Narrador.
Tal día como hoy, las flores de los árboles florecían, el clima se mantenía fresco y soportable, las personas caminaban de un lado a otro en el central Park.
El central Park...el lugar más famoso de New York, Una ciudad increíble, dónde todos quieren nacer, desarrollarse, y formar una vida en ella.
Annabelle caminaba por el gran Paseo turístico.
Sus ojos se empañaban de lágrimas cada vez que las palabras del doctor resonaban en su cabeza.
* lo siento Annabelle, Jamás podrás concebir*
* Tienes un Tumor en el Endometrio*.
Annabelle caminaba ahogada en la pena, sus sollozos salían ahogados, no entendía el porque...No entendía...Solo quería eso....Entender.
Su larga cabellera era un velo con el cuál el viento jugaba, Sus lágrimas alimentaban su sed.
Estaba dolida con la vida.
Con sigo misma.
Quería gritar.
Quería desahogarse.
La vida no le estaba brillando como hace unas horas.
Sus ojos Llacian en una oscuridad de la cuál se le hacía imposible salir.
Observaba a los niños, y a las madres correr detrás de ellos.
una Profunda he inoportuna nostalgia le invadió su ser destrozado.
Las lágrimas retenidas salieron y de pronto su cuerpo no le respondió.
Sus piernas se desplomaron, y cayó, Cayó inconsciente en el suelo.
Las personas corrieron a socorrerla y vaya que lo necesitaba.
...
—Annabelle Reacciona – Le pedía su amiga.
Ya había pasado varias semanas desde aquel incidente en el Central Park.
Annabelle mantenía su mente en blanco.
ya no quería pensar...Ya para qué.
— Estoy aquí – Le dice y Nora, (Amiga), La analiza negando lentamente.
— Tu no eres la Anna que yo conozco – Le da una mirada triste.
— Nora...Soy Yo, Ya no te preocupes, jamás le cuentes a Nadie, Este es nuestro secreto – Nora Asiente.
— Jamás te voy a traicionar – Annabelle no era una persona que confiaba ciegamente en las personas, por alguna razón siempre desconfia de todos, Y Nora no era la excepción, Nora jamás le había faltado, y mucho menos fallado, pero su instinto de súpervivencia venía siendo más amplio que una Amistad del cuál no estaba tan confiable.
Annabelle aquel día Gris le tuvo que confesar lo que el doctor le había dicho a su "mejor amiga", ella fue al hospital a ayudarle, ya que su esposo había salido por la mañana a los angeles, a un juicio que se llevaría acabo en la tarde del mismo día, y por eso razón no pudo socorrerla.
Annabelle aquel día se desahogo con su amiga, le contó todos sus miedos.
Su pasado.
Esa noche ambas lloraron juntas.
pero eso aún no hacía que Annabelle confiara en ella.
Annabelle cruza el umbral de la puerta de su casa.
Está era tan inmensa y vacía.
Recorría los costosos accesorios con sus dedos.
Annabelle había Sido incapaz de decirle a su amado, que jamás podra concebir...Que de ahora en adelante tendrá que batallar contra una cruel enfermedad, aunque en el fondo ella dudaba, dudaba en querer seguir viviendo.
Su miedo era más grande que su amor.
Ella no lo sabía, pero si lo presentía.
Venía amando a su actual esposo desde la secundaria.
ella conocía sus sueños.
Y el ser padre era uno de ellos.
El siempre le hablaba de una familia.
Ella siempre le correspondía, pero justo en ese momento dónde el doctor le arrebato los sueños a Annabelle, supo que nada volveria a ser como Antes.
...
Annabelle.
Entro a mi habitación y me siento en mi escritorio personal.
La lámpara al frente de mí alumbrará el papel en el cual tenía que trazar líneas hasta convertirlo en un gran diseño.
El bloqueo emocional que tenía era tan fuerte que mi cabeza dolía de tan solo pensar.
— Mi amor – Exclama mi esposo sorprendiendome, Mi esposo me Besa la coronilla cabeza y yo no puedo devolver el cumplido.
Me levanto y me dirijo al closets.
Saco mi piyama y me la coloco bajo su atenta mirada.
— Annabelle, pasado mañana saldré de viaje a Seattle por dos semanas, Te quería pedir que vinieras conmigo – Lo dice mientras quita su ropa y se situa tras de mí, suspiro cansada– ¿Que dices?– Me pregunta mientras comienza a trazar una línea de besos por todo mi cuello hasta el valle de mis senos.
— Te juro que la pasaremos bien – vuelve a besarme y yo me dejó llevar por sus caricias – Solo iré allá para buscar un testigo más...nada importante...No cómo tú – Asiento mientras me toma en sus brazos y me coloca despacio sobre la cama.
— ¿Irás?– En lugar de responderle lo beso intensamente hasta que se nos acaba el aire.
Dios...Cómo lo amó.
...
Me despierto sobre mi amado esposo.
Steven Charles.
Tan Perfecto...
Tan inteligente...
Tan amoroso...
Tan todooo...
Por un momento se me olvidó que tenía cita con el doctor.
Suspiro y se levantó de su cama.
ANNABELLE
Al colocarme mi bata suena el celular de Steven.
Iba a tomarlo pero tocaron la puerta de la habitación.
— Señora disculpe que le moleste tan temprano, pero su doctor pide verla...Dice que es urgente – Siento que es mejor esperar a que Charles se despierte y se vaya.
— Dile que bajo en un momento– Luego de que la chica de servicio iba a avisarle al doctor.
Voy al baño hago mis necesidades, me peino mi cabello y busco algo de ropa decente.
Al estar más o menos presentable.
Al llegar al recibidor este me espera con una carpeta en manos.
— Espero que me traiga Buenas noticias....
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