Capítulo 5: El carruaje y la protagonista.

Dante se sentó frente a Alfred, en una silla de madera. Parecía tranquilo, pero sus ojos tenían un brillo inusual que dejó a Alfred incómodo.

-¿Puedo preguntarle algo, Dante?.- preguntó Alfred.

-Por supuesto, Alfred. ¿Qué quieres saber?.- respondió Dante con una sonrisa.

-¿Cómo supiste de los ataques al reino? ¿Y cómo organizaste todo tan rápidamente?.-

Dante rió suavemente.

-Digamos que tengo mis fuentes. Y en cuanto a la organización, tengo una corazonada de donde estan ubicados, para eso nos vamos a infiltrar mañana en el Castillo.

Alfred se quedó mirando a Dante, sin saber qué decir. Este hombre era un misterio, y aunque había demostrado ser un buen amo, no podía evitar sentir cierta desconfianza hacia él.

-Pero no te preocupes, Alfred. Todo está bajo control. tengo un plan para proteger el reino y sacar a los traidores de su escondite. Pero necesito un compañero que me cubra, ¿no?

Alfred frunció el ceño.

-¿Cómo?

Dante se levantó de su silla y se acercó a Alfred.

-Te necesito para hacer algo por mí, Alfred. Algo que solo tú puedes hacer.

Alfred lo miró con recelo.

-Quiero que actúes conmigo como mi espía en el palacio. Lo hare a mi manera, si mi padre descubre mi plan y se encuentra reacio a mis metodos. Sinceramente a mi no me importa, tambien, quiero que me informes de todo lo que pase allí.

Alfred se quedó sin palabras. ¿Cómo podía Dante pedirle algo así? Era un acto de traición hacia su propio padre, hacia su propio reino.

-Puedes negarte, si así lo deseas, Alfred. Pero recuerda que está lucha es por la justicia. Y a veces, la justicia requiere sacrificios.

Alfred sabía que Dante tenía razón. Pero eso no hacía que la idea de traicionar a su padre fuera más fácil de aceptar.

Finalmente, suspiró y asintió.

-Lo haré, Dante. Pero solo porque creo que el credo tiene razón en lo que está haciendo. Y porque creo en ti.

Dante sonrió ampliamente.

-Eso es todo lo que necesitaba saber, Alfred. Juntos, podemos cambiar el destino de este reino.

Dante se acercó más a Alfred, su expresión se volvió seria.

-De hecho, hay algo más que necesito que hagas por mí, Alfred. Y es aún más importante.

-¿Qué es? -preguntó Alfred, cada vez más intrigado.

-He descubierto que hay traidores en el palacio de la reina -dijo Dante, mirando fijamente a Alfred-. Y ese traidor está organizando los ataques del credo al reino. Necesito que descubras quién es y lo asesines.

Alfred se quedó sin palabras. No podía creer lo que estaba escuchando.

-¿Cómo sabes eso? -preguntó, incrédulo.

-Tengo mis fuentes -respondió Dante, con una sonrisa satisfecha-. Pero necesito tu ayuda para descubrir al traidor y detenerlo antes de que sea demasiado tarde.

Alfred asintió, aún sorprendido por la revelación.

-Lo haré, Dante. Pero necesitaré tu ayuda para entrar al palacio y obtener la información que necesitó.

Dante asintió, mostrando su aprobación.

-Te ayudaré en todo lo que necesites, Alfred. Pero debes tener cuidado. El traidor es astuto y peligroso. No te dejes atrapar.

Alfred asintió con determinación.

-No lo haré, Dante. Haré todo lo que esté en mi poder para descubrir quién es y detenerlo.

Dante le dio una palmada en el hombro, expresando su confianza en él.

-Lo sé, Alfred...

Dante reflexionó sobre su conversación con Alfred mientras caminaba hacia su habitación. Si bien estaba satisfecho con el acuerdo que había alcanzado con su amigo, todavía tenía un problema importante que resolver: cómo infiltrarse en la guarida del credo.

Ah, dije que cambiaria mi futuro, aun no me he rendido pero... esto es mas complicado de lo normal...

Fue entonces cuando recordó a Eileen, su tímida y enamorada sirvienta. Sabía que ella haría cualquier cosa por él, y se preguntó si podría aprovechar esa lealtad para infiltrarse en la guarida del credo.

-Eileen... es cierto... la mencione en la reunion, aunque me temo que ella acepte, es una tarea imposible para una chica como ella...- murmure.

Decidí que tenía que hablar con ella lo antes posible. Espere a que sea de noche para entrar en mi habitación y llamar a Eileen.

Ella entró tímidamente, con los ojos bajos.

-Dime, mi señor -dijo en voz baja.

Dante la miró fijamente por un momento, luego habló con suavidad:

-Eileen, necesito que me hagas un gran favor... mira, si no quieres tampoco te obligare...

-¡Lo que sea, mi señor! -dijo ella, mirándolo con adoración.

-Mañana se celebra una fiesta en el castillo real, claro, no estamos invitados... al fin y a cabo nada me detiene. Pero te necesitó, necesito que vengas conmigo, quiero que te acerques a cualquier alto mando y descubras todo lo que puedas sobre sus planes, o si sospechan de cualquier compañero. Sé que es una tarea peligrosa, pero confío en ti.

Eileen se tensó ante la idea, pero finalmente asintió con valentía.

-Lo haré, mi señor. Por ti, lo haré.

Dante sonrió, sintiéndose agradecido y un poco culpable por pedirle a Eileen que corriera un riesgo tan grande.

-Te daré todo lo que necesites para completar la tarea. Pero tienes que tener cuidado, Eileen. El credo es peligroso, y no puedo arriesgarme a perderte.

Eileen asintió de nuevo, con determinación.

-Entiendo, mi señor. No fallaré..

Dante la miró con orgullo y un poco de tristeza, sabiendo que estaba poniendo a su querida Eileen en peligro. Pero también sabía que no había otra opción si quería proteger a su reino y a su gente.

Entonces Dante noto que Eileen estaba nerviosa, sus piernas estaban temblando... entonces el suspiro.

Dante se acercó a Eileen con una sonrisa coqueta en su rostro.

-¿Qué te parece si hacemos un trato, Eileen? -dijo él mientras se apoyaba en la mesa frente a ella-. Tú me ayudas a infiltrarme en la guarida del credo y yo... te recompensaré por ello.

Eileen lo miró con sorpresa, sin saber qué decir.

-¿Cómo... cómo podría yo ayudarte con eso, mi señor? -preguntó tímidamente.

Dante se inclinó un poco más hacia ella, acercando su rostro al suyo.

-Oh, Eileen. Siempre tan dulce e inocente -dijo él con una sonrisa seductora-. Pero no tienes que preocuparte por eso. Yo te guiaré en todo lo que necesites hacer.

Eileen se sonrojó ante las palabras de Dante y bajó la mirada.

-¿Y... y qué recompensa tendría yo por ayudarlo, mi señor? -preguntó ella tímidamente.

Dante le tomó la mano y le acarició suavemente los dedos.

-Oh, mi dulce Eileen. La recompensa... será algo que nunca olvidarás -dijo él en voz baja y con una sonrisa seductora en su rostro-. ¿Qué me dices, Eileen? ¿Me ayudarás?

Eileen se mordió el labio, sintiendo su corazón latir fuertemente en su pecho. Finalmente, asintió con la cabeza.

-Sí, mi señor. Lo haré por usted.

Dante le dio un beso en la mano y se levantó de la mesa con una sonrisa triunfante.

-Perfecto, Eileen. Perfecto. Juntos, vamos a poner fin a los asesinatos del credo y salvar a nuestro reino.

Eileen se quedó allí, con el corazón latiendo fuertemente en su pecho, mientras miraba a Dante alejarse... su pecho latía sin parar, su respiración aumentaba cada segundo, sus pensamientos estaban nublados, y de un segundo a otro, Eileen corre y besa a Dante.

La decisión de Eileen sorprendió a Dante, quien no esperaba que ella fuera tan atrevida. Pero a pesar de ello, respondió al beso con pasión, dejándose llevar por el momento.

La intensidad del beso aumentó y Dante se dejó caer sobre la cama, atrayendo a Eileen hacia él. Sus cuerpos se encontraron y se abrazaron con fuerza, mientras sus lenguas se entrelazaban.

Dante se sintió atraído por la energía y la pasión que Eileen estaba mostrando en ese momento. Se preguntó si ella estaría haciendo esto para confiar mas en ella.... hasta que Eileen que estaba encima de Dante comienza a quitarse la ropa.

Dante se quedó sorprendido cuando Eileen comenzó a quitarse la ropa, dejando su cuerpo desnudo ante sus ojos. Se sonrojó y apartó la mirada, sintiéndose un poco incómodo con la situación. -Eileen, esto no es necesario -dijo, tratando de ser delicado.

Pero Eileen no parecía prestarle atención. Con una sonrisa seductora, se acercó a él y comenzó a desabotonar su camisa, mientras sus labios se encontraban en un beso apasionado.

-¿Puedo pedir mi premio por adelantado?

Dijo Eileen.

Dante se dejó llevar por la emoción del momento, mientras sentía la piel suave de Eileen contra su cuerpo.

Sus manos exploraron cada curva de su cuerpo, mientras ella gemía con cada caricia.

Finalmente, llegaron al clímax, y quedaron acostados en la cama, respirando con dificultad y con la piel sudorosa.

Dante se sintió un poco incómodo después del encuentro, preguntándose si había sido lo correcto.

Pero cuando miró a Eileen, vió una sonrisa en su rostro y supo que ella también había disfrutado del momento.

-Ahora, vamos a hablar de nuestro plan -dijo Dante, recuperando su compostura.

Eileen asintió, aún sonriendo, mientras comenzaban a hablar de cómo infiltrarse en la guarida del credo de asesinos.

...

..

.

Dante y Alfred llegaron al evento vestidos con trajes de gala y se encontraron con Eileen, que estaba deslumbrante con un vestido hermoso que la hacía lucir como una princesa.

Dante se sentía orgulloso de ella y de cómo había cambiado.

Ahora era una mujer decidida y segura de sí misma, y estaba lista para cumplir su papel en el plan.

El evento estaba lleno de gente importante, incluyendo a la reina y a algunos miembros del consejo real.

Dante sabía que uno de ellos era el traidor y que tenía que descubrir quién era.

Dante no pudo resistirse y se acercó a Eileen para susurrarle al oído:

-Estás hermosa, Eileen. Tu vestido te queda perfecto.

Eileen se sonrojó intensamente y bajó la mirada, sintiéndose sumisa ante las palabras de Dante.

-Gracias, mi señor. Me alegra que le guste.

Dante se dio cuenta de que Eileen seguía siendo tímida, a pesar de su transformación. Pero eso no le importaba.

-Vamos, Eileen. Es hora de comenzar nuestra misión.

Dante tomó la mano de Eileen y comenzó a caminar hacia la multitud. Alfred los seguía de cerca, manteniéndose alerta en caso de que algo saliera mal.

Después de caminar por un rato, Dante divisó al consejero real, Lord Marlon, hablando con uno de los nobles más influyentes del reino. Dante susurró a Eileen y Alfred que lo siguieran mientras se acercaban a ellos.

Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, Dante escuchó parte de la conversación. Lord Marlon estaba hablando sobre el plan de ataque del credo, y parecía estar coordinando las acciones del grupo de sabotaje dentro del palacio.

Dante se sintió lleno de ira y asco ante la traición de uno de los miembros del consejo real. Pero no podía hacer nada en ese momento sin pruebas.

-Eileen, necesito que me hagas un favor -dijo Dante, mientras se alejaba del grupo y se acercaba a ella-. Necesito que te acerques a Lord Marlon y trates de sacar información de él. Necesito saber más sobre el plan de ataque del credo.

Eileen asintió con determinación, sabiendo que tenía que hacer todo lo posible para ayudar a su amado. Se acercó a Lord Marlon, coqueteando con él y tratando de hacerlo hablar sobre el plan del credo.

Dante vio a un guardia hablar con Lord Marlon y luego salir de la sala. Se acercó a Alfred y le susurró al oído:

-Alfred, necesito que sigas a ese guardia. Puede ser nuestro boleto para descubrir quién es el traidor.

Alfred asintió y se alejó discretamente en dirección al guardia, Dante continuó caminando por la sala, tratando de encontrar más pistas.

Eileen se acercó a Lord Marlon, quien era un hombre mayor, calvo y con muy pocos dientes. Se dio cuenta de que coquetear con él no sería fácil, pero estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para obtener la información que Dante necesitaba.

Mientras tanto, Eileen seguía coqueteando con Lord Marlon, tratando de obtener información. Pero el consejero parecía ser muy astuto, y no revelaba nada importante.

Comenzó a hablar con él, preguntándole sobre su vida y sus intereses.

Eileen se esforzó por encontrar temas que pudieran atraer la atención de Lord Marlon, pero descubrió que era un hombre bastante aburrido y predecible.

-Oh, mi querida Eileen, eres tan hermosa -dijo Lord Marlon, mirándola con ojos lascivos.

Eileen se sintió incómoda con el comentario y trató de mantener una sonrisa amable en su rostro.

-Muchas gracias, Lord Marlon. Pero, por favor, hablemos de otro tema. Me gustaría saber más sobre su trabajo en el consejo -respondió ella, tratando de desviar la conversación.

-Oh, mi trabajo es bastante aburrido, querida. Pero me encanta tener a una mujer hermosa como tú cerca de mí -insistió Lord Marlon, acercándose un poco más a ella.

Eileen retrocedió un poco, sintiéndose incómoda con la situación.

-Entiendo, pero me gustaría centrarme en el trabajo del consejo en este momento -dijo ella, tratando de alejarse de sus manos.

Eileen siguió coqueteando con Lord Marlon, haciéndole preguntas sobre su trabajo y sus compañeros. Finalmente, Lord Marlon dijo algo que llamó la atención de Eileen.

-Sí, hay uno nuevo en el equipo. Siempre está tomando días libres y no es muy confiable. Siempre me hace esperar para recibir su informe.

Eileen se sorprendió al escuchar eso. Esto podría ser la clave para encontrar al traidor. Se acercó más al lord y le preguntó:

-¿Cómo se llama este nuevo miembro?

-Creo que se llama Samuel. No sé mucho sobre él, pero he escuchado que a veces va a un bar llamado "El águila solitaria" después del trabajo. Quizás puedas encontrarlo allí.

Dijo Lord Marlon, sin darse cuenta de que estaba dando información valiosa.

Eileen se alegró de escuchar esto y agradeció internamente su suerte. Ahora sabía que había alguien en del consejo que no era confiable y podría ser el traidor que estaban buscando.

-Gracias por la información, mi lord. Ha sido muy amable conmigo -dijo Eileen con una sonrisa.

Lord Marlon se mostró encantado por el halago.

Eileen se alejó del anciano, buscando a Dante para darle la información que acababa de obtener.

Salió corriendo de la habitación del Lord y se encontró con Dante esperando ansiosamente.

-¡Dante! -dijo Eileen con respiración agitada-. ¡Lo encontré! El nuevo miembro del credo, siempre está tomando días libres. Se llama Samuel y al parecer, es cliente frecuente del bar "El águila solitaria".

Dante asintió, sabiendo que habían dado un paso importante en su misión, a los segundos vio a Lord Marlon salir de la sala y seguir al guardia que había hablado con anterioridad.

-Espera un minuto Eileen, ya vuelvo, espérame afuera del castillo.

-Esta... bien.

Dante decidió seguir a ambos, y rápidamente salió de la sala en dirección al pasillo donde los había visto pasar.

Cuando llegó al final del pasillo, vio a Lord Marlon y al guardia entrar en una habitación vacía. Dante se acercó lentamente, tratando de no hacer ruido.

Desde afuera de la puerta, pudo escuchar la conversación entre ambos.

-¿Estás seguro de que nadie nos ha seguido? -preguntó Lord Marlon.

-Sí, estoy seguro. No vi a nadie detrás de nosotros -respondió el guardia.

-Excelente. Ahora, dime, ¿has logrado contactar a los líderes del credo?

-Sí, mi señor. Me reuní con ellos la semana pasada, como me lo habías ordenado.

-¿Y qué dijeron? ¿Están listos para atacar al reino?

-Sí, están listos. Pero necesitan más armas y suministros.

-Entonces, debemos asegurarnos de que reciban lo que necesitan. Ya sabes qué hacer, ¿verdad?

-Sí, mi señor. La próxima semana, me reuniré con ellos nuevamente en el bosque del norte para entregarles los suministros.

Dante escuchó suficiente.

Entró en la habitación con una expresión completamente seria, pero a la vez furioso, su daga escondida en su bolsillo, y listo para enfrentar lo que viniera.

Lord Marlon y el guardia se sorprendieron al ver al muchacho allí, ya que no lo conocían y no esperaban que alguien interrumpiera su conversación.

-¿Quién eres tú y cómo te atreves a interrumpirnos así? -preguntó Lord Marlon con una expresión de furia en su rostro.

Dante no respondió de inmediato, sino que se acercó lentamente hacia ellos, manteniendo la mirada fija en Lord Marlon.

-¿Por qué están haciendo esto? ¿Por qué están ayudando a esos bastardos? -preguntó finalmente Dante.

Lord Marlon soltó una risa burlona y dijo con una cara de avaricia: -Por el poder y el dinero, joven. El reino está podrido y es hora de que alguien lo cambie. Los líderes del credo nos pagarán una gran suma de dinero por los suministros que les entregamos y eso es suficiente para justificar nuestras acciones.

Dante no se dejó impresionar por las palabras del hombre.

-¿Todo por poder...? ¿Dinero? no permitiré que sigan haciendo esto. Haré todo lo que esté en mi poder para detenerlos -dijo Dante, apretando con fuerza la daga en su mano.

El guardia que estaba allí, al ver la determinación en los ojos del muchacho, decidió rendirse sin luchar y aceptar su derrota.

Lord Marlon, por otro lado, no estaba dispuesto a dejar que alguien arruinara sus planes. Sacó una espada de su cinturón y se preparó para atacar a Dante.

Pero el muchacho fue más rápido y hábil con su daga. Logró esquivar los golpes del hombre y, en un rápido movimiento, le clavó la daga en el hombro, lo que hizo que Lord Marlon cayera al suelo, gritando de dolor.

Dante miró con ojos de furia a Lord Marlon, que estaba retorciéndose en el suelo, gritando de dolor por la herida en su hombro. El muchacho se acercó a él y lo tomó por el cuello, levantándolo del suelo.

-Eres peor que una escoria -le dijo Dante con voz firme y decidida-. Has conspirado para atacar al reino y has puesto en peligro la vida de muchos inocentes.

Lord Marlon intentó hablar, pero el dolor le impedía articular palabras.

No mereces vivir -continuó Dante con una mirada de desprecio.

Sin decir una palabra más, Dante se abalanzó sobre Lord Marlon y, con un fuerte movimiento, le cortó la cabeza con su daga. La cabeza rodó por el suelo, mientras el cuerpo de Lord Marlon se retorcía en espasmos de dolor.

El guardia restante, que había presenciado toda la escena, se orinó en los pantalones del miedo y cayó inconsciente al suelo. Dante miró al guardia y luego a la cabeza de Lord Marlon con una mirada fría y calculadora.

Dante se sentó en una silla y se quedó pensando en todo lo que acababa de suceder.

-Ah, odio este maldito juego-. dijo Dante, tenía que actuar con rapidez.

[¡Hola querido Dante...! ¡Espera! ¿¡Porque hay una cabeza en el suelo!?]

Dante suspiró, ya que el Sistema solía aparecer en su mente cuando menos lo esperaba.

-Oh, nada importante. Solo un poco de limpieza -respondió con sarcasmo.

[Oh, ya veo -respondió el Sistema- Deberías tener más cuidado con tus acciones, Dante. Recuerda que el objetivo de este "juego" es completar tu misión de final feliz, no causar caos y destrucción por todas partes]

-Déjame en paz -dijo Dante, frunciendo el ceño- Solo estoy haciendo lo que tengo que hacer para completar la misión.

El Sistema suspiró.

[Tengo nombre, ¿sabes? está bien, Dante. Pero recuerda, las consecuencias de tus acciones pueden afectar tu progreso en el "juego". Ten cuidado]

Tomó la cabeza de Lord Marlon y la envolvió en un pañuelo que había traído consigo.

Luego, tomó la daga manchada de sangre y la limpió con el pañuelo antes de guardarlo en su funda.

Dante no podía quedarse en la habitación por mucho tiempo, así que salió de allí rápidamente.

Salió de la habitación, dejando atrás la cabeza de Lord Marlon y el guardia inconsciente.

-¡Ella aparece cuando quiere! -murmuró Dante mientras caminaba por el pasillo- Nunca puedo tener un momento de paz contigo.

El Sistema rió en su mente.

[Lo siento, Dante.... ¡mira mocoso! ¡solo trato de ayudarte en lo que puedo! ¡Ademas tu reserva de mana es muy poca! por ese motivo no puedo estar siempre para ti....]

Dante suspiró, sabiendo que el Sistema tenía razón.

-Está bien, lo sé. Solo necesito terminar esta misión y salir de este lugar cuanto antes.

Corri por los pasillos del castillo hasta que llegó a la puerta principal.

Al salir, se encontró con un grupo de guardias que lo estaban esperando.

Dante no podía pelear contra todos ellos, así que decidió que lo mejor era actuar con astucia.

-¡Alto ahí! -le gritó uno de los guardias.

-Soy un mensajero. Me enviaron a traer un mensaje urgente para el señor Marlon -respondió Dante con voz firme.

Si se dan cuenta que no fui invitado a la fiesta, y asesine al lord... ejecutaran a toda mi familia, por muy buena que sea la reina, la presión no la dejara.

-¿Un mensaje urgente? -dijo el guardia con tono desconfiado-. ¿Por qué no te vienes con nosotros y lo entregas al señor Marlon personalmente?

Dante no podía permitir que lo descubrieran, así que decidió que era hora de actuar.

Sin decir una palabra, Dante sacó su daga y se abalanzó sobre los guardias. Logró esquivar sus golpes y, con movimientos rápidos y precisos, logró incapacitar a varios de ellos.

Dante salió del castillo y se dirigió al lugar donde había dejado a Eileen. Ella estaba esperándolo pacientemente.

-¿Qué sucedió dentro del castillo? -preguntó Eileen, notando la mirada seria de Dante.

-Lord Marlon está muerto, lo maté yo mismo.

Eileen abrió los ojos sorprendida.

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué sucedió?

-Escuché su conversación con uno de sus guardias. Estaban planeando un ataque al reino. Me reuní con ellos para descubrir qué estaba sucediendo. Y ahora, Lord Marlon no es más una amenaza.

Eileen asintió en silencio, entendiendo la importancia de lo que había hecho Dante.

-¿Y Alfred? -preguntó Eileen.

En ese momento, Dante notó a alguien acercándose, era Alfred.

-Hola Dante, Eileen -saludó Alfred-. ¿Cómo les fue en el castillo?

-Bueno, Lord Marlon ya no es un problema -respondió Dante con una sonrisa.

-¡Eso es genial! -exclamó Alfred, aliviado-. ¿Y cómo estuvo tu trabajo, Dante?

-Oh, nada del otro mundo. Solo tuve que exterminar una cucaracha molesta -respondió Dante, riendo.

Eileen frunció el ceño, no sabía si Dante estaba bromeando o hablando en serio.

-¿Una cucaracha? -preguntó Alfred, confundido encogiéndose de hombros-. Pero dejando eso de lado, he encontrado algo útil para nuestra misión, encontré algunos documentos importantes en el castillo. Creo que nos serán de mucha ayuda -respondió Alfred, sacando unos pergaminos de su bolsa-. Pero antes de hablar de eso, ¿qué tal si nos vamos a otro lugar? No me gusta hablar de cosas importantes en la calle.

Dante y Eileen asintieron, y los tres se pusieron en marcha hacia un lugar más privado donde pudieran hablar con tranquilidad sobre los documentos que Alfred había encontrado. Pero Dante no pudo evitar seguir bromeando sobre la "cucaracha" mientras caminaban, haciendo que Eileen y Alfred rieran y se relajaran un poco después de lo que acababa de suceder en el castillo.

-Mi señor. Entonces, ¿cómo planeas encontrar al traidor? -preguntó Alfred, preocupado.

Dante frunció el ceño, pensativo. Sabía que tendría que ser astuto y actuar rápido si quería atrapar al traidor.

-Iré al bar donde trabaja el nuevo miembro del credo. Espero encontrar allí al traidor y sacarle información.

Alfred asintió, comprendiendo el plan. Pero no podía evitar sentirse nervioso por la seguridad de Dante.

-¿Quieres que te acompañe, mi señor?

-No, Alfred. Seré más efectivo si voy solo. Tú quédate aquí y asegúrate de que todo esté en orden.

Alfred asintió, y Dante salió de la habitación.

Dante salió del castillo, en dirección al bar al que el Lord Marlon había mencionado. Estaba decidido a encontrar al nuevo miembro del credo y obtener más información sobre sus planes.

Pero para entonces Dante cambio su cara con una mascara, ahora tiene cabello color rubio y unos ojos color amarillo.

-Bien ahora nadie sabrá que soy Dante Bearelf.

El bar estaba ubicado en una zona poco transitada de la ciudad, lo que lo hacía el lugar perfecto para reunirse en secreto. Dante se aseguró de llevar su espada y su daga, ya que no sabía qué tipo de peligro podía enfrentar allí.

Antes de entrar al bar, se arreglo un poco, observó cuidadosamente a su alrededor. Había poca luz y el ambiente era tenso. Había un grupo de hombres sentados en una mesa en la esquina, y Dante sospechó que podrían ser miembros del credo. Se acercó a ellos con cautela, tratando de no llamar demasiado la atención.

-Disculpen, estoy buscando a alguien -dijo Dante, intentando sonar casual.

Los hombres se volvieron a mirarlo, y Dante pudo ver en sus rostros una mezcla de desconfianza y curiosidad.

-¿Y quién eres tú? -preguntó uno de los hombres, con una voz ronca y amenazadora.

-Mi nombre es Javi, y estoy buscando a alguien... -respondió él.

Los hombres intercambiaron miradas y luego uno de ellos señaló hacia el fondo del bar.

-Ese tipo está en la esquina, supongo que es al que tu buscas... pero ten cuidado, no le gusta que lo molesten -dijo el hombre, advirtiéndolo.

Dante agradeció la información y se dirigió hacia la esquina del bar. Allí encontró a un hombre sentado solo, con una capucha que ocultaba su rostro.

En realidad son dos, uno esta sentado en la barra, observando minuciosamente.

-¿Eres el nuevo miembro del credo? -preguntó Dante directamente.

El hombre pareció sorprendido por la pregunta, pero luego asintió con la cabeza.

-Sí, soy yo. ¿Y quién eres tú? -preguntó el hombre, con voz desafiante.

-Javi. Y vine aquí porque necesito información sobre los planes del credo -respondió Dante, manteniendo la calma.

El hombre lo miró fijamente por un momento y luego dijo:

-No sé de qué estás hablando.

Dante sabía que el hombre estaba mintiendo, y decidió que tenía que sacar la información de él de alguna manera.

Ah, de alguna manera ya estoy cansado de todo... hay dos personas encapuchadas, no me queda de otra... ah... que agotador...

Dante se acercó al hombre en la barra, un hombre joven y nervioso que parecía estar esperando a alguien. Dante lo agarró de la capucha y lo miró fijamente a los ojos, emanando un aura amenazadora que hizo que el hombre temblara.

-¿Eres tú el traidor? -dijo Dante con una voz fría y peligrosa.

El hombre tartamudeó y trató de negarlo, pero Dante no lo creyó.

-No me mientas.... no estoy jugando a tu jueguito, ahora, vas a decirme todo sobre el plan del credo, ¿me escuchaste? corderito.

Dante apretó la capucha del hombre con más fuerza, haciendo que su cabeza cayera hacia atrás. El hombre intentó resistirse, pero Dante era mucho más fuerte que él.

-¡Habla! -exigió Dante con una voz aún más amenazadora.

Dante mantuvo su mano firmemente en la capucha del hombre, exigiendo que le explicara el plan del Credo. El hombre parecía asustado y temblaba bajo la presión de Dante.

-El plan es vender una droga en todo el reino. Esta droga hará que los que la consuman muten a criaturas grotescas, y luego el Credo podrá tomar el control del reino, hemos estado trabajando en esta droga durante años y finalmente está lista para ser distribuida.-explicó el hombre tembloroso.

Dante se estremeció al escuchar esto. Sabía que si permitía que el Credo siguiera adelante con su plan, el reino estaría en grave peligro... todo el reino seria destruido.

-¿Dónde se encuentra el Credo? ¿Cuál es su ubicación?

Preguntó Dante con voz firme.

El encapuchado, temiendo por su vida, finalmente cedió.

-Está en una antigua fortaleza en las montañas al norte del reino. Hay un camino oculto que conduce a ella desde el bosque. Pero ten cuidado, la fortaleza está muy bien protegida.

Dante frunció el ceño con furia. Sabía que debía actuar rápido para detener este plan. Miró fijamente al hombre y habló con voz fría y cortante.

-Te agradezco la información. Pero esto es todo lo que necesitaba saber.

Dante sacó un cuchillo de su cinturón y lo clavó en el corazón del hombre, sin que nadie se diera cuenta. Luego, rápidamente se acercó al segundo encapuchado y lo mató de la misma manera.

Luego, se alejó de él y se dirigió hacia la salida del bar.

Momento y respiró profundamente. Estaba cansado de todo el problema y la tensión que había enfrentado, pero al menos ahora sabía lo que tenía que hacer para proteger a su gente y frustrar los planes del credo.

-Me pregunto como estará Sarah... ahora necesito un descanso... aun hay tiempo para eliminar todo el credo, cuanto antes... mejor.

...

..

.

Dante se puso un traje negro azabache, con una capucha roja carmesí, que le daba un aspecto imponente y decidido. Se miró en el espejo y suspiró: ¿Cómo pasé de tener una vida tranquila en Japón a arriesgar mi vida por mi nueva familia?

Dante se preguntó a sí mismo, mientras se ajustaba la corbata.

El pasado nunca lo dejó ir por completo. Ahora, estaba arriesgando su vida para proteger a su familia de un peligroso grupo de criminales.

-Siempre hay algo que nos arrastra de vuelta al pasado-. susurró Dante, mientras salía de la habitación y se dirigía a la guarida del credo.

Mientras avanzaba por las calles oscuras y vacías, mi corazón latía con fuerza. Sabía que estaba arriesgando mi vida al ir solo a la guarida del credo, pero no tenía elección.

Tenía que detener su plan y asegurarme de que nunca más podrían hacer daño a mi familia o a nadie más.

Vestido con un traje negro azabache, me movía con sigilo y rapidez, tratando de evitar ser detectado.

La noche era fría y silenciosa, y me sentía más solo que nunca en mi misión.

Dante se concentró en sus habilidades mágicas oscuras, sabiendo que eran una herramienta vital para su misión. Cerró los ojos y comenzó a recitar una serie de palabras antiguas, permitiendo que la magia fluyera a través de su cuerpo.

La magia oscura era un arte peligroso y poderoso, y Dante era uno de los pocos que lo dominaba. Con ella, podía manipular sombras y oscuridad, creando ilusiones y desorientando a sus enemigos. También podía convocar a criaturas demoníacas y controlarlas para que lucharan a su lado.

Además, Dante había aprendido a crear portales oscuros, que le permitían viajar a través del espacio y del tiempo en cuestión de segundos. Sabía que esto sería útil en caso de que necesitara escapar rápidamente.

Pero la habilidad más peligrosa de Dante era su capacidad para manipular la energía oscura dentro de su propio cuerpo. Podía canalizarla en su espada, aumentando su fuerza y su capacidad de causar daño. Pero también sabía que usar demasiada magia oscura podía ser peligroso para su salud y para su cordura.

A medida que me acercaba a la guarida del credo, mi mente se llenaba de pensamientos oscuros y siniestros.

-Tendré que lidiar con miembros peligrosos y despiadados del credo, necesitó actuar rápido y con decisión para poner fin.

Me dirigí hacia la ubicación que había obtenido del encapuchado y llegue a un lugar abandonado en las afueras de la ciudad, La puerta era grande y pesada, y estaba protegida por un par de guardias armados.

Me acerqué con cautela, tratando de parecer confiado y seguro de mí mismo.

-¡Hey bro!

-¿Qué quieres? -preguntó uno de los guardias, mientras me miraba de arriba abajo.

-Busco hablar con su líder -respondí con voz firme, mientras sacaba una tarjeta de mi bolsillo y se la mostraba.

Los guardias me observaron con sospecha.

De repente, los guardias se tensaron y agarraron sus armas con más fuerza, listos para atacar. Pero antes de que pudieran hacer algo, saqué mi espada y los corté en un solo movimiento, sin hacer ningún ruido. Sus cuerpos cayeron al suelo sin vida.

Respiré hondo y entré en la guarida. El lugar estaba oscuro y silencioso, y podía sentir la tensión en el aire. Caminé por los pasillos, buscando cualquier indicio de actividad o presencia del credo.

De repente, escuché pasos acercándose. Me escondí detrás de una pared y esperé. Pronto, dos hombres armados pasaron a mi lado, hablando en voz baja. Los seguí con cautela, tratando de no hacer ningún ruido.

Llegamos a una puerta grande y pesada. Los hombres la abrieron y entraron. Esperé unos segundos y luego entré sigilosamente.

Allí, encontré una gran cantidad de miembros del credo reunidos en un círculo, hablando en voz baja. Entre ellos estaba el líder del credo, un hombre alto y delgado con una capucha negra que ocultaba su rostro.

Me acerqué lentamente, tratando de no llamar la atención. Cuando estaba lo suficientemente cerca, saqué mi espada y la apunté hacia el líder del credo.

Y así cumplí una de mis escenas soñadas, fufu~.

-Dejen sus armas y ríndanse -dije en voz baja pero firme, sin desviar la mirada.

Una enorme emoción hizo cosquilleo en todo mi cuerpo, y gracia a eso estaba terriblemente sonrojado.

-P... puedes matarnos, pero nunca detendrás nuestro plan -dijo el líder del credo con voz fría y desafiante. Y a su vez penso: ¿porque... esta sonriendo...? que rarito...

-Sé que su plan es vender una droga que mutará a las personas en criaturas grotescas -respondí con voz firme-. Pero no voy a permitir que eso suceda. Y ahora, me dirás dónde se encuentra la ubicación del todo el credo.

Los distintos guardias del credo estaban asombrados por semejante amenaza monótona, una amenaza que no emanaba ningún miedo, y a los segundos todos comenzaron a reír.

-Gyajajajaja, ¡¿eso era una amenaza?! gyajajajaja.

El líder del credo río burlonamente.

-Lo siento, Dante. No te lo diré.

-Mm... con que es así eh...

Sin pensarlo dos veces, le corté la cabeza. Los miembros del credo se quedaron en shock, sin saber qué hacer.

Dante no podía soportar la risa de los miembros del credo. No podía soportar que se burlaran de él y lo subestimaran. Así que, sin pensarlo dos veces, comenzó su purga.

No tuvieron tiempo de reaccionar antes de que Dante los atacara con una fuerza sobrenatural. Sus habilidades mágicas oscuras le daban una ventaja abrumadora en la batalla. Cortó, rebanó y destrozó a sus enemigos con una precisión mortal, sin mostrar piedad ni compasión.

Dante se movía con rapidez y habilidad, cortando sin cesar. La sangre salpicaba en todas direcciones, y los gritos de agonía llenaban el lugar.

-¡Yo solo quería asesinar a su líder! ¡Ahora como extra todos ustedes morirán!

Dante no mostraba ningún tipo de emoción. Era como si estuviera poseído por la ira y la vergüenza. Su espada cortaba y cortaba, sin detenerse ni un segundo.

Finalmente, después de varios minutos de lucha, todos los miembros del credo yacían en el suelo, sin vida. Dante se quedó allí, sentado en la pila de cadáveres, respirando agitadamente.

No se arrepentía de lo que había hecho.

Se limpió la sangre de su espada, hasta que uno de los miembros salía del baño, riendo por una anécdota que le ocurrió, camino hacia Dante sin saber que todo sus compañeros yacían muertos, y esa risa le hizo perder el control, Dante decidió usar una de sus habilidades más peligrosas: la de hacer explotar todo lo que estuviera a su alrededor.

Se concentró en su energía oscura y la canalizó en la habitación. El miembros del credo trato de huir, pero ya era demasiado tarde. Una gran explosión sacudió el lugar, y el sonido fue ensordecedor. El fuego y la oscuridad envolvieron todo el lugar, haciendo que el suelo temblara y las paredes se derrumbaran.

Dante salió de la guarida del credo, sin mirar atrás. Sabía que su misión estaba cumplida, pero también era consciente de que había usado una habilidad muy peligrosa. Por un momento, se detuvo y miró hacia el horizonte, pensando en su vida en Japón y en cómo había llegado a arriesgar todo por su nueva familia.

-Necesito un descanso, me pregunto como estará Sarah, será mejor averiguar que le paso a Sarah.

Pasaron varios días desde los sucedido, y la misión Bearelf fue ejecutada con un éxito... bueno... dejando de lado la enorme explosión...

El padre de Dante, Arnold, se encontraba en el palacio real hablando con la reina Elizabeth. Ella estaba impresionada por la noticia de que el credo había sido destruido y le preguntó a Arnold cómo lo había logrado.

Arnold suspiró y respondió con voz grave:

-Mi hijo Dante hizo el trabajo. Él se infiltró en la guarida del credo y los eliminó a todos, incluyendo al líder y sus secuaces.

La reina se sorprendió y preguntó- ¿Cómo es que un solo hombre pudo lograr tal hazaña? Y tu decías que era un niño inocente... fufu~

Arnold sonrió y explicó- Dante es un hombre excepcional, me di cuenta cuando rescato a Sarah de los bandidos, el tiene habilidades mágicas que lo hacen prácticamente invencible en la batalla. Además, es un estratega brillante y sabe cómo lidiar con situaciones peligrosas, y como padre me siento orgulloso de mi hijo, retiro lo dicho anteriormente de ser un padre que teme por el bienestar de su hijo...

La reina asintió impresionada y preguntó- ¿Qué hay de los daños colaterales? ¿Hubo alguna víctima inocente?

Arnold negó con la cabeza y respondió- No, mi hijo es un hombre justo. Se aseguró de que solo los miembros del credo fueran eliminados. No hubo víctimas inocentes.

...

..

.

Mientras tanto, Dante no podía dejar de preocuparse por su hija adoptiva, Sarah. Después de todo lo sucedido, él había estado tan concentrado en la misión que había descuidado su hogar y su familia. Pero ahora que había cumplido su objetivo, tenía tiempo para centrarse en el extraño crecimiento de Sarah.

Decidió hacer algunas investigaciones por su cuenta. Buscó información en libros de magia antigua y preguntó a otros magos si habían oído hablar de alguna magia relacionada con el crecimiento rápido. Pero nadie parecía tener una respuesta clara.

Finalmente, decidió hablar con Sarah directamente. Le preguntó si ella sabía algo sobre lo que estaba sucediendo con su cuerpo, y si había notado algún cambio en su estado de ánimo o en su energía.

Para su sorpresa, Sarah parecía completamente ajena a lo que estaba sucediendo. No parecía darse cuenta de su propio crecimiento, y no había notado nada extraño en su cuerpo o en su mente.

Dante se sintió aliviado al principio, pero también preocupado. ¿Cómo podía Sarah estar creciendo tan rápido sin siquiera darse cuenta? ¿Qué tipo de magia estaba involucrada en todo esto...?

Y cuando llegue a la habitación de mi padre junto con Sarah.

Espere a que me contara lo ocurrido, pero lamentablemente no fue así.

Lo único que me dijo fue, "Lo siento Hijo, pero en verdad no sé nada de una magia tipo crecimiento rápido".

Aunque fuera tal caso.

Siento que Sarah no es humana si no un tipo de demonio con alguna clase de dicha magia.

Porque lógicamente los humanos no crecen de forma abismal.

A sí que, lo que más tiene sentido es mi teoría.

Pero no pierdo nada en ver si es cierta.

Poco después fui donde Alfred con el mismo motivo, y al parecer tampoco sabe.

¿Cómo diablos encontrare lo que necesito?

Porque si ninguno de ellos sabe nada.

Peor Eileen, lamentablemente en las novelas ligeras que he leído sobre el género "Isekai", no recuerdo ningún acontecimiento parecido al mío.

¿Acaso tengo que preguntarle a Shenlong? Nah.

Pero si nadie sabe nada, tendré que investigar en la Universidad, si es así.

Estoy al 100% seguro que encontrare lo que necesito.

Si, tendré que ir a la.... Uni... ver...

-Sidad...... ¿Eh?

No es por nada.

Pero siento que algo no cuadra.

Algo andaba muy mal en lo profundo de mi memoria.

Cuando mencione la Universidad.

Es como, si estuviera viviendo los tiempos de antes.

Donde me despertaba tarde para ir al colegio.

Siento que se volvió a repetir.

Pero, ¿cuándo comenzaban las clases?

¿Cuándo reencarne? ¿Hace 5 semanas? ¿Hoy?

-Dante-Sama, disculpe mi pregunta, pero...

Alfred se me acerco mientras divulgaba en mis pensamientos, lo volteo a ver.

-¿Qué... sucede Alfred?

El agacho la cabeza, la levanta y se toca la nuca mientras ve al reloj de la pared.

-¿Hoy no empezaba la ceremonia?

-¿Eh?

-¿Qué es ceremonia papa?

-Je... je-je – La piel de Dante se tornó Pálida, puso su mano en su cara, y murmuro algo.

–¿es broma, cierto? ¡¿Es una maldita broma, cierto?! ¡Tenía la razón, se está volviendo a repetir! ¡Esto es un Deja-vu! ¡¡Deja-vu!!

En lo más profundo de su corazón ya sabía que hoy era la ceremonia de la prestigiosa Universidad Bacti.

Donde nobles de la clase alta-media y plebeyos estudian.

Alguien como Dante Bearelf.

Un miembro de una gran Familia cuyo trabajo es un secreto, pudo olvidar.

Mientras el entraba en pánico.

Hizo lo que pudo al cambiarse.

Corre lo más rápido que puede para no llegar tarde en su primer día de clases.

Sin preocuparse de su imagen.

La casa Bearelf queda a unos 40 minutos en carruaje, y a pie serian una hora, por suerte la resistencia de Dante es muy alta, no tendré que preocuparme más que correr y esperar a no llegar tan tarde. O si no sería un gran problema en faltar mi primer día. Pero estoy más nervioso en conocer a mis compañeros de clases que llegar tarde, estoy completamente ansioso en llegar cuanto antes sea posible... esto es, ¿felicidad? Entiendo... no pude asistir mucho a una escuela, desde el incidente de la familia tuve que independizarme a mi corta edad, no me daba tiempo a nada más que trabajar para mantener a Hanae.... No sé cómo explicarlo más profundamente, pero cada vez que hablo de eso, siento nudos en mi garganta... siento como me quita las palabras mientras me aprieta fuertemente.

Pasado media hora.

Cansado y todavía con pánico se detiene para descansar en medio de la carretera.

Tiempo después se acerca un carruaje Diligencia.

Un vehículo pesado tirado por cuatro caballos.

Incrustada el emblema de una familia reconocida, color blanco perla y adornos de oro.

Portando maletas en el techo.

El carruaje se detiene.

Una pequeña voz débil que proviene dentro se escuchó.

El chofer en respuesta asiente con un "Si".

-Er... Disculpe JOVEN, la dama Elizabeth de la familia Brastine con su generosidad me ordeno que me detenga PARA ayudarle.

El chofer, con un tono pesado hacia Dante.

Señalo para que se suba al carruaje.

Lo ve de pies a cabeza.

Y la primera impresión que vio al ver al Joven cansado, sudado, y con el pelo desarreglado fue; Disgusto.

Esto a Dante, no le importo del todo.

Pero acepto a subirse al carruaje para no ofender la generosidad que le ofreció tal dama.

Al entrar al carruaje, lo primero que ve es a dos muchachas, y los segundo es que una estaba sentada en una silla personalizada... me sorprende lo grande que es por dentro, ¿será una especie de magia...?

Una de ellas tenía el cabello largo color rubio con ojos morado uva y la otra chica tenía el cabello corto y ojos rosa.

Ellas vestían el uniforme de la Universidad.

La belleza de esas dos mujeres, era tan grande, que mataría a cualquier hombre.

Pero para Dante, se había acostumbrado en ver la belleza de Eileen.

Y esa belleza llego a tomarlo algo normal en este mundo.

Por otro lado, él no sabía que encantaría a esas dos mujeres.

En los ojos de esas chicas, ven a un joven con su camisa transparente por el sudor.

Mostrando su abdomen formado.

Su pelo plata desarreglado.

Sus encantadores ojos carmesí que emanaban excitación a cualquiera que lo viera.

¿Por qué me están viendo fijamente? ¡¿Sera que fue de mala educación presentarme sin el uniforme completo?! ¡Si es ese el caso, me pondré la chaqueta y arreglare mi cabello!

Dante malinterpreta sus reacciones por irrespeto.

Antes de subir se detiene un segundo y detrás del carruaje se arregla su uniforme.

Se limpia el sudor y arregla su cabello.

Estando completamente arreglado.

Al terminar.

Se sube al carruaje y se sienta en el asiento delante de ellas.

Expresando una gran sonrisa él se presenta.

¡Wuaah!

¡Son realmente bellas!

Si ellas estuvieran en Japón serian perfectamente como las Idols inalcanzable.

¿Todas las chicas de este juego son jodidamente hermosas?

¿Este sería el paraíso de todo hombre?

Ósea, Eileen es muy hermosa y me acostumbré al sentido de la belleza de este juego.

Y me cuesta admitirlo, pero, estuve feliz al perder mi virginidad con una chica súper linda.

En mi vida anterior no pude conocer a muchas chicas.

Y si no conocí a muchas chicas claramente nuca tuve una novia.

Jamás experimente lo de tener una pareja que sale constantemente a citas.

hacer cosas privadas juntos, etc...

Siempre era muy sobreexplotado, hasta llegar al punto de golpear a mi jefe.

Y aunque tuviera tiempo libre, nunca salía a tomar con mis compañeros o a citas a ciegas, no soy de ese estilo de personas...

Soy el promedio de lo ordinario.

No hay nada en lo que sea bueno, ni nada en lo que sea malo.

Porque no podía desperdiciarlo ni un poco.

Necesitaba usar ese tiempo libre lo más eficiente mente posible para mi hermana.

-¡Gracias por ayudarme! ¡Mi nombre es Dante Bearelf, de la casa Bearelf!

-Oh, no te preocupes. Y el gusto es de nosotras por ¡mostrarnos semejante belleza!

Ella desvía la mirada con brillos en sus ojos sonrojada, mientras murmuraba algo que no escuchaba.

Ella prosigue con su presentación.

-Me llamo Sofía Brastine, de la casa noble Brastine.

Al terminar, nuevamente desvía su mirada hacia el paisaje de la ventana del carruaje.

-¡Ejem! Mucho gusto Dante de la casa Bearelf, soy Lira Hound, de la casa baronet Hound, soy la amiga de la infancia de Sofía.

Las presentaciones termino.

Yo estaba siempre con una sonrisa en mi rostro cuando hablábamos, sin falta de preocupaciones.

Pasado el tiempo, las chicas me bombardearon de preguntas, como

"¿Cuál es tu comida favorita?"

"¿Cuántos años tienes?"

"¿Qué te gusta hacer?"

"¿Tienes novia?"

No tuve más remedio que satisfacerlas.

Porque en todo caso ellas me ahorraron el camino a la universidad.

Y poco después, me preguntaron si mi familia era del sur, si era una clase de noble, porque no conocían la casa Bearelf.

Claro, no podía decirles de la casa y que era un miembro de la familia más peligrosa de este mundo.

Haciendo exclusivamente trabajos sucios del imperio.

Mi familia está catalogada como secreto nacional.

Ni la misma propia iglesia sabe de esto.

Y si se dan cuenta, mi mayor preocupación seria Sarah, porque si resulta ser una Demonio.

La Iglesia no dudara en dar orden a algún miembro de los 12 ángeles celestiales.

Para así "purificar" el pueblo a mandato de mi padre.

En las memorias de Dante, están los 12 Ángeles celestiales.

Conozco unos pocos, pero son seres cuyo poder es "cataclismo".

Me sorprende, pero este juego de mierda tenga ángeles...

Abaddon, Arcangel, Azazel, Azrael, Barachiel, Cassiel.

Cada Ángel tiene su Dominio.

Pero solo se de algunos, Abaddon: es Destrucción.

Barachiel: Bendiciones.

Azrael: es muerte/venganza.

Si... esos hijos de putas metieron Ángeles de religión cristiana en este juego...

También si no fuera poco los 7 pecados capitales.

Soberbia, Avaricia, Lujuria, Ira, Gula, Envidia y pereza.

Son pecados que tienen cuerpo.

Su mana compite con los ángeles.

Por el momento los pecados capitales están sin mandato.

Por lo cual están libres, deambulando por el mundo de este juego.

Cielos... solo pido, que no me den ningún problema de más.

Solo quiero evitar la Death Flag, conseguir una esposa.

Vivir en una casa alejada de la sociedad, con mi granjita, mis vaquitas, mis cerditos. Etc...

...

..

.

Ya habíamos llegado.

como era de esperarse, la Universidad Bacti es gigantesca, era como de un castillo se tratase.

-Señorita Sofía, señorita Lira, muchas gracias por la ayuda. –Me despido con una sonrisa.

Con que hay muchas personas...

Me siento muy nervioso por alguna razón, las chicas me miran fijamente y murmuran entre ellas.

¿Tan mal arreglado estoy?

Pero, no es algo con lo que preocuparme, vine con cuyo objetivo era ser guardián de la princesa en las sombras.

¿La reina también?

Mm, ¡no me acuerdo del todo pero que va!

¿No me costara nada en protegerla a ella también, cierto?

No enserio, la universidad es demasiada grande, ¡¿es un maldito castillo de cenicienta o qué?! Solo en la entrada hay una gran fuente y las estatuas están adornadas de oro puro, las flores son hermosas, la estructura es elegante, Los pilares de color blanco puro, a la vista tiene un sistema de transporte vertical.... ¡¿Estoy en Disneyland o en un juego?!

¿Mm? Hay mucha gente dirigiéndose a esa dirección, ¿tendré que ir ah—?

-¡Disculpe! ¡Disculpe! ¡Disculpe! ¡Disculpe! ¡Disculpe!

-Ay, ay, ay, duele....

Una chica me interrumpe tropezando conmigo, caí encima de ella.

No podía ver su rostro por que entro suciedad en mis ojos.

Abrí mis ojos lentamente.

Poco a poco, mi visión borrosa iba desapareciendo, su uniforme era muy distinto a los otros.

Lo primero que veo es que, mis dos manos están sobre el suelo, rozando mis rodillas en su entre pierna, y por ultimo nuestras caras están muy cercas de la otra.

Deleitándome con su rostro avergonzado—–.

-¿Eh— ?

-¿—Eh?

La persona que tenía delante de mío.

Era aquella chica que traiciono a su mejor amigo.

Aquella chica cuya historia no se menciona en el juego.

La principal causa de mi Death Flag.

Esa misma chica en la que yo estaba encima de ella eróticamente...

¡¿La protagonista?!

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Comments

Cavague

Cavague

soy yo o este prota suena como todo un manipulador

2024-01-22

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