Capítulo 4: nada que perder

Lily estaba algo nerviosa ante todas las declaraciones de la chica de abrigo amarillo, sus emociones eran fluctuantes y comenzaba a tener algo de miedo

-Por ahora creo que estaría bien que descansarás- dijo Sarah con una expresión indescifrable- ellos vendrán por ti, pero diría que tenemos algo de tiempo, entonces no vendría mal que asimiles la información

-¿Y tú que harás?- El tono de Lily era algo más agresivo que de costumbre

-Saldré a revisar unas cosas, preparar lo necesario para partir pronto- Sarah se levantó de la mesa con una gracia que parecía de la realeza, y ajusto su boina de forma delicada

-¡Ah! Entonces espera- Lily fue a su habitación a toda velocidad y volvió con una camisa de flores y una falda de color celeste- ponte esto, tu ropa es muy extraña, y podría darte problemas, aunque talvez el abrigo y la boina no sean el caso, me recuerdan un poco a esos comerciales de moda de París

-Te lo agradezco- Sarah asintió sonriendo un poco, parecía que su expresión de hielo se rompía un poco- me lo pondré apenas pueda- se dirigió hacia la ventana y comenzó a poner los pies afuera

-¡Espera! ¡¿Qué rayos crees que haces?!

-Te veré mañana

Sarah salto por la ventana, y Lily a toda prisa fue a revisar preocupada pensando lo peor. Pero no había nadie cuando se asomo

-Ojalá fuera todo esto un sueño del cual despertaré mañana- Lily se dirigió a su cama con un gran suspiro y la mente demacrada

...

Mientras servía el desayuno observó la sala, todo estaba igual que la noche anterior, las dos tazas de café, el señor Jira colocado en la mesa y la rosa roja que dejó la chica de abrigo amarillo

-(Igual y aún sigo soñando...ojalá)

Lily comió su desayuno, se alistó y subió a la azotea a ver a Señor gato y obtener mejores ánimos por toda la situación del día anterior. Señor gato se encontraba esperándola al lado de la pajarera de Curi, una guacamaya de color azul de uno de los inquilinos que había visto Lily de vez en cuando, al volver de su trabajo en la panadería

-Buenos días, Señor gato- la sonrisa de Lily era un poco más grande al ver a su fiel compañero- no tienes ni idea de todo lo que me ha pasado, prácticamente podrían considerarme una loca si se lo contará a alguien que no fueras tú, haber por donde empiezo...- Señor gato se colocó en el regazo de Lily con suavidad mientras escuchaba por media hora hablar a Lily

-Sabes...la chica, del abrigo amarillo me dijo que tenía que irme lejos, porque vendrían por mí, la verdad es que no entendí por qué, o quienes realmente, pero siendo sincera, me da miedo, ha pasado ya un largo tiempo en el que siento miedo a algo que no fueran mis sueños, pero considerando todo lo que vi, no creo que haya mentido con respecto a eso

La cara de Lily se tornó más seria y vio fijamente al felino, cosa que también hizo el mismo, parecía entender todo lo que decía Lily incluso si no pudiera hablar

-Si tuviera que irme, si talvez vinieran por mí, si talvez me toque ir al lugar que menciono la chica, ¿vendrías conmigo? Eres lo más importante para mí, me harías mucha falta

El felino ronroneo con ternura a Lily, tratando de que perdiera su dolor, él estaba de acuerdo con su propuesta

-Te lo agradezco enormemente, prometo que te mimaré mucho a donde sea que vayamos- Lily le dio un fuerte y largo abrazo hasta que era hora de ir a la universidad

...

Lily durante la hora del almuerzo, la cual se otorgaba 1 hora para descansar por parte de las clases, generalmente tendía a comer en el balcón de la universidad con su almuerzo preparado, era un lugar silencioso y el ruido era mínimo, pero el paisaje era radiante y el cielo se veía mucho mejor desde ese ángulo, era su lugar secreto para poder descansar

-Te imaginaba más social- sonó una voz familiar por detrás de Lily por lo cual se giró enseguida asombrada

-¡¿Qué haces aquí!? ¿Cómo siquiera pudiste encontrarme?- los ojos de Lily estaban como platos al ver Sarah, portando la ropa que le había dado en la noche, con su abrigo amarillo aunque no llevaba su boina, por lo cual su cabello se veía más brillante por el sol

-Eres la única con un polvo de estrellas diferente a todos los humanos en la ciudad, no es muy difícil encontrarte

-¿Polvo...qué? - Lily se metió a la boca un pedazo de sushimi para luego seguir hablando- ah, no importa, ¿qué haces aquí?

-Venía a ver que estabas a salvo, no te preocupes, aún no es necesario que nos vayamos, a lo mucho, puede ser mañana- Sarah observó a los lejos a las personas almorzando en grupo en el patio- ¿No te gustaría comer con los demás?, parece que todos lo hacen

Lily se quedó callada un rato, formando un silencio incómodo, aunque parecía que Sarah no lo notaba

-No me llevó muy bien con los demás, no soy del tipo agradable, supongo que mi historial me dejó marcada- siguió comiendo

Sarah observó un rato con una expresión indescifrable a Lily, la tensión era tan densa que se podía cortar con un cuchillo

-Entonces, comeré contigo- se sentó Sarah en frente de Lily y sacó una manzana de su abrigo- Muchas gracias por la ropa, no es tan versátil para combatir pero es linda

Lily paró un momento de comer al ver la situación tan extraña, sus mejillas se ruborizaron un poco y sonrió de oreja a oreja algo emocionada

-Bueno si vas a comer en ese caso toma- le paso un pedazo de sushimi a Sarah con cuidado- soy muy buena cocinando, y una manzana no te llenará tanto

Sarah aceptó amablemente la oferta y probó el pescado, su expresión ya no era tan fría y sonrió un poco, parecía disfrutar la comida

-Es verdad que eres muy buena

-¿Si?- Lily infló un poco el pecho al escuchar tales palabras, estaba un poco orgullosa - es de tanto trabajar en una panadería, aprendí a cocinar todo tipo de cosas, incluso si no tenían nada que ver con la tienda, y quien sabe- guiño un ojo- igual y podría ser una chef extraordinaria

Sarah asintió y luego de ello siguieron comiendo y aunque no dijeron nada más, el humor de Lily estaba mucho mejor que antes

-Parece que ya se ha acabado el tiempo- Sarah veía entrar a los demás a la universidad- en ese caso me retiro, vendré a visitarte en la noche, si todo sale bien, debemos partir al alba

-Partir... - la expresión de Lily se tornó melancólica ante las palabras de Sarah y lo único que hizo fue asentir- está bien

Entonces la chica de abrigo amarillo se tiró por el balcón para luego desaparecer

-Supongo que realmente no me queda otra opción

...

Durante la noche, al volver del trabajo Lily pasaba por la calle de siempre para ir a su casa, pero esta vez, parecía más oscura de lo normal, y el silencio era abrumador

Lily paró un momento al ver a dos extrañas figuras enfrente, aproximadamente a unos 8 metros de ella, no se movían, pero apenas podía distinguirlos. Lily siguió caminando aunque ya preparada para una situación complicada, al estar ya a menos de 3 metros, se distinguían a los dos hombres, altos y delgados, pero extraños, con ropas peculiares y vendas en las manos, uno de ellos con unas cadenas de plata en las manos y el otro con una mano escondida detrás de su espalda

Lily intentó ignorar dicha situación pero era imposible

-¿Tú eres la guardiana no es verdad?- Lily paró en seco al escuchar sus palabras, y abrió los ojos como platos, el hombre de la izquierda sonrió abiertamente al ver el miedo en los ojos de Lily- parece que di en el clavo

-¿Son amigos de Sarah?- Lily pregunto sabiendo la respuesta, a diferencia de la chica de abrigo amarillo, estos dos daban un aura asesina abismal, como si hubiesen matado a cientos de personas- ¿Quieren algo de comer?- sus manos no dejaban de sudar y temblar

-Veo que estás siendo dócil guardiana, muy bien, hagamos esto por las buenas, arrodíllate y tu muerte no será tan dolorosa, es más, no tendremos que matar a nadie más relacionado contigo

El miedo creció en el pecho de Lily, estos tipos eran diferentes, generalmente estaba involucrada en peleas con todo tipo de personas, y su experiencia le dijo que estaba perdida, ni siquiera podría correr, la atraparían

-¿A nadie más? A que te refieres- Los ojos de Lily casi estallan al ver lo que el chico de la derecha traía escondido en la mano que no mostraba

Era Señor gato, se encontraba como un cadáver en la mano del hombre, lastimado de una forma extraña, con cortes por todas partes, marcas de cuchillos por todo su pequeño cuerpo, como si su muerte hubiese sido lenta y dolorosa

Lily sólo pudo gritar al ver la situación ante sus ojos

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