Lucia era una niña muy amable, años atrás su padre la había enviado a una de las escuelas más prestigiosa y caras, para que ella recibiera la mejor educación, pero ella que se había criado en el barrio en el que creció su padre rodeada de personas humildes y sencillas, odiaba ir a una escuela donde había puros niños estirados como ella decía niños mimados mal educados que no les gustaba jugar en la tierra porque se manchaban sus zapatos y ropa de marca de última edición, a ella esas cosas le daban igual, tenía dinero, pero ni siquiera sabía de marcas de ropa o lo que estaba de moda, si era caro o no.
Por enseñanza de su padre ella tenía un lema que se lo repetía así mismo siempre “a las personas no se las juzgan por su vestimenta, sino por sus acciones” , así que no soporto más esa escuela y le pidió a su padre que la inscribiera en la escuela del barrio quería estar cerca de sus amigos con los que no tenía que aparentar nada ni creerse mejor que otros y su padre que siempre trataba de complacerla en todo accedió.
Un día como todos los días a la salida de la escuela ya don Francisco estaba afuera esperando por su hija en su camioneta último modelo, le gustaba ir en esa camioneta porque muchos niños por su sector tenían que caminar mucho para llegar a sus casas y él llenaba su camioneta de los niños que vivían por su sector para dejarlos cercas de sus casas, ese día Lucia salió y se sentó en el lugar que le correspondía a ella, el del copiloto
- hola papi- eso fue todo lo que dijo y su padre la conocía muy bien sabía que algo estaba pasando, ya que no lo saludo como siempre lo hacía con un fuerte abrazo y un beso en su mejilla
-mi Lucita que te pasa, porque esa carita?- así la llamaba Francisco de cariño
- papi estoy triste porque hay niños que tienen que sufrir siendo muy pequeños- Francisco frunció el ceño y preocupado pregunto a su hija porque decía eso
– papi tengo un amigo que no hace deberes porque no tiene ningún libro, tampoco come, casi siempre viene sin desayunar y sin lunch para el receso y su uniforme le queda pequeño y está viejo y roto, hoy me puse a conversar con él en receso y me dijo que no tiene madre ella murió hace dos años y su padre es un alcohólico que no los cuida, él solo es un niño como yo, pero tiene un hermano más pequeño y él se va a limpiar carros con lo poco que le dan come él y el hermano una o dos veces en el día, y yo papi a veces estoy tan llena que dejo la comida desperdiciar, me duele el corazón papi- Lucia al contar esto no pudo evitar que comenzarán a rodar lágrimas en sus mejillas.
Francisco seco las lágrimas de las mejillas de su hija y mirándola con ternura y amor pregunto – ahora mi Lucita que quieres hacer-
- papi puedo romper mi chanchito aún no es fin de año, pero ya no quiero nada para mí, quiero comprarle todos los útiles escolares, una mochila porque siempre lleva su único cuaderno en su mano, unos zapatos, ya que los que tiene están rotos, su uniforme nuevo y comprarle el mercado para que como las tres comidas por un mes por lo menos y ropa y zapatos para su hermano también- al decir esto a Lucia le brillaban los ojos de emoción
- papi crees que me alcance todos mis ahorros para comprar todo esto – Francisco estaban tan orgulloso del buen corazón de su hija que solo la miro con amor en sus ojos demostraba lo feliz que estaba de estar haciendo un buen trabajo criando a su hija
– no te preocupes Lucita si no te alcanza yo pongo el resto- le guiño un ojo a su hija y así encendió su auto y empezaron su recorrido a dejar a los niños.
Lucia al llegar a casa corrió a su habitación saco con alcancía y corrió a la sala con su padre para abrirla y comenzar a contar el dinero, ese día la pasaron comprando todo para su amigo y al otro día esperaron a la salida para llevarlo a su casa y ayudarlo a guardar todo, su amigo estaba tan emocionado que comenzó a llorar, ella solo lo abrazo y le dijo que si necesitaba algo en lo que ella podría ayudarle siempre lo iba a ser, pero ahí no termino su buen acto aunque él no le volvió a pedir nada, ella todos los días antes de ir sé a la escuela le pedía a su nana doble desayuno y doble lunch y le llevaba a su amigo hasta que terminaron la escuela.
Padre e hija siempre hacían estos actos, eran más felices dando que recibiendo todos los años iban a gastar miles de dólares en ropa y juguetes para los niños del barrio y canastas de víveres para las personas de la tercera edad
Elena nunca estuvo de acuerdo con esto, pues decía que el dinero era de su esposo y esos muertos de hambre tenían que trabajar, era una mujer mezquina y ambiciosa entre más crecía la fortuna de su esposo, más quería tener ella, Francisco dejo de persuadirla en que cambie su actitud, pues cada vez que lo hacía comenzaban a discutir y él ya no quería eso.
Lucia siempre se preguntaba por qué su madre era así y porque su padre era tan dócil con ella y no se habían divorciado, era una niña, pero tenía una madurez que las personas que la trataban se asombraban por su forma de razonar y actuar.
Así transcurrieron los años Lucia se había convertido en una hermosa adolescente de 12 años, y los lobos estaban comenzando a cazar a esa hermosa oveja, pero Lucia no era de esas adolescentes que buscaba experiencias amorosas ella se dedicaba a seguir disfrutando con su padre y pocas veces con su madre los viajes familiares y conocer hermosos lugares, amaba la naturaleza, el mar, las montañas por eso su padre compro esas dos casas una cerca del mar y otra entre las montañas.
También era ecologista amaba cuidar el medio ambiente y su entorno esto la llevo a proteger a los animales, no le gustaba tener enjaulados a las aves ella decía que a las aves Dios las creo para volar y ser libre, esto la llevo a tener algunos problemas, cada vez que iban a una casa y veía una jaula de aves las habría y liberaba a todas las aves, los dueños se ponían tan enojados que don Francisco siempre se terminaba disculpando y dándoles dinero para que volvieran a comprar aves, ella se enojaba aún más y les decía a las personas que tenían estas aves
-a usted le gustaría tener alas para volar y que la encerraran en cuatro paredes y permanecer ahí hasta el día que muera de tristeza por no tener la libertad de la que tiene todo el derecho- y así hizo reflexionar a muchas personas para que no tengan jaulas y optaran por crear casitas abiertas y dejar alimentos para las aves, para que solo llegaran a alimentarse y siguieran su camino. También siempre que tenía tiempo salía en busca de perros y gatos callejeros con bolsas de comida para alimentarlos.
Lucia entro al colegio, pero esta vez su padre no le permitió asistir a un colegio público, le dio a entender a su hija que recibir una educación de calidad era algo bueno para su futuro, ella aceptó y entro a unos de los mejores colegios, Lucia era una chica tan aplicada que obtenía las mejores notas siempre recibió menciones de honores y elogios de sus maestros, ella era tan inteligente y aplicada que no era nada del otro mundo tener buenas notas.
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Comments
Guadalupe Aviles
Lucía es o era una niña muy humanitaria tiene la educación que nuestros niños merecen tener
2023-08-14
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