Extrañar

La mente de la chica seguía, “abuela, cuanto te extraño, realmente desearía que te encontrarás aquí conmigo” pensó Lirían con un dolor en el pecho y con una que otra lágrima saliendo de sus ojos con las palmas de su mano comenzó a frotar para lograr parar sus lágrimas.

Ella ingresó a su habitación donde terminó de alistar todas sus cosas que son: una fotografía de su abuela con ella en la que están abrazadas porque es el cumpleaños de Lirían, otra de su abuela donde solo se puede ver que está solo con una sonrisa, unos anteojos que le dio su abuela, un par de chamarras gruesas que pertenecían a su abuela, pero que a ella desde niña le gusta usar aunque le quedarán grande en ese entonces, pero que ahora le quedan menos grandes y más a la complexión de su cuerpo, un labial rosa flamenco, un par de guantes y unos cuantos zapatos al igual que de sandalias para no pasar el invierno con los pies fríos.

Luego de eso tomó un baño caliente por el motivo de su cuerpo cansado que está como si hubiese cargado a alguien por bastante tiempo, por todo su cuerpo caía el agua que rozaba su piel, sus manos que pasaban por su cabeza y el rostro que limpiaban nuevamente de las lágrimas dado que no pudo evitar el volver a llorar con sus labios rojos por el agua caliente y sus pies un tanto resbaladizos decidió sentarse en el baño mientras que el agua seguía. “Espero no volver a causarle problemas a mi familia” “lo menos que quiero es que estén enojados por mi culpa” “es mejor que me vaya, todo lo que deseo es que ellos sean felices… puede que conozca alguien agradable en donde viviré… pero es mejor no esperar nada de ese lugar debido a que yo solo soy el recurso para que mi familia no se vaya a la quiebra” “solo te pido dios que no termine muriendo sin poder volver a ver a mi familia es todo lo que tengo y no lo quiero perder” eso pasó por la mente de esa chica hermosa la cual su cabeza tapa su pecho y con dar fin a su ducha se coloca su pijama de patitos estampada mayormente y con el fondo color verde pastel.

Cerro la maleta y preparo su atuendo que mañana se colocaría para su partida y decidió por una chaqueta negra como tizne que están en las ollas al ponerlas al contacto con el fuego en leña al igual que está acolchonada por dentro con piel sintética de borrego que está muy calentita, unos guantes color naranja como las cáscaras de las mandarinas, unos calcetines color yema de huevo, unos botines negro como la noche, unas orejeras color blanco como el pelaje de un oso polar en pleno invierno, un pantalón ajustado de tonalidad blanco igual que la piel de los pingüinos en las nevadas. Sin más ella se recostó en su cama, pero fue un poco difícil llegar hasta el sueño por el motivo de que las dudas rondaban, debido a que quien se encargaría de la empresa, pues es Lirían quien ve la economía de la mansión y es una de las personas que están pendientes de la compañía y que maneja también el marketing de la empresa, pero que se le había olvidado, ya que su familia la convenció de trabajar mejor en casa desde hace unos pocos años, Lirían al enterarse de que ocuparía el lugar de su hermana le cayó tan de repente; minutos uno por uno pasaron hasta que sus ojos por fin se cerraron dejándola en un ligero sueño.

Eran las seis y media cuando Clefel tocó la puerta haciendo que se despertará Lirían que por supuesto sacó un gran bosteza, al igual que empezó a estirarse con la pijama por la mitad de su estómago por el simple estiramiento.

—Adelante —con voz cansada y frotando sus manos contra sus ojos para lograr despertarse mejor, sin más entró Clefel la cual traía una bandeja de comida en manos donde está su desayuno, pero ella no pensó que fuera para ella, ya que nunca le dijeron que pasaría a desayunar.

—Perdone por despertarla tan temprano señorita mía, lo que pasa es que le traigo su desayuno… estoy al tanto que mis patrones no me solicitaron el hacerlo; sin embargo, yo se lo traigo de todo corazón —habló colocando en la cama la charola con los alimentos que contiene pan francés con mermelada de durazno, espolvoreado con azúcar normal y unas uvas pequeñas encima, una jarra con licuado de fresa y al lado está el vaso, unos panes cortados con relleno de tamal verde el cual es su favorito y unas trufas con una rebanada de pay de banana con chocolate derretido encima en forma de cuadriculado. 

—Gracias, pero no quería que te desgastaras haciendo esto por mí… pero agradezco tu esfuerzo, comprendo que debió ser cansado para ti el despertarte tan temprano para preparar toda esta comida para mí —comento mientras que veía la comida con mucha nostalgia, ya que regularmente todos esos alimentos son los que hacía con su abuela y sin más de su ojo salió una lágrima que limpio rápidamente. 

—No, señorita mía, es lo mínimo que puedo hacer, usted ha sido tan amable y generosa conmigo que sería tonto el hecho de que no hiciera esto para usted señorita mía —pronuncio agradeciéndole por todo en lo que Lirían le había ayudado.

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