4: Entrevista.

Entré a la maravillosa e imponente empresa sintiéndome segura y a la vez nerviosa, dejé a Amanda rezando en su idioma ruso, si es que eso se llama rezar, no sé qué diablos hacen ellos para pedirle a su Dios.

En fin, hice lo que ella me dijo y mientras la recepcionista hace su trabajo yo espero, todo marcha bien, lo más difícil será enfrentar al que posiblemente será mi jefe, esto es consecuencia de nunca haber ido a una entrevista de trabajo, a lo mejor si fuera en un restaurante no estuviese tan nerviosa, maldigo el momento en que me deje convencer por Amanda para que mandara curriculum a empresas como estas y no solo a restaurantes, ¡Ay Amanda te voy asesinar!.

—Señorita Grey, ya puede pasar a ver al señor Bastille— ordenó la amable chica.

—Gracias.

Aquí todo grita lujo, limpieza y control, mucho CONTROL.

Hice dos toques en la puerta y al escuchar el famoso "pasé" gire la manilla y empuje la puerta lentamente, tomé discretamente una bocanada de aire y la abrí por completo, creo que me voy a desmayar sinceramente.

—Bienvenida Señorita Grey, tome asiento— ordenó una voz familiar.

Mierda.

—Gracias señor Bastille por recibirme— dije tratando de controlar mis nervios.

—Iré directo al grano—carraspeo— te voy a contratar, porque sé y estoy cien por ciento seguro que nadie te va a contratar por falta de experiencia al menos que en algún restaurante haga falta un ayudante de cocina, pero creo que con un entrenamiento aprenderás muy rápido— dijo rápidamente— serás mi asistente personal, sabrás todos mis movimientos y atenderás mis llamadas, me pasaras información de todo y debes estar disponible cuando yo desee.

—¿Me vas a contratar por falta de experiencia o por mi padre? — pregunté directa.

—Ya lo dije y no lo repetiré — dijo entre dientes— comienzas mañana, ve con mi recepcionista ella ya sabe que hacer— sin más se puso de pie, me tendió la mano y salió de la oficina dejándome boquiabierta.

Que hombre tan directo, espero que podamos tener una buena relación laboral, porque sería muy incómodo si no nos llevamos bien, ya que creo que mi carácter va a chocar con el de él.

No sé cómo es amigo de mi padre.

Salí de su oficina y me dirigí con la recepcionista para ponerme al día.

Mucha coincidencia, ¿no?

Ella me enseñó el cubículo que será mi oficina, me dio un ipad que es la agenda de mi jefe, me dio el horario de entrada, ya que no tengo hora de salida.

Tengo a parte un lindo escritorio de cristal, un ordenador y un teléfono que obviamente se debe comunicar con el teléfono de la oficina de mi jefe.

Al llegar a casa le di la buena noticia a mi familia, a mi padre no le pareció tan agradable que trabaje para su amigo, se puso furioso, mejor dicho, pero no le quedó de otra que aceptarlo, ya soy mayor y puedo tomar mis propias decisiones y decido con quien o no trabajar y creo que no será tan malo trabajar con su amigo Taylor.