Eran mas de las dos de la madrugada cuando Violett se encontraba sentada en el suelo de su porche, con sus piernas en pose de buda, armando un rompecabezas.
- No comprendo- dijo Dorian, que estaba parado en los escalones que daban hacia aquel porche.
- Es simple- dijo Violett concentrada en su rompecabezas- Cada pieza debe estar debidamente colocada en su lugar. Ayuda a entrenar el cerebro y...
- No me refiero eso- interrumpió Dorian.
- ¿Entonces?
- ¿Por que una humana como Angelica tiene el libro del sol en sus manos? ¿Que puede hacer ella con él?
- Hace casi dos siglos un Lilim muy poderoso llamado Diego Halliwell, uso el libro del sol para traer a una mujer humana de vuelta del infierno- explicó ella sin dejar de armar su rompecabeza- Esa mujer regresó pero ya no era humana. Diego le dio el libro para que lo protegiera. Pero años después, ella lo ocultó de la faz de la tierra. Un equipo de arqueólogos lo encontró hace cuarenta años en una excavación en Mexico. Y pues... talves, Angélica tiene algo que ver con esa gente. Talves es hija o nieta de alguno de ellos.
- ¿Pero sabían lo que era?- preguntó él.
- No sé. Pero si sé que nunca pudieron descifrar el contenido, y nunca buscaron a un especialista. Eso quiere decir que sospechaban que era algo peligroso y no quisieron involucrar a nadie mas.
- Tiene mucho sentido- dijo Dorian.
- ¡Aaah!- exclamó emocionada levantando sus brazos- ¡Terminé!
Dorian miró el rompecabezas; era una imagen de los Backyardigans. Pero lo verdaderamente vergonzoso de aquello era que el rompecabezas solo tenía 12 piezas.
- Mocosa- dijo Dorian con desagrado.
- Cállate gilipollas- dijo ella con cara de enfado- Mejor ocúpate de mis galletas, ya se me terminaron.
- No soy tu niñera- le recordó Dorian.
- Haces lo que yo ordene, imbécil- dijo ella
- Debes tener "parrasitos"- dijo una voz familiar y Violett volteó a mirar a Vanessa.
- Creí que ya te habías ido- dijo- ¿Que haces aquí?
- No "irré" en avión a Venezuela- dijo Vanessa- Mi rostro es muy famoso "ahorra" soy buscada por la DEA, Interpol, la CIA, MI6, la KGB, y un sin "numerro" de "mercenarrios" y caza recompensas.
- Wou- se sorprendió Violett- Tu si que te diviertes.
- Yo llevaré a la Rusa- dijo Dorian.
- Soy Alemana- le recalcó Vanessa.
- Como sea- dijo Dorian acercándose a ella.
- No vuelvas hasta haber terminado el trabajo- dijo Violett.
Dorian tomó a Vanessa del brazo y ambos desaparecieron del lugar. Violett miró hacia el techo del porche y se dejó caer en el suelo.
- Primero Angelica- se dijo a si misma- luego el conejo de la luna. Y luego... luego... - Ella suspiró con fatiga- ¿Como coño me deshago de ese maldito de Diego halliwell?
En Venezuela era mas temprano; las ocho y treinta de la noche para ser exactos. Angelica, ignorante de todo lo que se le venía encima, bebía su vaso de vodka de lo mas tranquila, acompañada de Wendy, Winona, Wanda y Winda, en la sala de la casa Fleming. Estaban muy sentadas en los grandes y cómodos muebles de lana, que habían acomodado en un pequeño circulo.
- ¿Entonces... ninguna ha hablado con Victor?- preguntaba Angelica, su lengua ya se trababa.
- Joder- rió Winda fastidiada- No he visto a ese tipo desde que tenía como un añito, Angelica ¿Tú crees que me acuerdo de él?
- Deberías- Sonrió Winona- Él te cambió los pañales.
- Pobre de él- Rió Wanda y luego todas rieron.
- Me escribió el dia de mi cumpleaños- dijo Wendy después de un rato- Me hizo enviarle una foto reciente.
- ¿De verdad te escribió?- se sorprendió Winona- ¿Por donde?
- Me envió un email- dijo ella y luego pareció extrañada- No sé quien le dio mi correo.
- ¿Tienes el correo del que te lo envió?- quiso saber Angelica
- Si. Yo... le envié un msj días después, pero no volvió a escribirme
- Pásame el correo- dijo Angelica sacando su smart phone. Pero justo en ese momento le llegó un mensaje de su esposo- Carajo- se quejó.
- ¿Por que Victor le escribe a Wendy si ella tenía como ocho años cuando lo vimos por última vez?- preguntó Winona- Yo era su mejor amiga y no me ha escrito desde que nos vimos por última vez, hace cinco malditos años.
- A lo mejor ya le gustan mas tiernitas- sonrió Wendy.
- ¿Tiernita?- rió Winona- Ya pasaste los veinte, bebé.
- Admítelo, Wino- dijo Angelica abriendo el mensaje de Jesus- Está mas tierna que nosotras.
Angelica leyó el mensaje: "Hay una mujer aquí que quiere verte urgente. Dice que necesita de tu ayuda".
- Que fastidio- se dijo en voz baja.
Le escribió sin ganas: "¿Como es ella?"
- Angelica le gustaba más que yo- decia Winona.
- ¿Que?- preguntó ella desubicada- ¿A quien?
- A victor- dijo Winona- Tu le gustabas mucho.
- Claro que no...- el celular sonó- Él era mi amigo.
Abrió el mensaje: "Rubia, alta y muy bonita". No le sonaba esa descripción. Si Jesús estaba tratando de darle celos, estaba perdiendo el tiempo.
Ella se levantó y caminó hacia la cocina mientras marcaba el numero de Jesús.
- ¿Que pasa?- preguntó ella en cuanto él contestó- ¿Quien me busca?
- No se...- dijo él- Es una mujer, ya te lo dije. Se llama...- ella escuchó la voz de una mujer madura al fondo decir "Vanessa"- Se llama Vanessa.
- ¿Vanessa?...- dijo ella pensando- No... No conozco a ninguna Vanessa rubia y alta
Sabia que si se trataba de alguien de La Orden, que le asignaría una nueva misión, ella debia ir sin dudarlo. Ella suspiró fastidiada.
- Okey, mira... voy en camino. Dile que me de veinte minutos- colgó en el acto.
Angelica fue de nuevo a la sala y llamó a Joaquín con un grito, luego miró a las fleming.
- Niñas me tengo que ir- dijo.
- ¿Que?- dijeron las chicas al unisono- ¿Por que?
- Tengo una emergencia.
En casa, Jesús terminaba de colgar su teléfono mientras Vanessa Lang bebía un sorbo de café. Estaban sentados en la sala.
- ¿Sabe? Normalmente la gente llama primero a la Orden y ellos llaman a Angelica- dijo él extrañado.
- Es que esto no puede "esperrar"- dijo ella y luego sonrió- ¿Si vendrá?
- Si, dijo que en veinte minutos.
- Bien.
Ella miró la sala, era espaciosa y bien decorada. Habia varios retratos familiares en las paredes. Sobre un librero pudo ver la foto de una chica trigueña y delgada, con un uniforme de karate. Le daba la impresión de haber visto antes esa foto.
- ¿Ella es Angelica?- Dijo señalando la foto.
- Si- dijo él mirando la foto- Tenía como veinte años cuando se la tomaron. Pero a ella le encanta esa foto.
Vanessa se puso de pie y caminó hasta donde estaba la foto, y la tomó en su mano. Miró la foto fijamente; "Ya he visto esta foto" pensó "Pero... ¿Donde?"
- ¿Sabe? Hay cosas en mi trabajo que nunca logro entender- dijo ella aun mirando la foto y subiéndose la parte frontal de su vestido- Y cuando no logro entenderlas, mi trabajo resulta... desagradable.
- No entiendo a que se refiere- dijo Jesús confundido.
- Lo sé- Ella se giró hacia él, con una pistola con silenciador en su mano derecha y le propinó dos disparos en el pecho, asesinandolo al instante.
Ella miró su cuerpo, luego a su alrededor nuevamente. Habia sido un dia muy extraño. Esa niña llamada Violett con su cabello morado y sus ojos color lila, ese tal Dorian que podía teletransportarse de un país a otro. No había querido hacer mas preguntas porque le convenía aceptar su propuesta. Pero la verdad era que esos dos seres extraños la daban miedo y desconfianza.
- ¿En que me estoy metiendo?- Se preguntó, y luego volvió a mirar la foto de Angelica- ¿Por que querría alguien como Violett asesinar a estas personas? Hay algo muy "rarro" en todo esto.
Angelica aun iba en su auto rumbo a su casa cuando recibió una llamada de Winona.
- Odio cuando te vas asi- le dijo Winona.
- Wino, discúlpame, es que...- no pudo terminar de hablar porque algo frente a la hermosa luna llena en el cielo llamó su atención; una mujer con una larga túnica negra y largos cabellos grises volaba en su misma dirección.
- ¿Angelica?- dijo Wino al teléfono.
- Un Hades- Dijo Angelica en voz baja y preocupada.
La última vez que Angelica había visto un Hades fue la noche en que su madre murió. Le suplicó al Hades que le diera mas tiempo a su madre, pero este le habia dejado claro que ellos solo cumplían con su trabajo de llevar las almas de los difuntos al otro mundo cuando el momento de morir llegaba. No estaba en sus manos aplazar o adelantar la muerte de alguien.
- Wino, te llamo luego- dijo ella y colgó.
Algo andaba mal, lo sentía en todo su cuerpo.
- Jennifer- dijo en voz baja- ¿Estás allí?
- Si- dijo la tenebrosa novia fantasma que apareció en el asiento de atrás.
- Ve a mi casa y asegúrate de que todo esté bien- le dijo, mirandola por el retrovisor- Por favor.
- Como digas- dijo la mujer y desapareció.
- Mami- dijo Joaquin mirándola-¿Con quien hablas?
- Con nadie amor- le sonrió ella preocupada- Solo pensaba en voz alta.
Jennifer apareció frente a la casa de Angelica y caminó hacia la puerta. Pero Dorian apareció frente a ella.
- Debí saber que Angelica tenía espíritus cuidándola- sonrió él.
- Un Hades- Dijo Jennifer aterrada.
- Llevas mucho tiempo evadiendo tu juicio, Jennifer Trujillo- dijo Dorian acercándose
Jennifer quiso desaparecer. Pero antes de que pudiera intentarlo Dorian hizo aparecer una enorme guadaña en sus manos y golpeó con ella a la mujer, lo cual hizo que esta se desvaneciera al instante.
- Descansa en paz, finalmente- sonrió Dorian.
Angelica empezaba a ponerse nerviosa. Por lo general Jennifer tardaba medio minuto en volver de una misión tan simple, y ya habían pasado diez.
Apenas vio su casa, se detuvo, tomó a Joaquin de la mano, bajó del auto y caminó rápidamente hacia la puerta de su casa.
Dudó antes de abrir la puerta. Entró a la casa con Joaquin agarrado de la mano, y vio a la mujer Rubia y alta, con su elegante vestido y una pistola con silenciador en su mano, parada frente a ella, al pie de la gran escalera de la sala.
- ¿Donde está mi esposo?- le preguntó
- Yo no me "preocuparria" por él- dijo la mujer.
Angelica se mordió los labios e hizo lo imposible por no llorar.
- Joaquin- dijo ella con un nudo en la garganta- Ve a tu cuarto.
- Mami...- dijo él confundido.
- Hazlo- dijo ella- Por favor. Yo voy en un momento.
Joaquin obedeció, subió las escaleras caminando, mirando a cada rato hacia atrás.
- ¿Que quieres?- le preguntó Angelica a la mujer.
Vanessa la detalló un instante; no debía tener mas de 1,65 mts de altura. Era delgada pero lucia enérgica, con su cabello negro azabache, ojos cafés y piel trigueña, ni oscura ni blanca.
- Te "parreces" mucho a alguien que conozco- dijo ella.
Angelica sacó sus dos pistola rápidamente. Pero ya era muy tarde. La bala impactó en su pecho. Sintió que algo dentro de ella se enfriaba mientras caía hacia atrás y una se sus pistolas se detonaba estremeciendo el ambiente con su sonido.
Desde el piso podía escuchar los gritos de su hijo llamándola, junto con las pisadas de aquella mujer que se alejaban por las escaleras.
Ella intentaba gritar pero no salía voz alguna. No le importaba su propia vida, pues sabia que moriría, pero esa mujer iba por su hijo, y ella no podía ni moverse. Intentaba gritar, en verdad lo intentaba.
Los gritos de Joaquin se apagaron tras el silbido seco del arma de aquella mujer. Ella lloraba, no podia creer aquello, su bebé, su pequeño bebé estaba muerto.
Logró girarse de espaldas en el suelo, al tiempo que la mujer venia de regreso.
- "Erres" muy persistente- escuchó decir a la mujer- Casi te "admirro".
Dicho esto, le propinó dos balazos mas en la espalda. Eso fue lo ultimo que Angelica supo.
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