Capítulo 4

La mañana era brillante, hoy era el primer día de Hana en la escuela, iba a causar revuelo en toda la escuela. La alarma sonó a las 06:00, Hana se sintió perturbada por el sonido de la alarma en su teléfono. Se levantó y caminó hacia el baño.

Después de su ritual de baño, Hana buscó su uniforme en el armario.

"¡Mierda! ¿Qué clase de uniforme es este? Parece de un niño de primaria, demasiado pequeño", gruñó.

Hana revolvió el contenido de su armario buscando un uniforme de repuesto, por si acaso. ¡Bingo! Resultó que Hana guardaba otro uniforme, así que se lo puso. Un uniforme que no era ni demasiado ajustado ni demasiado holgado, sino que le quedaba perfecto.

...Estilo del uniforme escolar de Hana...

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Hana bajó por las escaleras y caminó hacia la mesa del comedor, donde toda su familia la miraba extrañamente.

"Cambió", dijeron sus dos hermanos mayores.

"¡Por qué no se maquilla tanto más!", pensó Yera, mirando a Hana con resentimiento.

"Mi hija cambió", pensó papá Dekkan, mirando a su hija.

"Dejen de mirarme así, ¡o les saco los ojos!", dijo Hana, mirando fijamente a sus dos hermanos mientras se sentaba al lado de su mamá.

"Tsk, ¿por qué te volviste tan grosera?", dijo Galang.

"Si quiero ser grosera o amable no tiene nada que ver contigo. ¿Quién eres tú para mí?", dijo Hana con calma.

"Soy tu hermano mayor, por si lo olvidaste", espetó Galang.

"Lo siento, no tengo un hermano mayor como tú".

"Tú..."

La frase de Galang fue interrumpida por las palabras de mamá Lika.

"Ya basta, no peleen, se les hará tarde", dijo mamá Lika, mediando en la pelea de sus dos hijos.

"Mamá, ¿puedo comprarme una moto deportiva negra?", preguntó Hana a su mamá.

"Tsk, eres muy presumida al pedir una moto. Ni siquiera sabes andar en moto", dijo Raka.

"¿Qué sabes tú de mí? No sabes nada de mí, ni siquiera sabes que sé andar en moto", espetó Hana.

"Es que la hermana Hana no sabe andar en moto, ¿y si se cae?", preguntó Yera.

"Si me caigo, me caeré hacia abajo, no hacia arriba. No presumas de saber cosas sobre mí, Yera", dijo Hana con acritud.

"Snif, snif, ¡Yera solo está hablando basándose en hechos, hermana!", dijo Yera.

"Ya basta, siempre estás llorando por todo, ¡siento que ni siquiera te estoy haciendo nada!",

"¿Puedes dejar de hacer llorar a Yera?", respondió Galang, que ya estaba consolando a Yera, que estaba llorando.

"Tsk, qué lágrimas de cocodrilo", murmuró Hana.

"Mamá te comprará una moto siempre y cuando sepas andar en moto, Hana, pero no la uses para correr", dijo mamá Lika.

"Gracias, mamá", Hana le sonrió dulcemente a mamá Lika.

"Ni siquiera consideras la existencia de tu papá, hija", pensó papá Dekkan, que había estado observando a su hija todo el tiempo.

"Me voy, mamá", Hana besó el dorso de la mano de mamá Lika.

"Te llevará el señor Rudi, cariño", respondió mamá Lika.

"Sí, mamá", gritó Hana.

"Ni siquiera te despediste de tu papá, Hana, ¿en qué se equivocó tu papá?", preguntó papá Dekkan en voz baja, pero mamá Lika escuchó las palabras de su esposo.