Capítulo 5

Emily entró a su casa sin decir nada a Lina y Charlie, corrió hasta su habitación y se encerró. Se recostó en la cama y sacó su móvil para mandarle un mensaje a Daria diciendo que la disculpara de que se haya ido tan temprano, le dijo que sucedió un imprevisto y que el próximo fin de semana la invitaba ella. Luego se quitó la ropa para ir a darse un baño y relajarse pero antes de entrar su móvil estaba sonando, la llamaba un número desconocido y decidió atender

- ¿Sí, diga?

- Hola, ¿Hablo con la señorita Emily Roy?

- Sí

- Tengo sus pertenencias. Después de que chocara conmigo se le cayó su cartera. ¿Puede venir a recogerlo? -preguntó mientras caminaba de un lado a otro por su habitación-

- ¡Dios mío! No me di cuenta. -respondió sorprendida- Por supuesto, me cambio y salgo para allá.

- Muy bien.

Le dió la dirección y ella la anotó en un papel, luego colgó. Salió corriendo para bañarse y cambiarse. Se vistió rápidamente y salió de su casa para tomar un taxi. Minutos después llegó al hotel, entró y preguntó por la habitación del chico y pidió el ascensor que se estaba demorando un poco así que decidió subir por las escaleras. Al llegar a la puerta de la habitación se tomó un momento para respirar y cuando estaba lista tocó y abrieron la puerta

- Hola, yo soy Emily Roy -dijo con la respiración agitada-

- Mucho gusto, soy Louis Jones. Pase por favor.

- ¡No! Vengo por mis cosas y ya, muchas gracias.

- De acuerdo. -fue a buscar la cartera a su mesa- Aquí está.

Al momento de tomar su cartera sus manos se tocaron y ambos se miraron al mismo tiempo. Emily se sonrojó ligeramente y bajó la cabeza para agradecerle. Él notó que estaba nerviosa así que sonrió un poco. Cuando ella estaba a punto de irse William salió por la puerta

- ¿Quién es ésta bella señorita? -la miró con una sonrisa de par a par- Y tú, ¿Por qué no la has invitado a pasar? Que mal educado -le alzó un poco la voz y le volteó la mirada-

- Muchas gracias señor pero ya debo irme. -dijo Emily- Es un poco tarde y...

- No te preocupes, le diré al chofer que te lleve. Pasa, pasa -rió un poco-

- Papá ¿Qué haces? Solo vino por sus cosas y ya se iba.

- Cállate. No seas tonto, es muy linda -lo miró sonriendo- Invítala a salir.

Antes de que pudiera decir algo, William lo empujó y cerró la puerta.

- Disculpa a mi padre. No suele comportarse de esa manera -bajó la cabeza apenado- ¿Gustas un té?

- Sí, gracias y no se preocupe.

- Entonces... ¿Estudia o trabaja? -preguntó sirviendo el té-

- Me gradué hace unos meses.

- Me tomé el atrevimiento de revisar sus cosas, ví que estudió para se diseñadora de interiores.

- Sí, pero en estos momentos trabajo en un restaurante. -dijo mirando hacia abajo-

- Ya veo.

- Muchas gracias por el té, me tengo que ir ahora. Mis abuelos me esperan.

- Bien, la acompaño abajo. Mi abuelo pidió un auto para usted. Se levantaron y salieron juntos de la habitación. Salieron del ascensor para finalmente salir del hotel y despedirse. Ella subió al auto y se dirigió a su casa. Cuando llegó, sus abuelos notaron que se bajó de un auto muy elegante por lo que decidieron hacerle muchas preguntas al respecto.

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