Me doy vuelta cuando escucho el suave doble golpe. Esa es la señal de mi hermano pequeño. Cuando abro, él parece tan emocionado como yo lo estoy hoy. Si no fuera por él, lo más probable es que hubiera intentado huir. Tal vez no sepa qué pasó con mi mamá, pero lo que sí sé es que si hubiera tenido la oportunidad de tener unas últimas palabras conmigo, me habría dicho que protegiera a mi hermano, aunque no tenía que decirlas para que yo lo supiera. Cuando se trata de la lealtad y de esta familia, la mía cae con ella aunque no esté aquí.
Tal vez algún día tenga la oportunidad de averiguar lo que le pasó, de conseguir mi propia venganza en su nombre. Ese pensamiento es lo que siempre me recuerda que soy una Scalingi.
—¿Cómo lo llevas? —me pregunta Marco.
Finjo una sonrisa: —Estoy bien.
—Mentirosa —dice antes de pasar a mi habitación.
Con 15 años, ya es más grande que nuestro padre. Demonios, es más grande que mi futuro marido. Temo que algún día se convierta en uno de ellos; uno de los hombres duros a los que no les importa nada más que el poder. Es entonces cuando las líneas se empiezan a borrar para mí. Amo a mi hermano, y posiblemente podría hacer muchas cosas malas y yo lo seguiría amando igual. Aun así, sé en mi corazón que él es diferente. Frunce el ceño ante mi vestido para luego frotarse una mano en la cara.
—Odio esta mierda —dice.
—No empieces —lo señalo con el dedo—, esto tiene que hacerse. Si no fuera Antonio, habría sido otro.
—Jodida mierda —mi hermano va y viene delante de mi cama.
Lo tomo del brazo y le enseño mi expresión haciéndole saber que hablo en serio, mostrándole que esto es lo que hay que hacer.
—Está bien.
Deja de caminar para mirarme y puedo ver que no está nada bien. No para él, no para mí.
—Suenas como mamá.
Alejo la mirada de Marco y me trago el nudo en la garganta. No le mostraré que hoy tengo miedo.
Él se parece a nuestra madre más que a nuestro padre, pero también tiene sangre de Scalingi en sus venas. Puede ser imprudente, y eso es lo último que quiero hoy.
Si deja que sus emociones saquen lo mejor de él, pondrá su vida en peligro. Creo que mi madre se volvió imprudente, tal vez trató de huir. Solo Dios sabe lo que realmente pasó, pero no puedo arriesgarme a que le pase algo a Marco. Ninguno de nosotros tiene el lujo de seguir a su corazón.
— ¿Me las conseguiste? (pregunto cambiando de tema)
Esta boda va a suceder sin importar lo que pase, no tiene sentido insistir en ello ahora la obra está casi terminada.
—Marco, por favor dime que tienes lo que necesito.
—Me haces sentir como un traficante de drogas.
(saca una bolsa y me la entrega)
—Estoy segura de que toda nuestra familia es un montón de traficantes de drogas (medio bromeo mientras le arrebato la bolsa)
—Todavía es jodidamente raro conseguir las píldoras anticonceptivas para mi hermana.
No estoy en desacuerdo, pero una chica tiene que hacer lo que una chica tiene que hacer. No voy a traer un bebé a este mundo. Cuando me enteré de que me casaba, inmediatamente fui con mi hermano para que me las consiguiera. No preguntó por qué, lo sabía, lo entendió, y luego me consiguió las pastillas a pesar del riesgo. Se inclina hacia abajo, besándome en la frente.
—Está tan jodidamente mal, Soph.
—Lo sé (dejo que mis ojos se humedezcan solo por un momento, luego enderezo mi columna vertebral)
—No hagas nada estúpido. Me voy a casar, y es lo que hay.
—Antonio es un pedazo de mierda (murmura Marco)
No sé mucho sobre mi novio. Lo que sí sé, no me gusta. Mi padre hizo un buen trabajo escondiéndome después de que mi madre desapareciera. Solo escuché trozos y piezas sobre el jefe de los Tuscani, junto con las cosas que mi hermano compartía conmigo. Para Marco es duro, pero le duele al igual que yo. La perdió igual que yo, y ahora es un chico que es más hombre de lo que debería ser. Quiero decirles a todos ellos, a mi padre, a mi abuelo y a mi novio, que son todos unas mierdas, pero lo dejo pasar como tengo que hacerlo.
—Déjalo ir (susurro, y luego me aclaro la garganta) Vete tengo que prepararme (lo empujo hacia la puerta) nos vemos en la iglesia (y otra vez fuerzo una sonrisa)
No lo hace deja que su ira se muestre y eso es peligroso.
—Reúne tus piezas (lo corto)
—Ahí lo tienes, sonando como mamá otra vez.
Esta vez, mi sonrisa no es falsa. Me llevaré todo lo de mi madre que pueda conseguir hoy, la voy a necesitar.
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Updated 38 Episodes
Comments
Leidism Sivila
😠🥹😵💫😭
2023-12-29
0
Ester Ayala
me gusta este comienzo.....👏👏👏👏👏
2023-07-19
2