Confrontación.

Al final del quinto día ella despierta, al principio un poco desorientada pero de a poco acepta su nuevo entorno, en sus ojos aún visualizo la hostilidad que emite hacia mí, no obstante se abstiene de actuar.

- ¿Qué es lo que quieres de mí?

Me dice con un tono de fastidio, creo que mi presencia le irrita.

- Quiero que me ayudes.

Una risa burlona con tono de desprecio sale de sus labios.

- Definitivamente, los dragones blancos no tienen descaros, en lo único que quiero ayudarte es a arrancarte la cabeza, pero estas malditas cadenas me lo impiden, así que dale gracias a ella.

Sus ojos se tornan a un verde zafiro, son como dos bellas esmeraldas.

- Eso lo tengo claro, solo quiero que por el momento pienses en mi propuesta y me des una respuesta mañana.

- Hoy o mañana mi respuesta será la misma ME NIEGO ROTUNDAMENTE, si mi vida dependiera de esto prefería morir.

- Solo piénsalo.

- Eres una basura como tus antepasados.

Me dice cuando estoy por salir del lugar.

- Puedes ofenderme todo lo que quieras pero ni se te ocurra enlodar a mi familia en tu odio.

- ¿Odio?, es un sentimiento pequeño comparado con lo que siento por tu especie principalmente con el hijo de puta que me encerró, cargas con su maldito olor hasta en los huesos, te aconsejo que te apartes de mi vista porque donde estas cadenas cedan perecerás en mis garras.

- A ese maldito que dice es mi padre y el anterior emperador de Valle de luna, así que más respeto; No dejaré que manches su memoria.

- Jajajá, no esperaba más; ustedes una especie de traidores y cobardes se merecía a un gobernante igual, me alegra saber su mediocre destino.

- Te equivocas en algo, gracias a la gestión de mi padre el valle ha estado en su mejor momento, hoy somos considerados como una potencia por las demás especies.

- Ja, ja, ja, ¿pasa lo mismo con los Broack?

Su afirmación me deja un poco sorprendido, si se supone que ella estuvo encerrada por miles de años como es que sabe esta información.

- Que pasa?, te dejo congelado mi declaración, si tu objetivo era sacarme de ese lugar para esclavizar y convertirme en tu arma para luchar con esas ratas creo que tienes a la persona, no mejor dicho a la dragona equivocada, porque no pienso mover un dedo y mucho menos si se trata de su destrucción, quiero que parezcan lentamente frente a mis ojos.

Salgo de allí un poco confundido y molesto, tenía la esperanza que ella me ayudara con esas malditas bestias, pero al ver su convicción y rencor que nos guarda ahora lo dudo, en lugar de solucionar un problema ahora he creado dos. Sin saber que hacer me dirijo a mi despacho, con la finalidad de meditar un poco sobre esta situación, cuando de la nada entra Gabriel un poco alterado y sin aire.

- Malas noticias, los Broack han roto la barrera del oeste y se dirigen hacia acá, están arrasando con todo a su paso.

- Malditas sea.

Golpeo fuertemente mi escritorio, no puede ser que tenga tanta mala suerte.

- Despliega a los hombres, que intente detenerlo lo más que pueda.

- Como órdenes.

A continuación llamo a mis guardias dándoles la orden exacta de proteger el castillo y no dejar que nadie entre o salga hasta mi llegada. Luego de decir estas palabras, rápidamente me transformo y me dirijo hacia la zona oeste, a los pocos minutos de vuelo puedo ver como estas malditas bestias toman a mi gente y hombre y los parte en pedazos, con mucha ira y rencor reprimido clavo mis poderosas garras y colmillos en este, destrozando todo a mi paso. Sin embargo, mis ataques son detenidos por su comandante, el cual me mira y de inmediato me escanea en búsqueda de algo punto débil para contraatacar, sin poco tiempo para asimilar la situación y estudiar sus acciones intento defenderme lo mejor posible, pero su fuerza y precisión supera por mucho mis habilidades, y lo que más me sorprende es que a pesar de faltarle una extremidad no muestra debilidad frente a su oponente.

Pasamos varios minutos intercambiando ataques pero siento como los míos no le hiciera nada, de poco siento que mis fuerzas se debilitan y este aprovecha la oportunidad para incrementar su fuerza y contraatacar con todo su poder, golpe tras golpe impacta en mí (Dragas). La verdad es que he recibido mucho daño pero mi instinto de líder y dragón no me permite rendirme, si tengo que levantarme una y mil veces para proteger a mi pueblo así lo haré, en búsqueda de una estrategia desperada decido concentrar todo mi maná en mi ataque más letal poderos que tengo para luego lanzárselo, el cual lo alcanza y le inflige daño pero no tanto como el deseado.

Este al ver esta acción se enoja y me ataca con todo, por más que luche sé que no soy oponente para él, cuando creo que he perdido la batalla este se detiene de la nada para alzar su vista hacia el cielo. De inmediato, analizo mi alrededor para comprobar que todos tienen su vista perdida, rápidamente los imito y allí la puedo verla en su forma humana, desprendiendo un poder sin igual. Es como si su maná tuviera vida y color propio, no obstante está solo se queda en observando la situación sin realizar movimientos, los Broack al reconocerla empiezan a retroceder con temor de sus actos.

Tomo su descuido para hacerle señas a mis hombres para el reagrupamiento y atacar conjuntamente, creo que esta es la mejor opción teniendo en cuentas nuestras poca fuerza de ataque. No obstante, estos parecen perder el interés en nosotros para enfocarlo en ella, su líder sale entre la multitud para dirigirle unas palabras.

- Tanto tiempo si verte dragón oscuro, pensé que se habían extinguido.

- No te equivocas Radagas, para tu fortuna soy la única que queda.

- Eso veo y también puedo ver que te uniste a las personas que los humillaron y masacraron, ¿qué irónico no?

- Que te quede claro que puedes hacer lo que quieras con ellos, lo único que te pido es que te abstenga de meterte conmigo porque no saldrás ileso.

- Soy consciente de eso, entonces soy libre de atacar a diestra a siniestra?.

- Definitivamente, haz lo que te plazca pero no se te ocurra a dañar el valle porque me veré en la penosa obligación de actuar y es algo que nadie quiere que pases, ¿Comprendes?.

- Perfectamente.

Una sonrisa diabólica sale de sus labios al tener su aprobación, en estos momentos considero he cometido un error al liberarla y pensar que esas cadenas la detendrían.

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