Besos Robados

Me fui molesta de la plaza, incluso avergonzada, pero esa una sensación que Alpha me hacía sentir desde nuestros días de escuela. Ella siempre tan abierta a decir lo que piensa y siempre obteniendo lo que desea.

Como podría yo competir con semejante "morena de fuego" como decían en la universidad para referirse a su persona. Siempre llegaba a la facultad con blusas excesivamente ajustadas, minifaldas demasiado cortas y tacones o estiletos de más de 20 cm que parecía que se quebrarían ante el exuberante vaivén de sus caderas. Recuerdo que incluso hubo el fuerte rumor entre compañeros varones que no usaba ropa interior y según ellos, más de uno había probado y tenido suerte con ella en los baños, pero aunque no eramos amigas, algunas veces nos tocó ser compañeras de equipo y debía tolerar su excesiva seguridad en sí misma, hasta la noche de graduación en que... pero bueno, eso ya era pasado y ahora se había quedado con Jota A, sin soltar su mano y siendo muy directa con él, cosa que no sé por qué me enfureció y me aleje dejándolo con ella.

Se ha pasado tantos días yendo al bar y mandándome tantos recados azules que ya podría tapizar con ellos el espejo de mi cuarto, bueno de hecho, lo tapice. Cada recado habla de su necesidad de conocerme, de querer tratarme y, ... pero decepcionada he visto como a la primera se ha quedado con ella, así que vine a casa, me cambie y salí con Sasha a caminar, quizá así déjate de pensar en él junto a Alpha, aunque lo logre poco, pues conociéndola de seguro ya se lo ha de haber llevado a algún motel para acostarse con él.

Esa mujer nunca cambiará, ella va por la vida tomando lo que quiere y si alguien le estorba lo quita de su camino. Pensé que seguiría con Manuel, tanto se empeñó en que no estuviera enamorándome, que le juro amor y lo alejó de mí, no sin antes dejarme en ridículo frente...

Nuevamente, comienzo a divagar con cosas que no quiero recordar, tanto que he caminado más lejos que de costumbre, creo que la pobre Sasha debe estar agotada.

- Sasha, lo siento no me di cuenta de que ya estamos lejos de casa.

- ¡guau! (Sasha se sienta y mira lastimeramente a su dueña levantando una de sus patitas para indicar que se cansó).

- Ven, sentémonos un momento bajo ese árbol antes de volver a casa, te daré agua y una golosina.

Se sentó bajo un frondoso árbol trueno y después de apapachar a su cachorra se dispuso a disfrutar un momento de los trinos de los pájaros en la alameda. Vio algunas ardillas entre las ramas o entrando y saliendo de huecos en los árboles. Escucho los ruidos de la ciudad mientras caía la tarde, pasada una media hora se levantó y regreso a casa con Sasha.

Al llegar, entro directamente a la regadera y tomó un baño con agua fresca, hoy no tenía show, así que cesaría ligero y vería un poco de TV antes de dormir.

Mientras se preparaba la cena, Sasha se puso inquieta y en eso tocaron a la puerta. Fue a abrir y se sorprendió cuando vio frente a si a José Antonio.

- ¿Qué haces aquí? (sorprendida) ¿Cómo supiste donde vivo?

José Antonio solo entró y sin decirle nada la tomó algo brusco entre sus brazos y la beso, se apoderó de su boca exploradora mientras Alfonsina después de reponerse a la sorpresa luchaba por zafarse de su abrazo. Cuando él se alejó un poco, lo abofeteo, logrando así que la liberará.

- ¡Que te pasa idiota! ¡Porque me besas!

- (Sorprendido aún por la bofetada) Yo, lo siento, ya no podía más Alfonsina, desde el primer día yo necesitaba besarte.

- Me confundes con una cualquiera, (furiosa) pero te equivocas. No lo soy, soy solo una cantante.

Él la miró en silencio, cabizbajo, ella aún saboreo su sabor a menta y alcohol en su boca. Sorprendida, pensó que había una explicación.

- Estoy esperando tu explicación Jota A, habla.

- ¿Puedo sentarme, por favor?

- Ya que, hazlo, te traeré agua, creo que la necesitas más que yo.

Él miró la sencillez de la casa, una pequeña cocina bien organizada, con una pequeña barra con bancos a modo de mesa, al fondo una recamara y lo que suponía era el baño así como una pequeña estancia donde había dos poltronas y un sofá que invitaba a dormir en él. Fue allí y se sentó, ella le dio el vaso con agua y bebió mientras ella tomaba asiento en la poltrona.

- Lo siento Alfonsina, no debí hacer eso, pero ya no aguantaba, necesitaba besarte, no me arrepiento de haberlo hecho aunque sé que me merezco esa bofetada que me diste.

Guardo silencio y ella lo observo dándose cuenta de de de que parecía un niño pequeño perdido. No dijo nada, siguió esperando su explicación, él al ver que ella no decía nada, continuo.

- Mira, hoy me dolió mucho que me dejaras solo con esa mujer, yo me acerque porque quería verte a ti, no para que me la presentaras, y perdóname pero si esa mujer es tu amiga, creo que es muy mala amiga. Prácticamente, quería acostarse conmigo y bueno no soy un santo pero me gusta escoger con quien, me gusta conquistar y de un tiempo para acá solamente una persona ocupa mi pensamiento día y noche. Dame la oportunidad de conocerte y que me conozcas, por favor.

Alfonsina respiro hondo, en cierta forma él tenía razón, prácticamente lo dejo solo con Alpha sabiendo de antemano como juega ella.

- Ella solo fue mi compañera y nos encontramos de casualidad, no es mi amiga, una amiga nunca traiciona a otra como ella lo hizo conmigo, no le guardo rencor pero no la quiero cerca.

- (La miró con esperanza en su mirada) Ahora me entiendes un poco por qué te bese, me dejaste a su merced y yo solo ansiaba estar junto a ti. Necesitaba probar tu sabor y la verdad es que me fascina tu sabor y tu aroma a maderas y lavanda. Eres relajante para mí. Si yo te contará.

- Bien, tendrás tu oportunidad, (se levantó y fue a la cocina) ¿ya cenaste?

- La verdad comí tarde pero comeré lo que tú me des.

- Bien, haré una ensalada de pollo y platicaremos mientras, solo por favor nada de alcohol aquí. Comienza por hablarme de ti, quien eres José Antonio Moral.

- Soy hijo de un Pastor Cristiano pero en algún momento perdí el camino, como te dije no soy un santo, tuve mi propio infierno como todo el mundo, pero cuando te conocí hace unas semanas a mi vida regreso una tranquilidad que no puedo explicar, pensar en ti logra que pueda dormir por las noches. Eso podría decirse que es la versión corta.

- No te pedí la versión corta, tengo suficiente tiempo para escucharte (bebió un poco de jugo de su vaso).

- Alfonsina, tanto importa quien fui, ¿no es más importante quien soy cuando estoy a tu lado, lo que me haces sentir, pensar y desear?

- José Antonio, si va a haber una amistad entre nosotros quiero una base firme, ya conociste a Alpha, gracias a ella no creo en la amistad, el amor más que como cosas raras.

- Háblame de ti un poco por favor y así te contaré mi historia.

- No hay mucho que decir, tengo mi cachorra, estudie comunicación, amo cantar y trabajo en ello, perdí a mis padres siendo muy joven y me crío una tía que por ser maestra me enseñó mucho, creí estar enamorada una vez e incluso hablamos de compromiso pero él decidió acostarse con Alpha y los encontré juntos, obvio yo rompí el compromiso. (Lo miro con sus claros ojos directamente), como puedes ver, no hay mucho que decir.

- ¿Y tu tía vive aún?

- No falleció hace un año, aunque me dejó una pequeña herencia que tengo invertida y junto con el sueldo del show, me permite vivir tranquila.

- ¿No aspiras a más?

- No te salgas por la tangente, dame la versión larga de ti.

José Antonio entendió que tendría que ser un poco más claro sobre su persona si quería ganarse la confianza de Alfonsina, más después de que ella le confesó que en el pasado Alpha le había robado un novio.

- Está bien, salí de mi casa para llevar una vida de excesos en la capital, ahí conocí mujeres de la noche, que me enseñaron todo lo que no sabía sobre el "amor carnal" por así decirlo (sonrió con amargura y ella no dejaba de observarlo), me perdí en el alcohol muchas noches, amanecí hasta en callejones rodeado de p¿%@, caí hasta el fondo de la perdición, pero mi madre enfermo y regrese a casa, desde entonces hace poco más de dos años me dedico al trabajo.

- ¿Y en estos dos años no tuviste mujeres?

- (La miró deteniéndose en sus labios, ansiaba besarla), No he sido un santo dominante (confesó), pero he procurado no dañar a nadie, no prometer lo que no puedo. Y así podría seguir de no haberte cruzado en mi camino.

Estaban bastante cerca u o del otro, pues la pequeña barra lo permitía, Alfonsina lo miro en silencio y antes que él se diera cuenta, ella se atrevió a robarle y beso que lo tomó totalmente desprevenido.

Se separó de él queriendo no darle importancia pero Jota A fue más rápido y la jalo hacia su abrazo y volvió a besarla con pasión, acariciando su cuerpo con hambre de más.

- ¡José Antonio détente! Por favor, détente! No podemos seguir, vete por favor. Yo... no puedo.

- ¿Porquê? Somos libres ambos, ¿porqué no puedes?

- Porque yo no soy como otras mujeres, (lo miro con algo parecido a la tristeza en sus ojos), él día que este con alguien, será porque es el definitivo en mi vida. Ahora vete.

Él no dijo nada de momento, habría más tiempo para convencerla. Le dio un beso en la mejilla y se fue. Alfonsina se recargo en la puerta tras cerrarla.

- ¡Dios mio!, ¿Porqué no me contuve? Creo que me he enamorado de él, pero no quisiera vivir una mentira, él está acostumbrado a mujeres de una noche. Espero que no vuelva...

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