EL ALTAR-BODA

Esperé a que mis amigas llegaran al altar para poder seguir caminando y llegar hasta donde estaba Brian. Al llegar, mis amigas comenzaron a caminar junto con mi papá en brazo. Todos me miraban y comenzaron a aplaudir, junto con la música detrás. Al llegar, mi padre me dejó junto a las escaleras. Brian me ayudó a subir tomándome de la mano, y nos paramos frente a frente mirándonos a los ojos. Muy fijamente miré hacia atrás a todas mis amigas como damas de honor, todas con ramos de flores, vestidos bordos opacos sin brillo, con formas onduladas y un peinado hacia arriba, con flores en sus pelos. Miré hacia adelante y todos los amigos de Brian estaban con esmoquin negro y una flor en cada bolsillo de su interior, bien perfumados y arreglados. Pero me llamaba la atención uno de sus amigos, que nunca había visto ni tampoco me había presentado en ningún momento. En fin, lo dejé pasar por el momento, ya que estaba en mi boda. Dejé de observar todo porque Brian me dijo algo. Mientras el pastor nos predicaba, yo, de tan distraída que estaba, no me di cuenta de que dijo "puede besar a la novia". Cuando Brian se acercó a mí, me asusté porque no estaba en ese momento presente, sino que estaba distraída con todo lo de afuera, mirando lo que hacía cada uno.-¿Qué sucede? -le dijo Brian a morena.-Nada, solo estoy un poco nerviosa -dije yo.

-Ya va a pasar el momento, no te preocupes -dijo Brian.

Entonces nos besamos mientras él ponía su anillo en mi dedo, y el mío en su dedo. Ahí fue cuando todos se levantaron alegres, aplaudiendo y mis padres emocionados. Nos bajamos del altar junto con Brian y fuimos caminando. Todos nos tiraban arroz, pequeñas flores y pequeños papelitos de colores. Salimos de la puerta y todos nos seguían detrás. Cuando estaban todos juntos, tiré el ramo de flores hacia atrás. Lo agarró una de las invitadas y nos subimos a un auto junto con Brian para ir directo a la fiesta que ya estaba preparada con todo. Los invitados nos siguieron detrás de nosotros hasta llegar allí. Nos tomó como media hora en llegar. Era un salón enorme con todos los decorados. Con flores en la entrada, adentro a sus lados había mesas dulces y saladas, con una fuente de chocolate derretido cayendo hacia abajo constantemente. El salón estaba todo lleno de luces que parpadeaban constantemente de color blanco, con cada mesa decorada con ramos de rosas, y manteles blancos con cada asiento de color blanco, y moños rosas atados en cada silla, y en cada mesa les colgaba rosas en los costados. En todos los rincones había jarrones con flores, una mesa con muchos souvenirs de flores y dedicatorias, también una foto grande de Brian y yo casándonos, para poner dedicatorias y firmas o lo que quieran decir. Mis amigas estaban muy felices y me dijeron que si me gustaba cómo quedó todo lo que organizaron. Entre ellas, obvio que les dije que sí.

-¡Me alegro mucho de que te haya gustado! -dijo Vera, gritando y contenta debido a que la música estaba muy fuerte y no se podía escuchar. Avanzó hacia adelante caminando y mirando hacia atrás.

-Sí, chicas, lo hicieron todo muy bien. Me alegro por ustedes por su esfuerzo -dijo Morena.

Al entrar, los invitados comenzaron a bailar, cada uno con su pareja. En una mesa había muchas copas de champán y cada uno de ellos agarró una copa. Pasamos toda la noche bailando hasta que llegó el momento de la cena. Todos pararon para comer, pero algunos seguían bailando. Eran muy pocos. En ese momento, mi padre se levantó con una copa y dijo:-¡Brindo por todos los que están hoy y por los recién casados! -dijo el padre.-¡Brindemos por eso! -dijo Brian.-¡Brindemos por eso! -dijeron todos los invitados.

Al terminar de cenar, todos se levantaron a bailar de nuevo. Hicimos juegos creativos y todos los invitados cantaron juntos. Nos quedamos hasta la mañana siguiente. Todos los invitados agarraron un souvenir y el centro de mesa de cada familia mientras salían. Me saludaron y me dijeron que todo estuvo muy lindo y gracias por invitarme. Cuando todos terminaron de salir, se quedaron afuera un rato esperando a que yo saliera con Brian para despedirnos todos juntos. Con una foto grupal, terminamos de sacarnos las fotos y mis amigas me dijeron:

-Morena, te quiero felicitar por todo esto -dijo Diana.

-Ahora sí, tienes que disfrutar -dijo Vera.-No te olvides de nosotras -dijo Edith.-Cuando vengas, llámanos -dijo Layla.-Chicas, solo me voy por tres días, no más. No me voy a olvidar de ustedes. Cuando llegue, les voy a llamar. No se preocupen -dijo Morena.-Les quería decir que Brian compró una casa para nosotros dos en otro lugar, pero más o menos tardarían como una hora en llegar. Si quieren, podemos hacer una reunión en algún lado y nos acercamos todas juntas sin ir a la casa de nadie. ¿Qué les parece? -dijo Morena.-¡Nos parece bien! -dijeron todas juntas. Juntamos las manos al centro y dijimos: ¡amigas por siempre! Brian me viene a buscar y me toma de la mano delicadamente para ir al auto juntos. Antes de ir, abrazo a mis amigas una por una con lágrimas en los ojos. Nunca me fui tan lejos, pero bueno, es una buena experiencia para mí. Papá también me abraza y me dice: "Buena suerte, te vamos a estar esperando". Saludo a todos los invitados y me voy a subir al auto. Cuando subo, miro hacia atrás con lágrimas en los ojos, pero con una sonrisa en mi rostro muy contenta. Brian me mira sonriendo, me abraza y me dice que todo va a estar bien. Y nos fuimos en el camino.

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