Capítulo 4

Tras tomar un baño de bañera, Angelina secaba sus preciosos cabellos sin imaginar los comentarios lascivos que los hermanos Gotti hacían sobre ella. Minutos más tarde, cogió su celular, entró en Instagram y se dirigió directamente a la página de Bernardo Greco. Había pocas fotos allí, como todo heredero mafioso, Bernardo tenía que ser discreto. Exhibir su estilo de vida lujoso en las redes sociales podía atraer la atención de los federales que siempre lo tenían vigilado.

Tumbada en su cama, Angelina recordó su primer beso, cuando tenía quince años.

HACE TRES AÑOS...

*— Qué pena que tengas que volver a la universidad. — Se quejó Angelina\, sabiendo que Bernardo no tenía otra opción. Como hijo mayor de la familia Greco\, debía terminar la carrera de administración para convertirse en el nuevo capo.*

*— Angel. — Llamó Bernardo refiriéndose a Angelina de esa forma cariñosa como todos sus amigos la llamaban. — No sé por qué siempre te pones triste. Vuelvo en vacaciones y en días festivos. Nunca estamos mucho tiempo separados.*

*Las familias de Angelina y Bernardo siempre habían sido amigas y habían convivido desde pequeños. Bernardo veía a Angelina como su hermana menor\, pero ella quería mucho más que eso.*

*— Lo sé...\, pero no quería que te fueras esta vez. — Habló Angelina enrollando un mechón de su brillante cabello rubio en su dedo índice.*

*— No debemos perder tiempo con tus lamentos. Aprovechemos el tiempo que estoy aquí. — Dijo Bernardo cortando a Angelina\, como siempre hacía. — Hay una película nueva en el cine: La niña y el cerdito. ¿Quieres ir a verla? Podemos llamar a Stella también.*

*— ¡No! — Exclamó Angelina irritada\, ya que Bernardo no estaba dando importancia a sus quejas. — Y esta película es para niños. ¡Ya no soy una niña! Tengo quince años.*

*— ¡Uuuy! Disculpa\, Angel. Realmente eres una adulta. — Bromeó Bernardo\, sonriendo y encontrando divertida su irritación.*

*— ¿Los niños se besan en la boca? — Preguntó Angelina de forma atrevida.*

*Frunciendo el ceño\, Bernardo miró a Angelina de vuelta\, sin gustarle el rumbo de esa conversación. En efecto\, Angelina ya no era una niña. Su cuerpo ya estaba tomando forma de mujer y cada día estaba más hermosa\, pero para él\, no era más que una amiga querida o su hermanita.*

*— No. — Respondió Bernardo firme. — Los niños no se besan en la boca y tampoco las niñas de quince años.*

*— Eres muy anticuado. — Angelina rió\, acercándose cada vez más a Bernardo. — Tiffany\, mi amiga\, ya ha besado a un chico. Tiene mi edad. No quiero ser una beso virgen\, pero mi primer beso tiene que ser con alguien especial.*

*— Estoy de acuerdo contigo y no tienes que tener prisa por eso\, Angel. No estás compitiendo con nadie. En el momento adecuado\, aparecerá la persona ideal. — Bernardo miró a Angelina\, que ya estaba muy cerca sin darse cuenta de lo que ella pretendía hacer.*

*— Pero ya conozco a la persona ideal. — Respondió Angelina\, pasando la lengua por su labio inferior.*

*De repente\, todo sucedió. Angelina pegó sus labios a los de Bernardo\, quien en un primer momento pensó en apartar a la joven\, pero al sentir los brazos de ella alrededor de su cuello y el cuerpo de mujer pegado al suyo\, no resistió y correspondió al beso. Minutos después\, al darse cuenta de que estaba excitado\, Bernardo apartó a Angelina\, que sonreía\, y la miró con irritación.*

*— ¿Qué te crees que estás haciendo? — Gritó Bernardo asustado por excitarse con el inocente beso de ella. — ¡Jóvenes educadas no salen besando por ahí!*

*— Quería que fueras mi primer beso\, Bernardo. — Susurró Angelina\, con las mejillas sonrojadas.*

*— Angel\, eres muy guapa y joven. — Habló Bernardo en un tono más calmado\, dándose cuenta de que ella estaba avergonzada por su reacción. — Cuando seas mayor\, tu padre elegirá a tu marido y todas tus primeras veces deberán ser con él.*

*En ese momento\, la voluntad de Angelina era decirle a Bernardo que quería tener todas sus primeras veces con él. Quería casarse con él.*

Después de aquel día, Angelina se enamoró aún más de Bernardo. Deseaba de todo corazón que su padre pudiera arreglar su matrimonio con él, pero si eso no fuera posible, no tenía intención de casarse con nadie más.

Bernardo Greco era atractivo y encantador. Sus ojos azules eran tan intensos y cautivadores como los de Angelina, y tenían el mismo color. Ambos rubios, de piel clara y ojos azules. Su mandíbula bien definida y su encantadora sonrisa cautivaron a Angelina desde el primer momento. Alto y con porte atlético, le gustaba practicar deportes al igual que ella. Formaban una hermosa pareja, pero nadie imaginaba la pasión platónica de Angelina por él.

Además de aquel beso, a los 15 años, no habían tenido nada más serio, excepto una hermosa amistad que alimentaba cada vez más la pasión de Angelina. Como habían sido criados en familias de mafiosos tradicionales, Angelina prefería creer que Bernardo no avanzaba con ella por respeto a las reglas. Todos los chicos de la ciudad se morían de amor por ella y Bernardo no era una excepción, estaba segura de eso.

En ese ir y venir de Bernardo, por su universidad que quedaba lejos de Nueva York, Angelina conoció a otros chicos e incluso llegó a intercambiar algunos besos, pero su pasión por Bernardo seguía firme y fuerte. Cada vez que él volvía a Nueva York de vacaciones, ella tenía esperanzas de que intentara algo más íntimo, pero su relación siempre seguía igual.

En la mafia, la mujer solo tenía valor para el matrimonio si era virgen. Ningún miembro de la mafia, especialmente los líderes, se casaría con una mujer que hubiera estado con otro hombre en la cama. Incluso si ella fuera la mujer más hermosa del mundo. Al mismo tiempo, acostarse con la hija de algún mafioso importante resultaba en matrimonio o muerte. Criada en esa realidad, Angelina estaba segura de que Bernardo no tomaba ninguna acción debido a las reglas impuestas sobre ellos, pero también creía que él también debía estar enamorado de ella.

Desafortunadamente, Bernardo alimentaba los sueños de Angelina tratándola con tanta atención y cariño, pues la joven no sabía distinguir las cosas.

Lo más preocupante de toda esa situación era que Angelina no aceptaría casarse con otro hombre que no fuera Bernardo y en la mafia no tenía opción. Tenía que casarse con el hombre que su padre determinara. Después de todo, el matrimonio allí no era por amor, sino por alianzas lucrativas financieramente.

BERNARDO GRECO

Más populares

Comments

Liliana Ariza

Liliana Ariza

parece interesante esta novela 🤔

2024-02-06

2

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play