Capítulo 5

Bien dicen que en la vida las malas noticias son las primeras en saberse.

Después de ese encuentro que tuvimos no habíamos hecho absolutamente nada. Milton y mamá habían llegado por la noche sin avisar, aun que no los saludé porque llegaron de madrugada y se fueron directo a descansar entonces debía esperar hasta la mañana para hablarles.

Estaba despierto desde muy temprano, me gustaba hacer ejercicio y salía a correr cada mañana. Llegué a la casa y fui directamente a la cocina para tomar algo de beber. Casi terminaba de abrir el refrigerador pero alguien me interrumpió con un tono frío y fuerte. Me asustó pero aún así no lo demostré.

- Keneth, necesito que vengas a mi despacho - ese era Milton, mi padre, nunca pude llamarle así debido a que siempre fue muy cerrado conmigo pero si me quería. Me di cuenta de eso cuando una noche estaba muy enfermo.

FLASHBACK

Eran fin de mes y mamá debía ir a una reunión importante, llevaba todo el día sintiéndome mal pero si le decía sabía que ella se preocuparía entonces decidí callar.

Mamá ya se había ido.

- Ken, mamá ya se fue ven y juega conmigo - me movía de un lado a otro

— Ahora no Killian déjame en paz —

- Anda necesito a alguien para jugar con el balón, no puedo yo sólo - tiró de la sábana con la que estaba cubierto, tenía demasiado frío y necesitaba calor.

— Ya te dije que no por favor ya dejame, vete... — se acercó más y puso su mano en mi frente

- Cielos Ken, estas ardiendo, tengo que hablarle a mamá - lo tomé de la mano y me acerqué a el

— ¡No lo hagas! ella debe estar ocupada en estos momentos, mejor sólo ayudame a mojarme un poco para que se me quite la fiebre — se puso rojo como un tomate y por un momento creí que también estaba enfermo — ¿también te sientes mal? — puse mi mano en su frente pero no estaba caliente

- Está bien, digo estoy bien, mejor vamos a que te des una ducha - se puso nervioso

— Killian ya puedes irte, estoy bien, en cuanto termine de bañarme me recostaré —

- O.. okay - desvío la vista de mi cuerpo semidesnudo ya que aún traía boxers y salió.

Según sólo iba a bañarme, no se en que momento me quedé dormido en la tina, cuando recobré la conciencia Milton me llevaba envuelto en una toalla hacía la cama.

- Tranquilo pequeño, todo estará bien - su expresión era de preocupación, esa que jamás había visto en el y misma que no volvería a ver.

Toda la noche se quedó conmigo, cuando desperté en la mañana ahí seguía, acostado en la cama junto a mi y yo recargado en su pecho, no quería que se acabará debido a que nunca había sentido el cariño de un padre entonces si duraba más para mi era mucho mejor.

Minutos más tarde el se despertó me dejó con cuidado en la cama y se fue.

FIN DEL FLASHBACK

— Buen día ¿sucede algo? — me dio la espalda y me miró de reojo

- Sigueme, hay algo de lo que debemos hablar - esto es demasiado extraño, el jamás hace las cosas de esa manera, por lo regular todo me lo dice en frente de mamá y para que ahora me pida ir al despacho algo debe estar pasando.

Lo seguí hasta el despacho, eran pocas las veces que se me habían permitido entrar ya que sólo familiares podían hacerlo y claramente yo no era uno debido a que no compartíamos la misma sangre, tan sólo el apellido pero eso no bastaba para gozar de ese privilegio. Como siempre este lugar estaba impecable, sin un sólo rastro de polvo. En el se hallaban libreros, dos sillones, el escritorio y la silla de papá, no quise sentarme porque en ningún momento me lo permitió, tampoco ofreció asiento por lo tanto permanecí de pie frente al escritorio.

— ¿Para qué me necesita? ¿O es qué acaso sucede algo malo? — cuestione debido a que la incertidumbre me estaba matando pero todo con respeto.

- Mira Keneth no me andaré con rodeos, el asunto aquí es que me llegaron unos mensajes con imágenes a mi teléfono en el cual estás en una de las recámara haciendo algo indebido. -

No puede ser posible, como se enteró de esto, cada que tuvimos sexo Killian y yo no había nadie en casa, ni si quiera las mucamas, es imposible...

Traté de ocultar lo más que pude mi miedo, no miedo a que me regañaran, si no más bien a que me separaran de el. Aun no salía de mi asombro cuando el sacó su teléfono y comenzó a buscar la evidencia.

— Disculpe pero no se de lo que me está hablando — su expresión cambió por completo, ya no era la de un hombre serio, ahora era una llena de furia

- ¿¡Como demonios tienes el descaro de mentir en mi cara!?, tengo las pruebas Keneth, metiste a alguien a mi casa, tenías quien sabe cuantos juguetes sexuales en la habitación y lo peor de el caso es que ni si quiera fue una mujer, era un maldito hombre - mierda, ¿quien pudo haber sido? - ¡Estoy decepcionado de ti, ¿donde está la decensia, los valores? ¿En donde quedaron todas esas clases? En esta casa ninguno de mis hijos será Gay, primero muerto antes de ser padre de un monstruo!... -

No podia seguir ocultandolo, si decía mentiras me iría peor y si escondía la verdad también me iría mal ¿qué se puede hacer en este tipo de situaciones?. Bueno lo primero y más importante, no parece como que supiera con quien me lie, su único conocimiento es que fue hombre. Lo único que podía hacer era ocultar la identidad de esa persona, si esto me está haciendo a mi que no soy su hijo, no quiero imaginarme lo que le hará a Killian.

El nudo que tenía en mi garganta me hizo tragar grueso antes de responder, me armé de valor mientras que en mi mente pensaba solté un suspiro de esos que te pesan y por fin pude hablar.

— La verdad es que si, hubo alguien que entró a mi recamara y se que estuvo mal pero enmendaré mi error. —

- ¡¿Y lo dices así?. Muy chulo el niño, ¿que carajos quieres? Te sacamos del orfanato, te abrimos las puertas de esta casa para que mejoraras, contratamos a los mejores maestros para tu educación, te llenamos de lujos por montón y ¿así es como pagas?, revolcandote con personas de tu mismo sexo maldito huérfano homosexual!... - todo eso lo dijo gritando, estoy seguro que se escuchó en cada rincón de la casa porque la puerta se abrió de un golpe, sabía que los que entraron eran Killian y mi madre, pero ya no podía soportar más cosas, no después de lo que acabada de decir, era ahora o nunca.

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