2 Esa niña me encanta

Damon

Y ahí estoy yo, haciendo aseo al laboratorio, con la niña más hermosa de la universidad, gracias a una estúpida broma, de las cuales suelo hacerle, ¿por qué lo hago?

Sencillo, esta niña me encanta desde que llegamos a la U, pero yo no sé conquistar a una mujer, nunca lo he hecho, siempre las chicas me conquistan a mí, no, no, error, ninguna de esas chicas me ha conquistado, la única que lo ha hecho ha sido Mía y muero por hacerle honor a su nombre y hacerla... mía, pero ella lo ha hecho sin proponérselo, me tiene como perrito detrás de ella y creo que ella no sabe siquiera que existo, bueno, sí sabe, porque ya le he hecho varias bromas, tratando de que me note, pero la de hoy fue épica, ya que logré que nos castigaran y aquí estoy a solas con ella en el laboratorio, debo decir que está muy enojada y eso me hace muy feliz, está teniendo algún sentimiento por mí, no importa que sea rabia, dicen que del odio al amor, solamente hay un paso y de verdad deseo que Mía lo dé conmigo.

Cada que se agacha a limpiar algo, siento que no lo podré controlar, una erección quiere surgir, ese gran trasero que siempre me ha vuelto loco se deja ver en toda su extensión y ¡¡¡oh Dios!!! ¿Por qué me pones esta dura prueba? Quisiera ponerla en cuatro y darle duro, mientras agarro esas nalgonas que tanto me encantan.

El primer día pasó en esa tensa calma, llegué a casa como un niño esperando destapar un regalo que le acaban de dar, le escribí a mi hermana que vive en Australia, para preguntarle qué puede hacer mi amigo Peter para contentar a una chica, por supuesto ella no me creyó, de inmediato supo que el amigo era yo, pero no importa, me dijo que le regalara algo que a ella le guste mucho y que en primer lugar si había cometido una cagada, debía pedir perdón

He comprado un helado de chocolate con frutos secos, el cual es su favorito, porque sí, conozco varios de sus gustos, llevo varios semestres observándola y aquí estoy esperando con su helado en mi mano y dispuesto a lamer el piso por donde ella camina, por esta niña estoy dispuesto a lo que sea.

El helado funcionó y las disculpas mucho más, ella ha bajado la guardia conmigo, por lo menos hemos cruzado algunas palabras, cosa que no habíamos hecho antes y me atrevería a decir que nos hemos llevado bien, hoy es jueves, al parecer va a haber lluvia, Mía y yo vivimos bastante cerca; eso me costó un poco, tuve que cortar el césped, lavar los platos y sacar la basura por tres meses, antes de que mis padres aceptaran que nos mudáramos al barrio de mi hermosa Mía.

Me desvié un poco del tema, el caso es que vivimos cerca y como salimos muy tarde de la U, por el castigo, entonces le ofrecí acompañarla, para que no ande tan tarde sola y para mi fortuna aceptó, así que desde el segundo día vamos juntos hasta cerca de su casa y yo espero hasta que ella entra, para asegurarme que llegue bien y aprovechar unos minutos más para verla.

Vamos rumbo a nuestras casas y como lo había previsto, comienza a caer agua y estamos en una zona suburbana, por lo cual no hay donde resguardarnos de la lluvia, corremos un poco y estamos completamente empapados, de pronto apareció esa casa abandonada, y la tomé de la mano y fuimos hacia ella, una vez en el corredor, quedé frente a ella y la observé, tenía un pantalón bota campana, de talle alto que le marcaba una cintura pequeña, recordé ese trasero que tanto me gusta, llevaba una blusa rosa de seda, la cual se volvió casi transparente por el agua y dejaba ver ese sostén de encaje que bordeaba sus hermosos senos y ahí estaban, sus botones erectos, que me llamaban como si fuera un bebé, ya no lo pude controlar, mi miembro creció en toda su extensión, no pude contenerme la tomé, la besé y ella me correspondió, fue el momento más feliz de mi vida, estaba disfrutando de la boquita de mi amor platónico, la acerqué más a mi cuerpo para que sintiera como me tenía, agarré su pecho y ella jadeó, ¿puede haber un sonido más hermoso en la vida? Claro que no, la cargué y entré con ella, la desnudé y me saboreé esos rosados botones, mientras estimulaba su zona sensible, Mía tuvo un éxtasis y jadeaba mientras pronunciaba mi nombre y creo que este sonido superó al anterior... Esto fue lo más hermoso que he escuchado en la vida, mi nombre salir entre jadeos, de la boca de la mujer que me trae loco.

Después del desahogo de mi niña, se bajó del mesón y me quitó mi ropa, ¿se arrodilló?, ¿qué va a hacer? ¡Dios mío!, ¿será lo que estoy pensando? Oh sí, lo toma con su pequeña mano y lo lleva a su boca, no lo puedo creer, esto no había pasado ni en mi más pervertido sueño, nunca imagine que algo así sucedería, me volví loco de pasión, la tomé de su cabello y ella siguió el ritmo que yo le indicaba, me estaba derramando en su boquita y de pronto lo saca y mueve su mano sobre él de arriba hacia abajo y termino de derramarme en su rostro y sus pechos y juro que es la imagen más erótica que he visto en mi vida, mi niña bañada con mi semilla, ¡esto es gloria!.

Mi niña lo hizo como toda una experta, es el mejor oral que me han dado en la vida y se lo hice saber... No exagero fue el mejor oral, en la historia de los orales

Ya ha dejado de caer agua y cuando me disponía a quitar sus braguitas, para terminar de hacerla mía, ella no quiso seguir, dijo que tenía que irse o sus padres se preocuparán, así que nos vestimos y vamos rumbo a nuestras casas, esta noche no podré dormir, rememorando esta escena en mi mente y no sé si me podré contener mañana, cuando estemos a solas en el laboratorio.

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