¿Un contrato?

Con los codos apoyados sobre el escritorio, Chiara se tomó la cabeza en señal de impotencia, Chris la veia con intriga mientras pensaba...

"¿Qué carajos fue todo eso?¿ por qué razón le seguí el juego?"

Él se sentó en uno de los pequeños sofás que había dentro de la oficina, a la espera de que le hicieran efectivo el pago de la entrega por la cual había llegado allí. Observó su reloj, luego su móvil por si debía realizar alguna otra entrega. Luego de varios minutos de espera, el muchacho tosió, para llamar su atención, recién entonces Chiara recordó que el joven seguía allí, y ahora menos ganas de alzar la cabeza tenía. ¿Con qué cara vería al muchacho después de haberlo besado sin siquiera conocerlo? Por qué su nombre lo supo gracias al identificador que llevaba colgado de su cuello. Ahora no solamente tendría que lidiar con la estúpida de su prima, si no que también debía disculparse con él.

-Señorita- dijo finalmente Chris al notar que el tiempo se iba y nadie le pagaba- ¿podría pagarme, por favor?

La muchacha sintió sus palabras como algo absurdo, al parecer al chico solo le interesaba que le pagaran la comida, Chiara alzó la cabeza y lo contempló de pie, frente a la biblioteca que tenía allí en su oficina, le pareció haberlo visto antes y de repente a su mente llegó el recuerdo del día anterior, era el mismo chico que le había dicho " No todos somos iguales", la muchacha deseo que el planeta completo se extinguiera o al menos la tierra se la tragara para no tener que seguir soportando tanta injusticia.

Chris se giró, la observó con detenimiento...

-¿Usted?- dijo y fue acercándose hasta llegar al escritorio, apoyó las manos sobre él, acercó su rostro lo más que pudo al de la muchacha y le dijo- ¿me va a pagar?

-¡Sí, lo siento!- dijo ella volviendo a tener sus cinco sentidos alertas- Aquí tienes- le extendió el dinero y cuando pensó que el muchacho se marcharía lo vio sentarse en la silla que estaba frente a ella-¿ Está mal, el pago?- le preguntó y él negó con la cabeza- ¿Entonces?

- Entonces ahora estoy esperando que me expliqué la razón por la cual me besó- le dijo con molestia el chico.

-Esteee...yo...bueno. Lo siento mucho, sé que tal vez no debí hacerlo.- dijo con vergüenza la muchacha.

-¿Tal vez no debió hacerlo?... error- dijo negando con la cabeza- Definitivamente no debió hacerlo, si mal no recuerdo ayer usted estaba muy enojada con nosotros los hombres por ser unos...¿Cómo dijo?¡Ah, sí! Mentirosos, dijo que todos somos unos mentirosos- Chiara agachó la cabeza avergonzada de sus palabras del día anterior y sus acciones del día en curso- Pero resulta que la señorita "Yo no miento" acaba de inventar que soy su novio, cuando en realidad ni siquiera nos conocemos.

Cris fue más que claro en sus palabras, le había molestado, no el beso, porque si él debía ser completamente sincero le había encantado el beso que ella inició, pero lo molesto era que a pesar de estar en contra de los hombres mentirosos la muchacha había mentido deliberadamente involucrándolo a él en algo de lo cual no tenía la menor idea.

-De verdad lo siento mucho...- se disculpó Chiara levantándose de su lugar y caminando hacia el muchacho- no sé qué me pasó, bueno sí sé dijo meneando la cabeza- me sentí acorralada por mi prima y mi ex, entonces te ví y me inventé eso de que eres mi novio.

-¡Perdooón! ¡Era señorita, era su novio!- dijo él muchacho sin levantar la voz pero con evidente enojo en ella- Porqué le va a tocar, separarse, matarme o yo que sé para sacarme de este asunto.

Chiara lo miró desconcertada, ¿quién o qué se creía él que era para mostrarse tan ofendido? Ella no era una mujer fea, como para que un hombre no deseara ser su novio. Pero si en algo tenía razón el joven era en el hecho de que nadie le había siquiera preguntado su opinión respecto a toda la situación.

-Ok, tienes razón. Discúlpame por meterte en una situación tan desagradable.- dijo la muchacha con pena en su voz y su semblante mientras Chris la observaba- Sé que debe haber sido una mala situación que yo...bueno que te besara sin conocerme- dijo ella mientras él pensaba "fue muy rico el beso"- Por eso vuelvo a disculparme, aquí tienes un extra por la molestia- agregó la muchacha sacando de su bolso más dinero.

-No, gracias- dijo él negándose a tomarlo- usted ya me pagó lo que vine a entregar y con eso es suficiente.- luego de sus palabras el joven caminó rumbo a la puerta de salida y antes de abrir se dio vuelta. Observó a Chiara sentada nuevamente en su silla, con la cabeza sobre el escritorio, en una clara señal de derrota, entonces él no resistió la tentación de preguntar.

-Solo por curiosidad ¿porque se inventó una historia tan absurda?

-¿Por qué piensas que es una historia absurda?- le preguntó ella alzando la cabeza.

-¿ Acaso no ve lo diferentes que somos usted y yo?- la muchacha ladeó la cabeza en señal de incomprensión- digo- se explicó Chris- miresé y mireme a mi ¿quién creería que una mujer tan bella como usted podría estar con alguien como yo? Ahora...¿me va a decir si o no?- replicó él joven cambiando el tema de conversación.

- Esos dos eran mi prima y mi ex novio- explicó la muchacha y Cris asintió con un movimiento de su cabeza, mientras regresaba para sentarse pues supuso que iba a estar allí un buen rato- Él y yo rompimos hace tiempo luego de que me enteré que solo había estado jugando conmigo

-¡Ahhhh!¿por ese tipo dijo anoche que todos somos iguales?- preguntó él empezando a entender ciertas cosas.

-Exacto-dijo ella- pero no fue solo por eso. Mi prima siempre me odio y envidio lo que yo conseguía. Y ahora que esta por casarse con mi ex, ella bueno...se siente superior a mi. Por esa razón vino a invitarme personalmente a su boda. Aunque creo que más que nada vino a comprobar que eso que inventó mi madre de que tengo novio era mentira.- le dijo y él se rascó la nuca sin comprender.

-¿Qué tiene que ver su madre en esto?- dijo Chris y la muchacha le contó en detalle lo ocurrido. Cuando por fin ella terminó su relato, Chris simplemente se levantó de su asiento, la vio con cierta pena y luego se despidió para así salir del edificio.

Chiara desconcertada ante todo lo ocurrido llamó a su amiga pidiéndole que la viera en su casa, invitandola a cenar,tomó su bolso y se dirigió hasta el lugar. Al llegar se puso su ropa más comoda y esperó con paciencia la llegada de su amiga.

Cuando oyó el timbre sonar de inmediato supo que era ella, le abrió la puerta y al tenerla frente a ella la abrazo deseando que sus lágrimas le ayudarán a desahogarse.

Ambas mujeres comenzaron a charlar, Chiara la puso al día de todos los acontecimientos y una vez que terminó de hablar la otra muchacha preguntó

-¿Entonces era guapo el repartidor?

-¿De todo lo que te dije lo único que recuerdas es al repartidor?- se quejó Chiara.

- No lo tomes mal, amiga- dijo la muchacha- Pero yo creo que ese repartidor podría ser la solución a tu problema.

-¿Qué dices?¿No me oíste que él no se inmutó por ayudarme?- replicó Chiara.

-Cariño...si la montaña no va a Mahoma...Un contrato te puede ayudar- le dijo dedicándole una sonrisa divertida.

-La verdad no te entiendo.- dijo Chiara desorientada-¿Cómo que un contrato?

- Fácil mi bella. Buscas al repartidor y le propones trabajar para ti- afirmó la muchacha.

-¿Trabajar para mi?- dijo Chiara fruncido el ceño.

-Así es...le pides que sea tu novio hasta que la boda se lleve a cabo, le ofreces una buena suma de dinero y obviamente le haces firmar un contrato, donde se detalle lo que harán, así como también la confidencialidad del asunto. Dijo la joven mientras la otra mujer la miraba negando con la cabeza, ante la ocurrencia de su amiga.

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