CELOS ABSURDOS

La mañana siguiente llegó muy rápido y con ello la información de Cristina al conocer que la cantidad que había tomado de la caja de seguridad como ella le había hecho saber era para pagar la operación de su madre, vaya sorpresa fue saber que no había tomado más de lo que necesitaba apesar de estar llena de deudas era una mujer correcta y cumplida por lo cual el pensó en no hacerla sufrir trataría de que el dinero que había tomado le fuera regresado en pequeños plazos pero todo cambio cuando llego a la empresa y la observó junto a un hombre abrazada mientras ella lloraba.

Por alguna razón verla de esa manera con aquel hombre hizo que despertara la ira en él inmediatamente se acercó y sin ningún tipo de tacto ordenó.

--Si va a estar haciendo sus escénitas procure que sea lejos de MI BANCO-- dejo claro mirando con desdén al joven rubio frente a el-- La quiero en 5 minutos en mi despacho no olvide que tiene una deuda pendiente conmigo señorita Rojas-- dijo sin más pasando por su lado aspirando el bello aroma a rosas que desprendía de ella, furioso entro al ascensor y subió directo hasta su despacho dando un portazo y aventando su maletín en el asiento se dirigió al mini bar y se sirvió un vaso de whisky-- PERO QUE MIERDA ME PASA ES UNA SIMPLE EMPLEADA-- se dijo molesto -- HARÉ QUE ME PAGUE HASTA EL ÚLTIMO PESO-- juro enmedio de un arranque.

Celos, celos absurdos eran los que el sentía lo sabía muy bien pero se negaba a aceptar que se había enamorado a simple vista de esa bella castaña de ojos café. Había comprendido después de ese pequeño arranque que sus sentimientos habían tenido una mala jugada nuevamente pues al parecer ella tenia novio y aún así había dicho que haría lo que él le pidiera. Su mente absurda comenzó a realizar hipótesis estúpidas en las cuales ella solo era apariencias y lo llevo a cometer la peor estupidez de su vida. El sonido de la puerta lo alejo de sus pensamientos y un fuerte ADELANTE sonó para dejarle ver al motivo de su furia.

--Ya se como va a pagar el dinero que ha robado solo espero que a su novio no le importe compartirla un par de noches conmigo -- dijo el mirándola descaradamente internamente se sentía un patán nunca había tratado así a una mujer ni siquiera a la víbora de su ex esposa--

--¿Cómo?-- Dijo ella frunciendo el seño-- Está loco yo puedo pagarle con trabajo--

--Te quiero en mi cama con una o dos noches bastará si no quieres que mi padre se entere de que has estado robando los últimos meses o peor aún vayas a prisión por ladrona -- ella abrió los ojos con sorpresa pero cambio su semblante a uno molesto--

--Yo no soy una ladrona tome el dinero por qué lo necesitaba juro que le pagaré pero porfavor no me haga esto--

--Dijiste que harías lo que te pidiera y quiero tu cuerpo por favor que te cuesta estar una noche conmigo lo vas a disfrutar y será el fin de tu deuda ya que he devuelto el dinero así que no le debes al banco me debes a mi personalmente Cristina-- dijo con una ceja alzada-- ella estaba al borde de las lágrimas se sentía sucia, se negaba a qué su primera noche fuera de esta manera con un hombre que se notaba la despreciaba y pensaba peor de ella--

--Por favor señor Sincler no me pida esto-- dijo arrodillándose lo cual hizo sentir el peor imbecil a Ernesto sin pensarlo la levanto y observo esos hermosos ojos que con solo verlos por primera vez lo habían enamorado --

--Es mi última palabra-- le extendió una tarjeta-- La espero en mi casa está noche, puede retirarse le esperan clientes por atender--

--Es un maldito infeliz-- escupió ella para tragarse sus lágrimas y salir del despacho directo a su escritorio--

Cristina lloro de impotencia y rabia se sentía una completa estúpida, cómo es que había pensado que ese tipo sería tan solo un poco como su padre este era un infeliz poco hombre que solo buscaba sexo. Se recriminaba mil veces el haber pronunciado aquellas palabras pero sobretodo él haber tomado ese dinero. Esta mañana había recibido una noticia terrible su madre había quedado en coma después de entrar en paro un par de veces, el doctor simplemente le dió un par de días más para el final y ella no podía sentirse peor, Rogger la había llevado al trabajo ya que se le había hecho tarde y en cuanto escucho a Ernesto se sintió aún peor si se podía. No había tenido el valor de contarle a Rogger su estúpida falta y ahora menos lo haría sería una total vergüenza para ella tener que explicar que pagaría su deuda Vendiendose al Jefe por una noche.

Ernesto estaba más que feliz no paraba de sonreír al descubrir que el hombre con quién estaba su Cristina como había comenzado a decirle el muy idiota era solo su vecino y mejor amigo casi como un hermano. Se lamentaba y recriminaba también por haber sido tan insensible al enterarse de que la madre de Cristina había entrado en coma ahora comprendía el por que estaba llorando y por esa razón había decidido cambiar su plan.

La noche había llegado y la hora acordada estaba un par de minutos de concluir Cristina con toda la pena y vergüenza del mundo tocó la puerta encontrándose con su pesadilla frente a ella el sonrió invitándola a pasar ella se sentía indefensa al darse cuenta que estaban solos.

--Por favor pasemos al comedor--

--¿Que?-- dijo ella confundida--

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