Hanna

Hanna Nian, una adolescente de 20 años, pelo castaño oscuro con la mitad de su pelo de color rosado, piel blanca, ojos verdes, uñas largas del color rosa y lila, le encanta usar lápiz labial color matte, usa jeans, camisas y buzos, es alegre, entusiasta, no le gustan las injusticias y es una chica con mucho caracter, perdió a sus padres en un accidente automovilístico, vivió gran parte de su infancia con su Tío Walter Niam, su Tía Jennifer Chu y su prima Jina Niam casi de su misma edad, actualmente vive en la universidad junto a sus amigas, ya que no quiere ser una carga y molestia para ellos, a veces los visita, pero generalmente prefiere quedarse con sus amigas.

Su Tío es quien se quedó a cargo de la empresa de Joyerías, ellos quieren muchísimos a Hanna pero no se puede decir lo mismo de Jina que siente celos de ella.

Hanna está estudiando en la Universidad Halberck, tiene 4 amigos, Maite Lan, Karen Zuo, Jeremías Han y Lian Ethi.

Se acercaba el cumpleaños número 21 de Hanna, esa noche sus amigos prepararon una fiesta sorpresa en el club privado Azucena donde se encontraban reunidos todos sus amigos, había bocadillos, Karaoke y otros tantos juegos...

Para esta ocasión se había puesto un vestido rosado que hacia juego con su pelo y uñas, llevaba una coleta alta... sus amigos al verla ingresar gritaron eufóricamente para celebrar a la cumpleañera...

Hanna: Gracias chicos por esta fiesta -Ella emocionada abraza y saluda a sus amigos-

Jeremías: amiga que hermosa estás, deberias usar mas seguido vestido.

Sus demás amigos sonrieron y asintieron con la cabeza dándole la razón a Jeremias.

Hanna: basta chicos, saben que no me gusta, me lo puse porque fue un regalo de ustedes.

Karen: amiga te vez hermosa, ahora celebremos, ya que estás aquí.

Maite la agarró de la mano y la llevo al medio de la pista, donde todos comenzaron a beber y bailar... Seguidamente Lian propuso jugar un juego donde en una mesa había pelotas y vasos de un extremo a otro, había que lanzar la pelota y embocar en uno de los vasos, al no embarcarla debían de tomar un trago de tekila, los primeros en jugar eran Hanna, Karen, Jeremías y Maite, todos fallaban en embocar la pelotas pero todos eran resistente al tekila, ya que vivían de fiesta en fiesta...

Luego de un par de jugadas comenzaron con el Karaoke, Hanna cantaba muy bien y sus amigos disfrutaban escucharla... Después de una larga noche de celebración se dirigieron a la universidad a descansar, en el camino un auto negro casi lo atropella, el chófer freno de golpe a ver al grupo de amigos salir de una esquina, el pasajero de atrás inmediatamente levanto la cabeza de su laptop para ver qué estaba sucediendo y pregunto al chófer que sucedía.

Artur: nada Jefe, un grupo de chicos se cruzaron -este siguió conduciendo-

Antoni: sigue conduciendo. - cuando cruzó de cerca al grupo los miro con detención y miro con interés a la chica de rosado que le hizo fackiu a la vez que le gritaba que tenga más cuidado-

Hanna: viejo idiota, ten más cuidado.

Maite: ya cálmate amiga, no ves que parece ser de una familia de alta sociedad.

Lian: chicos casi morimos atropellados. Paremos un taxi para volver.

Karen y Jeremías asintieron dando la razón.

Estaban muy cansados para caminar, por lo que Lian paro un taxi y se fueron a la universidad, todos entraron despacito, cada uno a su cuarto, en esta universidad estaban las habitaciones de hombres a la izquierda y las de la mujeres a la derecha...

Eran las doce del medio día y el celular de Hanna no dejaba de sonar...

Karen: amiga contesta el teléfono por favor... quiero seguir durmiendo.

Hanna: saco el brazo debajo de las sábanas, tanteo en la mesa hasta agarrar el celular. Hola ¿quien habla?

Walter Niam: mí niña "Feliz cumpleaños" princesa, como sabía que seguro saliste a festejar con tus compañeros decidí llamarte a esta hora.

Hanna: Hola Tío, gracias... ¿que hora es?

Walter: son las doce del medio día. Mí niña está noche ven a celebrar tu cumpleaños en casa, hemos preparado una fiesta para tí, vente temprano así tu Tía te ayuda a prepararte.

Hanna: Tío no era necesario, sabes que no me gustan las fiestas.

Walter: mí niña por favor no te niegues, no nos has dejado celebrar ningún cumpleaños a lo grande, acepta este por favor. Te prometo que no te vas a arrepentir. Ya me encargue de hacerle llegar la invitación a tus amigos, así que no nos haga el desaire de no ir. Te estaremos esperando en casa, tu Tía quiere ayudarte, tu sabes cuánto te quiere...

Hanna: está bien Tío, dile a la Tia que estaré allí a las siete. Los quiero mucho...

Walter: gracias mí niña, no sabes lo feliz que nos hace. Te estaremos esperando -muy ansioso y feliz se va a buscar a su mujer para contarle la buena noticia-

Hanna corta y se acuesta a dormir de nuevo, ya que esta muy cansada. No sé espera la sorpresa que le tienen preparada sus tios.

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