solo quiero una amistad

Solo quiero una amistad

-¡¿Pero como es que estas en tu forma humana?!- no sabia mucho acerca de los hombres lobos y de muchas criaturas mágicas e inmortales que habitaban la tierra pero los relatos y escritos que teníamos en el pueblo hablaban lo básico de todos ellos y en el apartado de licantropía nos indicaba que ellos solo se pueden transformar en noches de luna llena y al amanecer regresaban a su normalidad con todas sus energías agotadas pero este hombre lobo estaba ahí con las cadenas que le puse siendo humano y desnudo

-¡¿ENSERIO?! Le preguntas eso y no notas que esta desnudo- Layla me reclamo ante ese hecho la vi mientras alzaba una ceja por su comentario era un hombre peligroso no me importa su desnudez si no el hecho de que pueda cambiar a voluntad

-Bueno no siento este hecho… esos humanos entraron a mi territorio- su mirada era amenazante

-Eso no justifica que hayas atacado a bellas criaturas- le recrimine mirándolo directo a los ojos

-¿Por qué nunca apareciste cuando llegamos aquí? – Hugo se veía enojado eso realmente me molestaba ¿Cómo podía enojarse por esa situación?

-No tengo porque contestarle a un sucio humano que hace algo peor que lastimarlos- el odio de hombre lobo era notorio

-Bueno a el no le digas pero puedes decirme a mi-

-Por supuesto linda- que incomodo

-Pues dilo- Layla estaba atrás de mi aterrada por todo lo que pasaba

-que impaciente… No aparecí porque estaba cazando mi comida pero cuando llegue Boom que encontré, Muchos arboles caídos, mi hogar hecho añicos por manos humanas y lo que me aterro era esos pegasos con sillas ¿Sabias que si domas un Pegaso jamás volverá a ser el mismos humano asqueroso? Así que decidí acabar con sus vidas pero llego ese humano tratando de pararme nada difícil pero jamás imagine que viniera acompañado de una hermosa dama ¿Dime preciosa, estas bajo el control de este humano? No tienes por qué contestar solo haz una seña con tus ojos- Sentía un tic en el ojo por lo ultimo que dijo

-No estoy bajo el control de el Joven rey y si no estoy de acuerdo que haya hecho eso a los pegasos pero creo que te equivocas con el ¿Por qué no le dices Rey?- vi como Hugo seguía en el mismo lugar con una mirada de escepticismo por lo que había dicho este hombre lobo hasta hace rato yo también pensaba lo mismo que el hombre lobo pero recordé importante relacionado con los pegasos ya que en los recuerdos del rey no todo era como parecía, que estrés pensaba que era el igual pero volví a juzgarlo sin darle la oportunidad de explicarse ante estos hechos.

-Con gusto señorita Hada- hizo una leve reverencia ante mi dejándome un poco sorprendida por ese gesto para mirar de frente al lobo poniéndose a la altura se veía molesto -Escucha Lobo yo jamás le haría algo así a estas hermosas criaturas ellos son compañeros míos es mas puedo decir que son amigos nuestros no puedo decir que siempre ha sido así hasta hace poco se reino la paz en mi hogar y todo gracias a mi amada esposa-

-Wou ¿es cierto lo que dice el rey Nadia? – La duda estaba ahí pero yo sabia la verdad así que solo asentí

-No te creo Humano deja de mentir, tal vez la engañes a ella pero a mi no- el lobo comenzó a gruñir y podía jurar que si no estuviera inmovilizado por las cadenas ya nos habría atacado

-Si no le crees a el escúchame a mi- una nueva voz apareció entre nosotros vi como Layla miraba a todos lados al igual que yo y no éramos las únicas el lobo también buscaba la procedencia de esa voz pero todo quedo congelado cuando el pegaso que protegía Hugo paso a un lado del lobo ya mejor de sus heridas o mejor dicho del dolor que de seguro le quedo -Mucho gusto Hadas y lobo- mi mente dejo de funcionar jamás habíamos presenciado un pegaso nos hablo ni siquiera en el pueblo había ocurrido ¿Cómo era posible que en los recuerdos de Hugo lo vi interactuar así?

-¿Estas bien amigo?- pregunto Hugo

-Gracias a la señorita Nadia ya estoy mejor- ¿Me conoce? Cuando salió mi nombre de la voz del pegaso aunque es mas telepatía que nada o mejor dicho es pura telepatía senti como el agarre a mi ropa por Layla se aflojo y escuche su cuerpo desfallecer por su repentino desmayo y creo que me iba a pasar lo mismo porque senti que todo daba vueltas y si oscuridad.

Mis parpados estaban pesados y escuchaba ruido de fondo voces ¿Sera mi familia? ¿El gran sabio? Trate de abrirlos y al hacerlo una luz me cego haciendo que los cerrara de nuevo

-Aggg ¿Dónde …donde estoy?- pregunte confundida pues estos arboles que estaban no eran del pueblo ni los florares y extrañamente me llegaba un olor tranquilizante y relajante recordándome a algo ya lejano ¿pero de donde?

-¿Nadia preciosa me escuchas?- esa voz es molesta calla por favor trato de recordar

-No le digas así ella no es de tu especie-

-‘¿Y eso a ti que te importa? Tu tienes a una mujer ya en tu vida deja a los demás- dejen de discutir es molesto

-Me importa porque prometí cuidarla y dejarla a tu alcance no es cuidarla-

-Chicos por favor no la dejan descansar-

-¡NO TE METAS!/ No es mi culpa- se escucho al mismo tiempo y sin duda era la ultima gota de mi paciencia

-¡AY, CIERREN LA BOCA TODOS!- deje mis pensamientos abrí tan grande los ojos y les grite lo mas fuerte que pude ya no podía con esa absurda discusión, mi grito asusto haciéndolos caer de espaldas mientras me miraban con terror.

-¿Cómo amaneciste bonita?- trato de disculparse con una pregunta linda y llena de coqueteo así que solo le lance una mirada llena de molestia

-Irritada por su tonta discusión –

-Lo siento no quise ser grosero-

-Si es un humano muy grosero-

-¡¿Qué dijiste?!- no otra vez con su tonta discusión estaba a nada de lanzarles un hechizo de inmovilización pero de la nada una cabellera color cereza muy conocida por mi apareció en mi vista dejando a ambos hombres en el suelo del bosque

-Cierren la boca ambos- un escalofrío recorrió mi espalda al verla tan enojada siendo agresiva como ella sabe hacer y vaya fuerza tenia un hombre lobo inmovilizado con una sola mano y en la otra a un rey que entre los suyos era uno de los mas fuertes

-Si señorita Layla- contestaron ambos un poco mas pálidos por la repentina aparición de mi amiga

-Buen trabajo Layla ya no sabia como callarlos a ambos- a el pegaso su voz era tan hermosa era como escuchar un dios pues me transmitía tanta paz

-No hay de que..pegaso- dijo mientras quitaba las manos de ambos hombre que solo suspiraron al ser liberados comenzando a quejarse por el dolor producido por el golpe que habían recibido

-¿No volverán a demayarse verdad?- ante la pregunta de esta majestuosa criatura que ya no habíamos visto desde hace años

-No ya no perdona por causarle este problema-

-Si lo siento yo también por haber reaccionado así ante usted- ante nuestras disculpas le hicimos una reverencia inclinándonos hacia enfrente dejando nuestra cabellera caer enfrente

-No requiero sus disculpas y no hablen como si de un dios estuviera enfrente de ambas, recuerden que soy igual de místicas que su raza la única diferencia es que yo convivo con humanos y los suyos no, espero que eso cambie-

-Esta bien gracias por revelarnos y mostrarnos este conocimiento-

-¿No te da curiosidad por qué jamás les hable a su especie y con el si?-

-Realmente tengo curiosidad, pero vi como se conocieron ambos y creo que la bondad de este humano es única-

Lo es-

-Buff si claro bondad- el lobo nos interrumpió en nuestra charla con su quejido relamente que descortés de su parte

-No deberías interrumpir, ¿Acaso no arreglaron sus diferencias mientras estábamos inconscientes-

-No del todo, aquí el lobo no quiso aceptar lo que mi amigo le conto-

-Oh ya veo ¿Tu que opinas Nadia?-

-Yo opino que es un necio – ante lo dicho vi como su mirada se estrujaba de tristeza por mi indiferencia

-Bueno yo vere si alguien mas necesita de otra curación- Layla se alejo de nosotros para ir a donde estaba los demás pegasos sinceramente era una mejor opción y un signo de que ya estaba recuperando su magia eso me deja mas tranquila

-Muchas gracias Layla por ayudar a mis compañeros – le respondió el pegaso inclinando levemente su cabeza

-Lobo ¿Por qué no le crees al rey Hugo de que no es como los demás humanos?- pregunte realmente curiosa de su odio hacia los humanos

-Jack-

-Que?-

-Mi nombre es Jack, Llámame así por favor- eso fue inesperado

-De acuerdo Jack, ¿Por qué no nos crees?- le dije mas calmada mirándolo a los ojos

-Es un humano –

-Tu también lo fuiste en algún momento Jack- un buen muy punto de la criatura majestuosa

-¿Te hicieron daño?- mi pregunta le dolió o eso creo ya que desvió la mirada de mi con un seño realmente fruncido -Podrías contarme – le pedí poniendo mi mano en su hombro para que me mirara

-Fue hace mucho tiempo que deje de ser humano y la verdad tengo pocos recuerdos de esa vida, era un niño prácticamente cuando mi abuelo me convirtió llevo viviendo a una generación de cuando termino la gran guerra- eso me sorprendió eso fue hace cientos de años – Si son muchos años pero cuando decidí quedarme en un pequeño pueblo como protector me confíe demasiado y una chica me hizo creer que ella era mi pareja destinada pero no fue así, era una vil bruja que buscaba aprovecharse de mi, pensé que nadie del pueblo lo sabia pero no fue así todo el mundo lo sabia y sin dudarlo a la mas mínima oportunidad me aventaron a los sacerdotes para exorcizar el mal que azotaba ese pueblo, desde entonces me sumergí en este bosque y llevo 200 años sin relacionarme con nadie-

-Que horror no sabia que hubieras tenido una vida tan mala y llena de traición-

-No pongas esos ojos mi linda hada se que tu no eres como ellos y este bobo humano me conto el motivo de su viaje así que como tu pareja destinada te acompañare en tu viaje- me había tomado de las manos pero lo que mas me sorprendió fue su confesión ¿Cómo era posible esto?

-Oye..oye…oye no le pongas tus manos encima vil lobo ella no merece a un pulgoso como pareja- Hugo rápidamente lo alejo de mi claramente estos dos no se llevarían bien

-Hugo…tranquilo - le dije mientras le sonreía y el solo me miraba inseguro

-¿Segura?- asentí y suspiro resignado

-Perdóname Jack pero no puedo darte lo que tu quieres, tengo una responsabilidad que cumplir con mi gente- su cara de tristeza me hizo sentir culpable

-Esta bien pero ¿Aun puedo acompañarte?-

-Claro que puedes pero solo te puedo ofrecer mi amistad no mas espero que lo entiendas- las cosas se movieron mas rápido de lo que creí ya que no esperaba encontrarme con un hombre lobo que casi mata a criaturas mágicas y a nosotros para después saber que los pegasos podían hablarnos desde hace mucho tiempo pero no lo hacían así mismo saber que un lobo era mi pareja destinada o según el no sabia si era cierto ya que aunque sea por cosa por los dioses deberíamos sentir atracción mutua.

-No te pido mas…perdona- sin decir mas se levanto para ver como seguían los demás pegasos

-Eso fue raro-

-rarísimo- le respondí por todo lo que paso

-¿Tu le diste la ropa?-

-Si, no podia estar desnudo frente a una casi diosa –

-¿A quien? Te recuerdo que solo soy un hada con mucha magia-

-Mi amigo me dijo que tu magia no es como cualquier hada tal ves sea por una bendición que hayas recibido- eso me sorprendió todo eso le dijo su amigo el pegaso de mi

-Ni yo misma sabia eso – y era cierto pero ahora no debíamos pensar en eso -¿Perdona pero como te llamas criatura bella?-

-Mi nombre es…Sora-

-Es un lindo nombre, si no te molesta puedo hacerte preguntas-

-No me molesta, descansa Hugo Nadia y yo conversaremos de muchas cosas-

-Claro vere como le puedo ayudar a la señorita Layla- se levanto de donde estábamos dejándonos solos y al estarlo comencé a preguntarle acercándome mas donde se había echado, era tan hermoso con ese color negro y ojos del mismo color que el Rey sin duda una belleza

-¿Cómo inicio su amistad? En los recuerdos del rey solo veía como se conocieron pero no sabia que le hablabas-

-por supuesto, ponte comoda que será largo este relato-

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