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Valentina

Fin de semana, hoy toca descanso gracias a Dios. Esta semana fue demasiado ajetreada entre la universidad, mi trabajo como forense, mi carrera en la mafia y no olvidemos el hospital. Se llevan todo mi día y no olvidemos mis fuerzas _ suspira_. Me volvería loca de no ser por mi amiga. Ya me hubiera pegado un tiro en la cabeza de no ser por ella.

_ Deja de ser dramática, tú tienes energía para eso y más _ me dice mi conciencia. Ya sé le hizo costumbre estarme hablando mucho.

_ ¿Qué? Tú otra vez, a este paso tendré que ir a un psiquiatra _ le digo molesta, pues no pierde el tiempo y me habla. Nose, creo que tengo doble personalidad o algo así.

_ Jajaja, lo que tú digas, aunque bien sabemos que loca no estás.

Justo en este momento me estaba relajando en la bañera, pero ya se me quitaron las ganas. Ahora tengo hambre.

Salgo del baño y voy a mi armario. Necesito algo cómodo para ir a la cocina, así que saco un pantalón y una remera.

Sí, esta niña mimada y rica cocina, algo difícil de creer en este mundo de ricos, pero la verdad es que me gusta cocinar. Es un pequeño momento de paz para mí. Sí, suena loco, pero lo es.

Voy feliz en dirección a la cocina, pero por primera vez el hambre nubla mis sentidos y no capté el olor de lo que ahí está pasando.

Papá, mamá _ grito. Sé que no es la primera vez que esto pasa, pero enserio, ¿la cocina?, mi lugar de relajación.

Mi papá ríe, mi mamá solo se sonroja mientras se baja de la mesa y acomoda su ropa.

De nueva cuenta los agarré con las manos en la masa, bueno más bien en otras zonas jajaja _ les digo en forma de broma, pues esta vez los agarré a punto de pasar a segunda base.

Perdón amor, es solo que nos ganó _ dice mi padre, a lo que mi madre lo fulmina con la mirada.

Cállate Mattia, eso no se le dice a nuestra niña _ le dice mamá mientras le pega un ligero golpe en el brazo.

Está bien amor, para compensar este momento, ¿qué te parece si salimos a desayunar?

Está bien, solo que por favor sea en un restaurante que sirvan comida de verdad. Odio esos lugares en donde te alborotan las lombrices y por vergüenza no pides más _ les digo mientras hago un puchero.

Jajaja, lo dices porque tú tienes la dicha de tener un excelente metabolismo - me dice mi madre mientras se burla de mi cara, pues al parecer hice un gesto que les dio risa.

Sí, es verdad, yo tengo la dicha de comer lo que se me dé la gana y no subir de peso, gracias a Dios por ese grandioso milagro - digo en respuesta.

Verlos sonreír aun en esta bochornosa situación me hace feliz, no puedo hacer más nada ante su comportamiento, me da gusto por ellos, que a pesar de los años se sigan amando y deseando como la primera vez, lamentablemente no lo hacen en su habitación.

Jajaja, está bien amor, ve a vestirte, salimos en 15 minutos - responde mi madre, sacándome de mis pensamientos.

Rápidamente, corrí a mi habitación, como si fuera una pequeña niña a la que llevarán a pasear, pero la verdad es que me gusta disfrutar el tiempo con ellos, hace mucho no tenemos un momento familiar y de calidad.

Me gustaría más que Tobías también compartiera con nosotros, pero hace dos años se fue y no sé por qué.

Flashback.

Cumpleaños de mayoría de edad de Tobías.

Esa noche fue sensacional, mis padres nos dejaron usar el gran salón del hotel más grande de la familia, e invitar a toda la universidad. Eso sí, antes de eso, ya habíamos festejado en familia.

Toda la fiesta estuvo bien, todos bailamos y disfrutamos del momento. En ese entonces, Tobías y yo éramos muy unidos. De haber sabido que era el último día en el que él y yo seríamos unidos, no me hubiera alejado de él en toda la noche.

Bueno, regresando al momento, creo que tomé de más que no recuerdo lo que pasó después de media noche. Solo sé que desperté en un cuarto de hotel y perdí mi virginidad. Lo peor del caso es que no recuerdo nada, ni siquiera con quién pasé la noche, ni de cómo la pasé. Solo sé que parecía que me habían agarrado a palo y literal lo hicieron.

Será que mi hermano se molestó por eso, porque lo dejé solo por estar detrás de quien haya sido el afortunado esa noche. ¿Habré hecho algo malo a sus ojos? ¿No le caerá bien el tipo? ¿Estará tan feo que no fue capaz de decirme nada?... ¡Qué frustración el no tener una puta idea del por qué se alejó de mí después de esa noche!

Lo único que sé es que al día siguiente él se fue de la casa.

Fin de flashback.

Desde ese día, él se alejó de mí, a tal grado que se fue de casa. Ahora lo veo solo por pequeños momentos y esta loca conciencia que se nubla cuando él está, me dice que fue él con quien pasé la noche, pero él es mi hermano y nunca haría nada para lastimarme. Sería aberrante para él, para mí y para la familia. Aun así, antes podía controlar lo que sea que me pasa cuando está cerca de mí, pero después de que él se fue, me cuesta un poco más, pero no es imposible. No sé, digamos que me siento extraña. Creo que tendré que platicar con mi madre al respecto. Sé que ella me entenderá y ayudará a buscar una solución. Claro, no le diré que esto me pasa cuando estoy cerca de Tobías, pero sí le diré de lo que mi cuerpo siente. Estudié medicina, soy química y nada de lo que he investigado me arroja una respuesta lógica a mi padecimiento.

Tobías

Alessandro: Y esa cara, al parecer tuviste una mala noche.

Ni me lo recuerdes, esa maldita puta de Vanesa arruinó un negocio con los rusos y todo por sus malditos celos.

Amigo, yo te dije que no te involucraras con ella, que la alejaras de ti, ¿o acaso ya se te olvidó lo que pasó hace dos años?

Joder contigo, ni me lo recuerdes, eso es algo que aún intento olvidar, ese maldito día que arruinó mi vida y mi forma de verla.

Bueno, pues es hora de escucharme, sácala de tu vida, esa mujer es peligrosa. Tarde o temprano te meterá en un problema mayor. Llevas tiempo rechazándola, que puede actuar por despecho.

Desde que me enteré que fue ella la que me drogó, la odio. He querido apretarle el cuello y matarla, verla mientras su vida se apaga, pero eso ocasionaría problemas con el clan del este. Mis padres ya eliminaron un clan. Hacer lo mismo con otro prendería las alarmas de las otras facciones y creerían que los queremos atacar para ser los dueños absolutos.

Tienes razón, pero ¿por qué no pruebas hablando con el clan del norte y el oeste? Puede que hasta tengas aliados.

No sé, lo pensaré. Lo que sí es seguro es que debo alejarla de mí o seguirá arruinando proyectos millonarios.

Bueno, pues yo te di mi sugerencia y opinión. De ti depende lo demás. Bueno, ahora me dio hambre. ¿Qué te parece si vamos a comer?

Está bien, pero llévame a un restaurante que sirva comida de verdad. Esos malditos platillos carísimos en donde solo manchan el plato, no gracias.

Jajaja, creo que la escuché a ella hablar -dice Alessandro.

Bueno, como nos criamos juntos y nos conocemos tan bien, lástima esa maldita noche.

Flashback:

Hola, buenas noches damas y caballeros, chicos y chicas. A partir de ahora, queda inaugurada mi fiesta de mayoría de edad. Espero que se diviertan. Los excesos solo por hoy están permitidos -ese fue mi pequeño discurso unos minutos antes de que la fiesta empezara.

Por supuesto, mi hermosa hermana estaba a mi lado dándome apoyo, pues a pesar de moverme bien en los negocios, no era tan sociable al público en general.

La buena música no se hizo esperar y qué mejor compañera que Valentina, al igual que Renata y Alessandro para bailar. Así pasamos un par de horas.

De un momento a otro, unas chicas de mi grado aparecen y me invitan una copa. Sé que la acepté y brindé con ellas.

Platicamos un momento hasta que empecé a sentirme mal, un poco acalorado y caliente en otro sentido. Por alguna razón, decidí alejarme de ellas e ir a otro lugar donde estuviera solo. Sabía lo que me estaba pasando, pero no sabía quién se había atrevido a drogarme.

El calor en mi cuerpo era demasiado fuerte que no pude controlarme al ver a una hermosa mujer que observaba la luna, la cual se veía hermosa la noche de hoy, brillaba en todo su esplendor, pero eso no era importante para mí en ese momento.

De un momento a otro, se giró y corrió hacia mí, fundiéndonos en un beso desesperado. No sé cómo hicimos para llegar a una habitación y no ser vistos, pues era difícil que nadie nos viera y peor aún, siendo los dueños del hotel donde se festejaba mi cumpleaños.

Corrección:

Hice mía a esa chica una y otra vez. Ella era virgen. A pesar de mis sentidos nublados, pude sentir ese momento donde rompes algo para hacerte paso. Yo tampoco era experto, pues esta era mi primera experiencia, la más hermosa y excitante que después se volvió amarga al saber de quién se trataba.

Nuestras respiraciones eran agitadas. Ella cabalgaba como toda una experta en mí. Por un momento, pude ver que sus ojos cambiaron de color, de un rojo intenso a uno con destellos naranjas y amarillos. Era algo extraordinario, pero aun así, no era algo importante para mí en ese momento.

Hasta ese punto, aún no sabía quién era la chica. Al parecer, me dieron una dosis mayor o una droga muy fuerte. Después de sentirme satisfecho, caí en su pecho y me quedé dormido profundamente.

A la mañana siguiente, desperté temprano. Sentía mucha sed. Mi garganta estaba demasiado seca, como si hubiera corrido un maratón, cosa que así fue. Lo malo fue mirar a la mujer que se encontraba durmiendo a mi lado: mi hermana. Ella era la mujer con la que estuve toda la noche. Eso debía ser una puta broma. Aunque en ese momento no recordaba nada, no era difícil saber lo que había pasado, pues las sábanas tenían una ligera mancha de sangre y su cuerpo, que en ese momento estaba destapado, tenía marcas por todos lados.

Ese día me sentí como la peor basura. ¿Cómo fue posible que yo estuviera con mi hermana? ¿Cómo era posible que le hubiera quitado su virtud y, peor aún, que la hubiera forzado? No sé si ella se acordará de que estuvo conmigo o si estaba tan ebria como para no recordarlo. Espero que sea la segunda opción. Yo nunca la podría ver a la cara y decirle: "Hermana, perdóname por lo que te hice", porque ni siquiera yo sé cómo fui capaz de no reconocerla.

Rápidamente levanté mi ropa y me apresuré a vestir. Necesitaba salir de ahí. No podía permitir que ella me viera. Rogaba a Dios que ella no recordara nada. Fue en ese momento cuando me fui. La dejé sola y a su suerte, como un maldito cobarde, que de haber sido otra mujer, yo hubiera respondido como un caballero. Pero con ella no se podía. Era algo impuro y aberrante.

Ese mismo día me fui de casa. No podía verla a la cara por dos razones: una peor que la otra. La primera, porque somos hermanos y fui el maldito que la dañó. Segundo, ya no la puedo ver como mi hermana. Ahora, para mí, es una mujer y sin duda la más hermosa de todas. Después de días, pude recordar todo y, sin duda, su cuerpo fue algo que se quedó grabado en mí. ¿Ven por qué razón no puedo estar cerca de ella?

Perdón por la hora. El capítulo no se guardó completo, así que con base en lo que recordaba, escribí el capítulo de nuevo. Ahora díganme dos opciones: 1) que su hermano sea su mate, 2) que un lobo sea su mate. Aunque no les aseguro dejarlos juntos o que sea bueno, solo denme opciones. Cualquiera de las dos quedaría genial.

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