Cuando te conocí

Una tarde decidí salir con algunos vecinos para conocer más personas, y allí conocí a Elisa una dama que robó por completo mí atención, aunque en la mesa también estaba su amiga Sofía una chica con una belleza inigualable digna de admirar, hablé con ellas toda la noche, eran muy elocuentes y divertidas , Elisa tenía una personalidad tan alegre y gentil que no pude resistirme a mis emociones, así que decidí invitarla a salir a lo que ella muy contenta me dijo que sí.

Pasó una semana y ya casi era hora de verla nuevamente, los días se me volvieron eternos quería hablar con ella saber que le gustaba y lo que no.

Al llegar al parque mí mente se nubló tenía miedo, sí ella me rechazaba podía perder la oportunidad de tener una amiga genuina sin embargo aunque estaba dudando de confesar mis sentimientos e intenciones no era una opción guardarlos para mí, mientras estuve divagando llegó ella con un vestido azul y zapatos blancos, sus ojos de un hermoso color café , su rostro sonrojado que adornaba su luminosa piel, su boca tan pequeña y roja y su cabello castaño que se bañaba en el Sol mostrando una lluvia de colores rojizos y cafés con algunos mechones claros él paisaje era realmente hermoso ella brillaba junto a los árboles ella era parte de la divina creación, dejé de dudar quería conocerla, quería amarla con las fuerzas de mí corazón y aunque ella me rechace quiero cuidarla pues aunque no la conozco mucho me conecté con ella de una forma peculiar.

Hablamos por horas y sin darnos cuenta ya había llegado la hora de cenar, la lleve a un restaurante pequeño pero hermoso, cada platillo estaba repleto de sabores y aromas exquisitos a mí gusto el aroma a comida casera me enseñaba a valorar cada parte del plato, sentía esa nostalgia al recordar a mí madre cocinar en leña porque le gustaba más el sabor que le daba a las sopas y el aroma a carne que me transportaba a los momentos en que mi padre la asaba, momentos felices que con calidez adornaban mi corazón, la traje a este lugar porque amo la comida hecha con la sabiduría de una familia, y ella también disfrutó esté lugar, dijo que se sentía como en casa pues su corazón se sentía lleno, verla comer con tanta alegría "Respingachos"de cerdo me hacía sentir completo, vaya hombre más simple soy y que compañía más amena me regaló el cielo.

Al salir del lugar vi su hermoso rostro iluminado por una luna ,tome su mano y la acompañé a su hogar.

_ Elisa hace mucho tiempo que no me sentía vivo, hace mucho tiempo que estuve perdido, no sentía nada, no soñaba nada, pero al verte sentí que mí existencia podría tener un sentido, el sentido de amarte.

_¿Tus sentimientos son tan inmensos cómo tus palabras o sólo lo dices porque soy amable contigo? ¿ Me amarás aún sabiendo que lo más importante en mí vida soy yo? ¿Me amarás con mis defectos también?

_ Elisa te amaré él tiempo que tú me lo permitas, en mí vida también mí bienestar es lo más importante por esa razón no tengo miedo a que me rechaces porque sé que eres gentil y aunque me rompas el corazón respetaré tu decisión ,es sólo que me gusta ser sincero respecto a mis sentimientos.

_La verdad es que me interesé en ti desde que te vi, pero deseo un poco más de tiempo, porque quiero ser capaz de amarte igual.

_Toma él tiempo que creas necesario, te veré luego, gracias por tan hermoso día.

Al llegar a casa me sentí feliz pero también angustiado, una tormenta de emociones me mantenían despierto, quizás me apresuré demasiado, aunque no me había rechazado, al cerrar los ojos sólo estaba ella y las sonrisas que me regaló durante el día y eso es suficiente para mí corazón.