciada contándole todo para que usted tome la decisión, muy fácil puedo borrar todo el expediente médico y pagar algunos miles y todo solucionado; sin embargo, eso no funciona a largo plazo, y me interesa más conservar el buen nombre de mi padre, que por cuestiones de la vida a caído en el alcoholismo, además de saber que pudo ser un accidente terrible con la perdida de dos seres humanos. Concluyó.

- Doctor no sé que decir, a ciencia cierta, estoy escuchando lo que usted me dice, yo solo recuerdo lo que sucedió, un auto que casi me atropella, gracias a Dios reaccioné a tiempo y retrocedí unos pasos tropecé con la acera y caí de espalda, ni siquiera vi el auto, al conductor o algo por el estilo, usted me está diciendo su verdad, yo digo la mía, después de escuchar los hechos que puedo denunciar.

- Gracias Amelia. Se levantó y salió.

- Cerré mis ojos he intenté dormir, pensando esto solo me pasa a mí y al pato Lucas.

Sentí el sonido de la puerta, abrí los ojos pensando que el doctor olvidó algo.

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Comments

julio villegas

julio villegas

...,al pato Lucas,a tí y a mí jajaja

2024-10-05

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