Una Fuerza del Destino.

Después de beber más de lo que una mujer de mi altura y peso debería, un extraño gato me pide matrimonio y yo, que en ese momento tengo el contenido alcohólico de siete botellas de vodka, respondo que sí. Y él me dice:

— Ven conmigo, Moana. ¡Tenemos que celebrar de una manera especial y preferiblemente a solas!

Él me abraza y me besa otra vez y yo termino insistiendo en beber un poco más y así fue. Lo siguiente que sé es que estaba en su coche, yendo a alguna parte.

Todo lo que sé es que estaba jugando con el viento, tocando mis cabellos. No estoy seguro de dónde me trajo, solo sé que me gustó. Es una habitación muy lujosa, él es enorme. La cama puede dormir a seis personas en ella. Noah me mira al decir:

— ¿Estás nerviosa, Moana? Sé que para ti solo soy un extraño que conociste hace poco más de tres horas.

— ¿Estuve con alguien por un año entero y pensé que lo conocía, crees que el tiempo que te conozco va a influir en algo? - le respondo mientras me acerco a él.

Él me besa una vez más, la diferencia es que está un poco más sensual y tranquilo. Siento su lengua jugar con la mía y mi cuerpo quiere el suyo. Hasta que Noah susurra:

— ¿Me quieres, Moana? - le pregunto mientras lo beso y lo escucho gemir y le hago otra pregunta.

— ¿Qué me estás haciendo, Noah? No debería estar aquí... ¿Pero por qué parece tan cierto? - responde:

— ¡Porque es cierto! ¡Solo estamos adelantando la luna de miel! - Paso la mano sobre su hombro haciendo caer a un lado la fina correa de su vestido sexy. Beso su hombro de la punta hasta el cuello y hago lo mismo con su otro hombro y el vestido rojo cae al suelo. Ella está solo con su pieza íntima y yo admiro la obra de arte que está a mi frente y digo: - Linda demasiado.

Me hace sonrojar... mirándolo a los penetrantes ojos azules, abro su blusa, botón por botón sin perder el contacto visual. Cuando la blusa cae al suelo, le ayudo a quitarse los pantalones que luego van a parar en algún lugar de la habitación.

Corrección:

Tomo a Moana en mis brazos y la pongo suavemente en la cama. Me quedo allí mirándola por unos pocos minutos y después empiezo a besar sus piernas, subiendo hasta su intimidad. Saco su pieza íntima con la boca y ahora la visión del paraíso está completa.

Él besa mi intimidad como si estuviera besando mis labios y luego mi placer viene con todo. No puedo controlar mis gemidos y termino metiendo la mano en la boca. En ese momento, él quita mi mano de mi boca y dice:

¡No hagas eso! ¡Quiero oírte! Tu gemido para mí es la melodía más dulce, no me prohíbas escuchar esa maravillosa melodía.

Vuelve con sus labios a donde estaba y me da otro orgasmo increíble y no puedo controlarlo, esta vez, mis gemidos llenan el ambiente. Se levanta lentamente besando mi cuerpo y se detiene en mis pechos, poniendo sus labios allí enloqueciéndome.

Mis ojos, por un momento curiosos, intentan ver el miembro de ese hombre sexy... No puedo creer el enorme volumen pulsante que está dentro de su pieza íntima.

Estaba tan feliz que cuando finalmente se deslizó dentro de mí fue como si estuviera perdiendo mi virginidad de nuevo.

¡Fue la mejor noche de sexo que he tenido! Eso sin duda aumentó mi autoestima en mil. Un hombre así, deseándome y enalteciéndome justo en el momento en que yo estaba en el suelo, es surrealista. Noah me mira y con sinceridad dice:

— ¡Idiota y burro fue el hombre que dejó escapar esa obra divina que eres tú! Eres sensual y sexy en la cama, divertida y animada fuera de ella. Es como tener a tu esposa y a tu mejor amiga en una sola mujer. Eres la mujer perfecta para casarte conmigo.

Él gime mi nombre un par de veces y eso me hace delirar en medio del placer que siento... nunca llegué a ese nivel de placer con Apolo. Como mucho un orgasmo, y pensé que era perfecto.

Noah me hizo cosas que me hicieron perder las piernas. En algún momento allí terminamos durmiendo, creo que un poco culpa del alcohol y un poco culpa del cansancio físico de lo que hicimos.

Cuando desperté, tuve dificultad para que mi visión tomara foco. Cuando finalmente conseguí ver dónde estaba, me asusté. Miré alrededor tratando de entender lo que había pasado y es cuando lo vi... y vi que estaba desnuda. Mi ropa estaba en el suelo. Me volteé lentamente hacia un lado y vi a un hombre alto, extremadamente sexy, también durmiendo a mi lado. Traté de recordar todo lo que hice y poco a poco vino todo a mi mente y me insulté mentalmente: "¡Idiota! ¿Cómo pudiste hacer eso? ¡Te acostaste con un extraño!"

¿Al menos usamos condón? Me levanté sin hacer ruido para no despertar al extraño. Y en ese momento recordé su nombre... Noah. Tan pronto como puse mis pies en el suelo, sentí que me abrazaba y me jalaba de vuelta a la cama. ¿Cómo se despertó? Parecía estar en sueño profundo. Acostada en la cama con él por encima de mí y mirando en mis ojos, me hizo la misma pregunta: "¿No huirías de mí, verdad? ¡No después de lo que hicimos! Sobre todo no después de aceptarlo."

— ¡No sé de qué estás hablando! Tengo que irme... ¿quieres que te ayude a pagar la cuenta? No hay problema para mí. ¡Lo que sea que te haya obligado a hacer, te pido que me disculpes! - Él me preguntó.

— ¡No soy ese tipo de hombre, Moana! ¿Nuestra noche fue increíble, lo vas a negar también?

— ¡No... eso fue una locura de borrachos! ¡Cualquier cosa que me hayas dicho anoche fue por el alcohol! ¡Realmente tengo que ir!

— ¡Ok, si no te acuerdas, te lo voy a recordar ahora! - La besó de nuevo y cuando pararon para recuperar el aire, le preguntó: - ¿Moana, aceptas casarte conmigo? - La sorprendió.

La besó de nuevo haciéndole recordar todo lo que hicieron esa noche. No había necesidad de que se lo recordara, porque era más que evidente que tuvieron una noche increíblemente buena. Pero tenía que estropearlo todo con esa pregunta. Lo miró y trató de ser lo más sincera posible al decirlo:

— ¡Noah, no puedo aceptarlo! ¡No puedes pedirme que me case contigo solamente porque pasamos esta noche juntos! Sé que lo que hicimos estuvo muy bien, va a ser algo que realmente no voy a ser capaz de olvidar. Pero no puedo aceptar casarme contigo solo por eso. Para que la gente se case necesita al menos tener sentimientos el uno por el otro y solo pasamos la noche juntos. Fue solo sexo casual. Pasé por algo ayer que necesitaba olvidar... e incluso te estoy agradecida. Porque lograste hacerme olvidar, pero no puedo aceptar casarme contigo. Lo siento.

"Tranquila, todo va a salir bien. Voy a encontrar la manera de conseguir el dinero para la cirugía de mamá. No la voy a perder, no puedo permitirlo."

Corro a vestirme y salgo de casa en busca de ayuda. Llamo a todos mis amigos y familiares, les cuento la situación y les pido ayuda. Todos se ofrecen a colaborar, algunos con dinero y otros con apoyo emocional.

Finalmente, después de mucho esfuerzo y ayuda de muchas personas, logramos reunir el dinero necesario para la cirugía de mi madre. La operación fue un éxito y mi madre se recuperó rápidamente.

Ahora, cada vez que escucho ese tono de llamada en mi teléfono, recuerdo aquel momento de angustia y preocupación, pero también recuerdo la fuerza y el amor que nos unió como familia para superar esa difícil situación.

— ¿Cómo voy a conseguir todo eso? ¿Venderé mi apartamento, pediré prestado al banco y conseguiré esa cantidad? - Noah se sienta a mi lado y dice:

— ¡Puedo ayudarte con eso! ¡Puedo conseguir los mejores cirujanos cardíacos para tu madre, ella tendrá a los mejores médicos cuidándola! ¡Solo tienes que aceptar casarte conmigo!

Estoy confundida y asustada... ¿Tendré que aceptar casarme con un extraño para salvar la vida de la persona que más amo en este mundo?

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