Capitulo 4

...NIKOLAY...

Habia pasado una semana desde que habia secuestrado a Bambi Petrucci. Nadie la habia reclamado y eso me hacia pensar en dos cosas. Por un lado que a los italianos les interesaba poco su desaparicion o que simplemente no sabian de quien habia venido el ataque. Y estaba seguro que era por lo segundo.

Los dias habian pasado rapido. Lo unico que se podia oir eran los golpes que le propiciaba a la puerta. Una de las trabajadoras era la que se encargaba de llevarle alimento y agua. Y también lo necesario para higienizarse. Aun así habia tenido varias peleas con mis hombres, en donde no solo ella salia lastimada si no que ellos tambien. Eso me hacia creer que la habian entrenado en caso de estas situaciones.

Hoy pediria su rescate y lo iba a negociar no solo con Di Santis si no tambien con el hijo de puta de su padre, Albano Petrucci.

Fui al patio trasero de la casa en donde se encontraba el campo de entrenamiento de mis hombres. Llame a Xavier y a Elijah y estos fueron a preparar a Bambi. Tome mi computador y baje a aquella habitación.

Al ingresar vi como luchaba contra mis hombres. Estos la encadenaron colocando una banda en su cuello, al igual que la ataron de pies y manos y taparon su boca.

Y casi en un instante la cara de Alessandro aparecio en la pantalla.

— Bambi — Hablo con desesperacion. Esta solo lo miro con cansancio.

Bambi tenia cortes en su ceja y labio y algunos hematomas en su cuerpo. Casi en un instante empezo con sus chillidos y gritos de nuevo, luchando con las ataduras de sus piernas y brazos.

— Di Santis — Dije sumandome a aquella llamada colocando una silla al lado de la muchacha.

— Eres un hijo de puta Nikolay.

Alessandro parecio reconocerme y eso me hizo sentir una emocion inexplicable. Mi sed de venganza habia aumentado por mil.

— Si tambien me alegro por verte pero vayamos a lo que nos compete realmente. Es muy simple lo que haremos aqui. Tu y tu padre con ayuda del gilipollas de Albano Petrucci me quitaron todo, incluido el imperio de mi familia. Pero los Mogilevich siempre volvemos a salir a flote — Me recoste en la silla acariciando el cabello de Bambi, viendo como su prometido se tensaba — Eso no quiere decir , que todo el daño que causaron les vaya a salir gratis — Sonrei — Y es por eso que ustedes y yo haremos un trato — Uno de mis hombres tiro de la cadena que sostenia el cuello de la castaña, tirando su cabeza hacia atras y haciendo que esta gritara.

— No haremos ninguna clase de trato contigo.

El primer golpe fue a parar al abdomen de Bambi, haviendo que esta se retorciera.

— Entonces supongo que quieres recibir a tu prometida por partes.

Segundo golpe esta vez en su espalda, lo que provoco que cayera de su silla. Mire toda la situación con rechazo. Sentia los gritos de Alessandro de fondo pero no lograba distinguir lo que este decia.

— El trato es muy simple, yo recibo parte de sus terrenos como indemnización a todo lo que me quitaron y yo les devuelvo a la chica. Tampoco creo que les vaya a costar demasiado, ya que de todas maneras lo que tienen siempre me perteneció.

Alessandro no respondia y mi paciencia se colmaba.

Un nuevo golpe esta vez dirigido a su pómulo.

— Veo que tienes demasiadas dudas, no te preocupes te dare tiempo. Tienes un mes para entregarme parte de tus territorios, de los de Petrucci y devolverme todos los territorios rusos, porque de no ser así termina muerta.

Xavier corto la llamada sin dar tiempo a responder.

Elijah termino dandole otro golpe que la dejo en el piso. Hice un ademan para que estos salieran de la habitacion.

Tome la banda que Bambi tenia en su boca y la quite.

— Eres un animal.

Esto no era nada comparado a todo lo que su maldita familia habia hecho.

— Te juro que en cuando este libre te matare yo con mis propias manos.

Arquee mi ceja y me acerque a ella deshaciendo aquellos nudos y quitando las cadenas. Con dificultad esta logro colocarse de pie sosteniendose de las paredes.

— Estas libre. Intentalo.

Vi como tomo partes de su cuerpo tratando de reprimir los quejidos.

Casi sin pensarlo se dirigió a mi abdomen intentando patearme. Tome su pie y lo doble haciéndola caer. Pero aun asi no se rindio, pateo mis piernas haciéndome perder el equilibrio y poniendose de pie nuevamente llevo sus brazos a mi garganta. Pero no tenia suficiente fuerza, tome sus brazos y la tire sobre el colchon haciendo que largara un quejido.

— Ya no me toques los cojones con las amenazas malen'kiy olen' y agradece que no te pego un tiro.

— Eres un puto gilipollas. Estas muy equivocado si piensas que voy a ser tu sumisa y hacer todo lo que quieras. Mientras yo este aqui hare tu vida imposible.

Decidí ignorar aquello y sali de aquel lugar. Ordene a dos de mis hombres que se encargaran de ella. Definitivamente hoy no recibiria ninguno de sus beneficios.

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