Capitulo 4.

El primer día de trabajo pronto llegó a su fin, Rosana estaba exhausta, pero feliz por saber cuánto ganaría y por saber que su función no era algo difícil para ella, después de todo al menos lo que aprendió, siendo secretaria en la empresa de su difunto esposo estaba siendo útil en este trabajo.

—Gracias Rosana, realmente necesitaba una asistente o mejor dicho, secretaria, para que yo pudiera salir a tiempo, hoy gracias a ti, conseguiré llegar a casa antes de que mi hija duerma.- Igor habló feliz, a pesar de saber que ella no sería su secretaria por mucho tiempo, ya que Thomas con toda seguridad querría que ella fuera solo suya.

— Yo que le agradezco jefe, por haberme defendido y por la oportunidad de empleo.- Habló ella sonriendo.

Igor ya estaba a punto de entrar al ascensor cuando recuerda algo y llama a Rosana que también se estaba preparando para irse.

Toma una bolsa y se la da y le dice:

— Es un teléfono, dale formato y saluda a mi contacto para que guarde tu número.

Rosana abre la bolsa y cuando ve el teléfono, mira a Igor y dice:

— Es un teléfono, dale formato y saluda a mi contacto para que guarde tu número.

Rosana abre la bolsa y cuando ve el teléfono, mira a Igor y dice:

— No puedo aceptarlo, ese teléfono es demasiado caro, no estaría bien. ¡-Acéptalo! Tú eres empleada, entonces tienes derecho a tener un celular de mi empresa.

—Dijo Thomas que estaba detrás de ella. Mira a Thomas y dice:

— ¿Así que los empleados de tu compañía ganan teléfonos caros?

—Apenas acepte señorita Rosana, ¿acaso tiene algún celular que podamos entrar en contacto?— Preguntó él con una sonrisa demostrando libertinaje.

—Gracias señor Igor y señor Thomas, pero en cuanto lo reciba, pagaré por el celular.—Habló ella encarando al poderoso Director de la empresa.

—Como quieras.— Habló Thomas saliendo hacia su ascensor individual. Rosana se despidió de Igor y fue hacia Thomas, entrando en el ascensor privado que él estaba, dejándolo sorprendido.

— ¿Hay algo que necesites saber? —preguntó.

—De hecho, me gustaría saber si podría ir con usted a su mansión, es que mi tía aún está allí, ya que ella es la que prepara sus comidas.

—Habló Rosana con una voz delicada, mirándolo de forma agradable.

— ¿Acaso crees que yo soy tu chófer?- Preguntó él, burlándose de ella de forma sarcástica y siendo bastante frío.

— Vaya, te ves como si tuvieras un limón agrio en la boca, ¿cómo puedes ser tan grosero?

—habló. Thomas se acerca a ella dejándola avergonzada, el corazón de Rosana se acelera, él estaba muy cerca de ella, a solo unos centímetros de tocarse los labios, por lo que solo respira lentamente y dice:

— Te llevaré, pero no hagas del viaje una rutina.

Las puertas del ascensor se abren y él sale adelante y ella respira hondo, al final él es un hombre muy atractivo, su perfume era tan delicioso y llamativo, su voz gruesa y única, todo en él era como una adicción para las mujeres que lo deseaba, Rosana se sentía atraída por él, Por más que ella estaba buscando su esencia como mujer, de amarse primero nuevamente, centrada apenas en restablecer su vida, Thomas tenía un modo solitario que le hacía creer que ellos eran semejantes, por más que ella negase.

Continúa…

Continua..

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