V

_Vamos -dijo Allyson, tomándola del brazo-. Verás que el colegio no es tan malo como parece. Hay gente muy buena y divertida aquí. Y el profesor de último año es un amor. Se llama el señor López y es muy simpático y comprensivo. Te va a encantar.

_Si tú lo dices… -dijo Linny con resignación, dejándose arrastrar por Allyson.

_¿De dónde vienes, Linny? -preguntó Allyson mientras caminaban por el pasillo.

_De Buenos Aires -respondió Linny.

_Ah, qué lindo. Yo nunca he ido a Buenos Aires. ¿Te gustaba vivir allá?

_Digamos que sí… -dijo Linny, recordando una ciudad ruidosa, transitada y peligrosa-. Me gustan más los lugares más tranquilos, como aquí… -“Alejada de las personas”, pensó Linny sin poder protestar por el acercamiento brusco que tuvo Allyson con ella, intentando mantener la calma.

_Eso es bueno. Te adaptarás rápido al lugar.

_Eso espero.

_No te preocupes -dijo Allyson con entusiasmo-. Me alegro de que seas mi aprendiz. Voy a hacer todo lo posible para que te sientas bien en este colegio. Te voy a presentar a mis amigos, te voy a invitar a mis fiestas, te voy a prestar mis apuntes… Te voy a tratar como una hermana.

Linny se sintió abrumada por las palabras de Allyson. No se sentía cómoda, pero era normal. Ella estaba tratando de lidiar con su problema y la personalidad de Allyson hacía las cosas más difíciles, pero al mismo tiempo fáciles. No le gustó que desde el primer día hicieran contacto cuerpo a cuerpo, pero estaba tratando de adaptarse, así que se esforzó en mantener la calma.

Antes de llegar al salón ellas vieron que el profesor López estaba esperando afuera. Quería entrar junto a ellas, para hacer la presentacion.

_Buenos días chicos, hoy les quiero presentar a su nueva compañera. Saluda a todos formalmente.

Entro lentamente, con confianza, pero muy nerviosa por dentro, tratando de evitar que se notara con una cara de póker.

_Hola, mi nombre es Linny -dijo segura.

Los murmullos no tardaron en hacerse oír.

_Es bastante bonita -dijeron algunos chicos.

_¿Qué extraño, quién se cambiaría en el último año? -preguntó una chica.

_Hay que estar locos -respondió otra chica.

El profesor López sonrío y le indicó que me sentara en un pupitre vacío al lado de la ventana junto a un chico

_Linny puedes sentarte al lado de Rhys._ hablo con un tono fuerte para marcar autoridad y que los demás se quedarán en silencio.

El chico levanto su mano para que ella pudiera encontrar el camino hacia el. Era bastante apuesto con su cabello color castaño y sus ojos marrones claros, aunque tendía a querer confundirse con un color casi dorado. Por alguna razón al mirarlo Linny sintió la impresión de que en ellos estaban los secretos del universo.

Tan pronto como se sento sonó la campana del recreo.

A lo lejos vio como una chica se hacía notar con sus finos pasos como si desfilara en una pasarela, su cabello largo, rizado y colorado combinaba muy bien con su figura esbelta. Era la misma chica que conocio en el lago. Ella despejaba el camino lleno de personas, la respetaban y le daban el paso.

En un abrir y cerrar de ojos Aris se encontraba frente a Linny

_Asi que tú eres la nueva_ sonrió levemente mientras movia la silla de la mesa de adelante para poder sentarse justo a su lado. Se quedó unos minutos observando, luego le dijo _ Eres bonita... no entiendo porque ese día te escondías bajo esa gorra y lentes.

Se escuchó una tos seca, proveniente del compañero de mesa.

_¿Qué pasa?

_Nada… quizás tu presencia me molesta.

_Pero si no vengo a verte a ti, solo vine a conocer a una futura nueva amiga.

_Eris, déjate de tonterías y solo vete.

Si digo la verdad y es Aris…

_Sí. SÍ.

Mientras tanto, Linny no hacía más que observarla de pies a cabeza. No lo había notado antes, pero se dio cuenta de que Aris era una persona bastante intrigante e hipnotizante. Solo una palabra vino a su cabeza y la dijo en voz alta sin darse cuenta de lo que estaba diciendo: _Fuego.

Aris era como el fuego, hipnotizante.

_¿Qué dijiste?__ Dijo Aris algo sorprendida.

_Oh, perdón, lo dije en voz alta. No es nada, solo que me dio la sensación de que si me acerco más a ti me puedo llegar a quemar. Pareces alguien muy caótica, que solo está buscando algo para divertirse. No quiero ser tu juguete. Así como sé que no tienes intenciones de ser mi amiga, por lo que te puedes ir retirando de mi vista. _Solo dijo eso porque ella la estaba haciendo sentir incómoda y tampoco le interesaba encajar o tener amigos desesperadamente. Lo que más quería era no llamar la atención y no tener a tantas personas cerca observando, justo como ahora.

_Wow, alguien está en su día hoy. _Ella se levantó retirándose rápidamente y así también desaparecieron las miradas.

_¿Cómo lo hiciste? _Preguntó Rhys.

_¿Qué cosa?

_Describir tan bien a su persona en una sola palabra.

_No lo sé, es solo lo que ella me transmitió.

_Es en serio que le has atinado muy bien… Por cierto, soy Rhys.

_Lo sé…

_Rhys Fenix.

_Waoo, sí que llevas un gran apellido.

_Sí… Es mi maldición. Pero no puedo renunciar a él.

_Lamentable. Yo también quisiera renunciar a mi apellido. Si te digo la verdad, soy adoptada y tengo una hermana gemela. Ambas fuimos separadas de nuestros verdaderos padres y ellos eran multimillonarios.

Rhys quedó sorprendido ante la historia de Linny.

_¿Lo dices en serio?

_Para nada, solo te tomé el pelo.

Él suspiró y tomó aliento para luego continuar hablando: _Yo sí hablo muy seriamente y es mejor no acercarte a la manada de Joey.

_¿Manada de quién?

_Esa que vino es parte de esa manada. Luego están Davian y su líder Joey, mi primo que políticamente ya no es mi primo. Le digo manada porque ellos siempre andan juntos.

Linny se quedó mirando a Rhys con curiosidad, y le preguntó:

_ ¿Por qué dices eso? ¿Cómo que ya no es tu primo?

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