Capitulo cuatro. Hombre promiscuo

La noche es fantástica, la luz de la luna ilumina el hermoso jardín, un aroma a flores envuelve el lugar.

Christian como todo hombre promiscuo, busca divertirse con cualquier chicas, desea tanto a Reina, ella no le ha permitido ni un beso, le ha pedido que espere hasta después de la boda y eso a él no le agrada mucho.

Sale en busca de Elsa y la lleva el rincón más oscuro en ese lugar.

Se toman su tiempo para darle rienda suelta a sus cálidos cuerpos, el sentirse que los podían ver los excita más. Después del febril acto aún desnudos, la joven amante acaricia el rostro del guapo y jadeante chico.

Elsa.- Mi amor no te cases con ella.

Cristian.- ¡ Claro que lo haré! Ella es mi prometida .

Elsa.- ¿Entonces yo qué soy para ti?

Cristian.- Mi mejor amiga._ Sonríe perverso _.

Para que ya no digas más, la envuelve en besos y toques, haciéndolo por segunda vez en este lugar obscuro. Los gemidos aumentan, aunque la música es alta, son muy notorios los gruñidos de los jóvenes amantes.

En el interior de recinto.

Reina - Disculpen, tengo que tomar un poco de aire.

Valeria la voltea a ver, no quiere que salga, aún no regresa su hermano, pero se les escapa.

Angie.- Déjala ir.

En la celebración del gobernador, la prensa local está presente, es un evento político muy importante.

Así que son invitados a tomarse las fotos a todas las familias con el gobernador, obvio el señor Aaron Ramírez es el primero. Llama a sus nietos, evitando a Constancio en esa foto.

Reina que va de salida al jardín, es llamada por su abuelo y juntos posan.

David (Fotógrafo del periódico).- Señorita Buenavista, pudiese estar entre el señor gobernador el señor Ramírez, usted joven Rogelio abrace a su abuelo.

Armando toma la nota de los asistentes y está pensando la reseña que se publicará el día de mañana.

A Reina se le cae el elegante abanico al acomodarse los guantes, Armando rápidamente corre y lo levanta, se lo entrega en las manos. Sus miradas se unen por unos segundos, causando miles de bellas sensaciones en ambos. Armando piensa que es muy hermosa y se enamoró en ese instante .

Reina también le parece que es un hombre muy atractivo; su traje ajustado a su cuerpo, se notan los músculos, es más alto que su hermano y su prometido, su pelo es negro y rizado, esa cara varonil finamente delineada, ojos verdes con pestañas rizadas, es más guapo que cualquier otro hombre que haya visto.

Nadie se dio cuenta de ese detalle porque fue muy rápido.

Reina.- Gracias.

Se retira y toman varias fotos para continuar con los demás invitados .

Rogelio regresa a la mesa acompañando a su abuelo para continuar conversando con el padre de Cristian: la boda, es el tema principal.

Cristian y Elsa aún siguen en el jardín disfrutando de sus cuerpos.

Reina va por el camino de adoquines color rojo, que la conducen directamente al jardín.

La plática con el abuelos, sobre la pedida de su mano y su boda la ha entristecido, pensando en la pérdida de su madre .

Sale en busca de un lugar apartado para calmarse, está llorando, no desea que la vea así, le dirige al lugar más oscuro.

Encuentra la pareja de Christian y Elsa en una escena muy pecaminosa.

Están desnudos, esta sobre ella, dándole tremendas estocadas, las piernas de su amante enredadas a su cintura, él succiona uno de sus senos, el otro lo masajea delicadamente, ambos gimen sin restricción alguna.

La hermosa rubia observa la escena atónita, una mezcla de rabia, asombro tristeza y vergüenza, se le han atorado por segundos unas palabras que salen entrecortadas.

Reina.- Cristian que... ¿Qué haces? ... no..

La pareja se separan sorprendidos.

Reyna los observa, Elsa intenta cubrirse con el amplio vestido que estaba un lado, sin poder lograrlo, mira a su amante en busca de ayuda, sin obtenerla. Cristian intenta vestirse rápidamente, pero sus dedos nerviosos no se lo permiten.

Reyna quiere salir corriendo, sus pies no responden, los ojos rojos con lágrimas que amenazan con salir, un sabor amargo se va acumulando en su boca.

Cristian.- No es lo que parece.

Reina.- ¿No? Entonces que.

Cristian.- Espera, permíteme explicar .

Reina.- No hay nada que explicar, todo está muy claro, de hecho me parece muy tonta está conversación.

Las lágrimas de la invaden y se aleja por fin, corriendo del lugar, no desea que el traicionero la vea en ese estado tan lamentable.

Al entrar al salón, choca con Armando y casi cae , él la toma entre sus brazos y nota que está llorando.

Armando.- ¿Estás bien? ¿Te lastimaste?

Reina.- No.

El caballeroso periodista le limpia las lágrimas con un pulgar.

Reina.- Estoy bien gracias. Me retiro.

Se suelta del agarre, la había abrazado para que no cayera.

Se acercan su padre y hermano, los han apartado con brusquedad .

Constancio.- ¡La suelta! _ Gritando_. ¿Qué haces? _ Golpea Armando, directo a la nariz_.

Rogelio _Abrazando a su hermana _ ¿Que le hiciste? Maldito, ¿Porqué la haces llorar?

Reyna.- Yo me iba a caer ¡Él me sostuvo!

Los jala hacia un ricon, olvidando al chico herido, le comenta a su padre y hermano lo que vio.

Constancio.- No te creo, no lo tomes en serio son cosas de hombres, yo me encargaré de que no vuelva a suceder .

Reina_ llorando aún_ Papá, ¡Sácame de aquí!

Rogelio sale en busca de Cristian que aún se estaba vistiendo al igual que Elsa , al llegar junto a el, lo golpea sin piedad.

Rogelio.- Maldito, mi hermana tenía razón.

Cristian.- Es cosa de hombres, no te metas.

El feroz hermano golpea más fuerte en el rostro .

Rogelio.- ¡Sí!... ¡ Mi hermana no es un juguete! Mucho menos el hazmerreír de nadie.

La cena es interrumpida por los gritos que producen y muchas personas se dan cuenta, pero no saben el motivo.

El señor Arturo Monsiváis los separa, sale con su familia, pidiendo una explicación a Cristian. Le cuenta lo sucedido dentro del auto .

Arturo.- ¿Cómo te atreviste a tanto? ¿No te pudiste ir a otro lado?_ Le da una cachetada_.

!Tienes que pedirle perdón¡ Ni pienses que qué no te casarás con Reina.

Cristian.- Claro padre. _ Apenado y golpeado_.

Rogelio también sale y sube al auto con su familia

Reina.- Vámonos papá estoy tan avergonzada .

Constancio.- Es solo un desliz, así son los hombres.

Rogelio.-; ¡No papá! Es una traición ! Me habían informado de como Cristian es, pero no creí que fuera tan descarado .

Constancio.- ¡Cállate! Mañana aclararemos esto.

Se dirigen a la mansión.

Reina sube a su habitación llorando aún, la nana, intenta calmar abrazándola, le cuenta lo que le ha ocurrido está noche .

Nana.- No llores mi niña, no vale la pena.

Reina.- No, pero me defraudó yo sí lo quería, tantos años pensando que yo era importante para el nana, un mes y nos casábamos .

Nana.- Lo bueno es que lo descubriste a tiempo.

Reina se baña y se pone la pijama acomodándose para dormir en su enorme cama, no deja salir lágrimas de sus hermosos ojos azules, siente como su corazón muere apretado, de tal forma que explotó .

Después de mucho llorar se queda dormida mientras la nana le acaricia el cabello.

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