Encuentro

Es fin de semana y aprovecho que no hay clases para hacer las compras en el super. Mi abuela me llama siempre para ver si me estoy alimentando adecuadamente. He incluso por video llamada me pide ver mi refrigerador, así que como vio que no tenia frutas y verduras. Me dijo que las vaya a comprar.

Me amenazó con venir si no lo hacia, así que para que esto no suceda hoy compro todo lo necesito.

En el área de las frutas estaba una abuela, un poco mal vestida, que no podía leer los precios. Me acerque a ella para ayudarla, ya que me hace acordar a la mía, cuando olvida sus anteojos.

Ella me agradece y yo continuo con mis compras. Cuando ya tengo todo me dirijo a la caja.

Al llegar escucho un montón de señoras retando a la anciana, pues esta se había olvidado su billetera y estaba buscando plata en su bolso.

Las personas en vez de ser empáticas y educadas apresuraban a la pobre anciana.

Así que ante tal situación me acerque hasta donde estaba y le pague las frutas que llevaba. También pase lo mío.

La gente inmediatamente me quería gritar porque me había colado. Les dije que era mi abuela, que la encontré por casualidad aquí.

Se que es malo mentir pero lo creí necesario, ahora las viejas murmuraban que era una nieta poco filial, porque dejaba salir sola a una anciana y seguro que la tenía abandonada.

Como se nota que hay gente que no tiene nada que hacer, que solo criticar la vida de los demás.

Salí del super con la anciana y la acompañe a tomar un taxi, le di algo de dinero para que lo pagará.

Ella me dijo que me devolvería el favor. Le dije que no importaba, además no se cuando la vería de vuelta pues la ciudad es muy grande.

Algo que aprendí es ayudar al necesitado y al débil, eso lo aprendí de mis padres ellos siempre ayudaban a varias ONG de niños huérfanos o mujeres víctimas de violencia.

Así que verdaderamente ayude a la anciana de manera desinteresada, es decir no espero nada a cambio.

Pero lo que me llamó un poco la atención que me preguntó mi nombre y apellido. Creo que esta firmemente decidida en devolverme el favor.

Por Celine

Hoy como siempre salí en busca de una esposa para mi nieto, ya he ido a muchos lugares shopinnes, cafeterías, restaurantes. Pero no he encontrado a una muchacha amable, educada y desinteresada. Que me ayude si estoy en problemas.

Así que hoy voy rumbo a un supermercado que esta cerca de las universidades, seguro que ahí abra muchas jovencitas. Me puse una ropa modesta, sencilla, puesto que en principio cuando salía arreglada, las jovencitas se me acercaban con otras intenciones es decir obtener algo a cambio.

Voy a la zona de verduleria, miro las frutas finjo ceguera para que alguien me diga los precios, pero todas a las que les he preguntado me han ignorado.

Cuando me había rendido, una hermosa joven pelirroja de ojos verdes. Me ayuda y se retira, de manera disimulada la sigo a lo lejos cuando veo que ya esta por venir a la caja, me adelanto.

Nuevamente continuo con mi actuación,

hago que me olvide la billetera y voy buscando dinero en mi bolso. No creí que las mujeres podían ser tan intolerantes, las viejas me apresuraban, si supieran quien soy las haría pedir perdón,estoy segura que tratarían de adularme.

Cuando las cosas se pusieron a no poder más, vino mi salvadora, pago mis compras y las suyas. las personas la querían sacar de la caja porque se había colado.

Pero ella firmemente les dijo que era mi nieta no se porque, cuando lo dijo me invadió un orgullo. Aunque sea una mentira me puso contenta por un momento.

La muchacha es tan gentil que incluso me pagó el taxi, le pedí su nombre y apellido para devolver su amabilidad. Además ya lo decidí ella será la esposa de mi nieto.

Con sus datos podre, investigar sus antecedentes, solo espero que se más o menos para que mi esposo lo apruebe.

Pero por mi, ella es la mujer perfecta para mi familia. No puedo permitir que cualquier muchacha ingresa a nuestra familia. Por ahora no necesitamos ningún socio comercial así que no debemos casar a mi nieto con cualquier empresa oportunista.

Hay un dicho que dice que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Es algo muy cierto siempre he acompañado a mi esposo en sus negocios. Hemos pasado luchas y procesos difíciles, pero juntos los hemos superado y el imperio que hoy día es nuestra empresa lo construimos juntos.

Por eso es tan importante que una buena mujer se case con mi nieto para apoyarlo en todo.

Creo que esta muchacha Amira es perfecta.

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