capítulo 5- el siguiente

- Rika trato de ahogar a Maxine en el charco de lodo, solo porque le gano durante el entrenamiento, no era la primera vez que Rika la maltrataba, es normal que Maxine reaccionará con tanta violencia al haberse guardado tanto rencor.

Vasile explica ante todas las concubinas que estaban presentes, incluyendo la Duquesa, Annie ya se había acercado a Maxine y la cubría con una sábana, mientras que la madre de Rika lloraba por su hija; al terminar la explicación se puso de pié.

- eso es mentira, mi hija jamás haría algo así a la hija de la Duquesa.

- pero lo hizo, todos mis hermanos saben que Maxine era víctima de Rika y Rina.

Con lo que Vasile decía, todo tenía sentido, aunque era extraño que él hablará en nombre de una de sus hermanas. La Duquesa ordeno llevarse el cuerpo a la área de residencia de la concubina, mientras que a Annie le dijo que se lleve Maxine, por supuesto la concubina no estaba bien sin que Maxine fuese castigada, pero la Duquesa hizo que se la lleven y la encierren en su habitación hasta que el funeral de Rika este listo, por el momento le pide a Vasile seguirla, deben informarle al Duque sobre los sucedido.

En la habitación, Annie ayuda a Maxine a quitarse la ropa sucia y le hace meterse al baño, el lodo estaba hasta en su cabello.

- siendo sincera, Rika merecía lo que le hizo, yo que he sido testigo de sus ataques. La felicito por defenderse mi lady.

Maxine sonríe por las palabras de Annie, al parecer no es raro para ella ver que siendo una niña acabará con su propia media hermana, supone que el trabajar tanto tiempo en la mansión, hace que se acostumbren a ver ese tipo de situaciones.

- ¿no me tienes miedo Annie? Mate a mi hermana y estoy como si nada.

- admito que es extraño, pero no le tengo miedo. Usted actuó en defensa propia.

Dos días después se llevó a cabo el funeral de Rika, su madre no dejaba de llorar sobre el ataud de su hija, estaba destrozada por la pérdida de su hija, las demás concubinas parecían compadecerse de ella, pero en realidad solo era mera formalidad estar ahí, no les importaba esa niña, lo único importante era mantener vivos los suyos y ya saben a quien no deben acercarse. En un instante todo quedo en silencio, cuando por la puerta del templo, entro la Duquesa con un ramo de flores, pero no iba sola, Maxine iba con ella y en su mano llevaba una rosa blanca, la concubina de inmediato se puso furiosa por su presencia.

- no quiero a esa asesina cerca de mi hija.

- no lo hice a propósito madam...no se que me paso...yo tenia miedo de lo que Rika me hacía...mi rostro en el lodo sin poder respirar.

Maxine se talla los ojos mientras solloza, todos se miran entre sí, mientras que la concubina tiene que contenerse para no golpearla.

- suficiente, fue un desafortunado incidente, eso hará que aprendan a respetarse. No olviden que Maxine será en un futuro la reina.

Nadie reprocha nada, solo miran hacía otro lado, ante la Duquesa nadie puede ir en contra. Maxine dejo su rosa sobre el ataud y se retiro. Justo cuando la Duquesa hacía lo mismo, la concubina le detuvo.

- e-el Duque...mi señor ¿no vendrá?

- ¿acaso crees que le importa venir? Ya debes saber como es y cuida a la hija que te queda o ya no serás de utilidad para él.

La Duquesa siguió su camino mientras que la concubina solo se deja caer de rodillas y llora, un llanto desesperado que resuena en todo el templo.

- no me equivoque al elegirla a ella, tiene el instinto necesario.

El Duque estaba tras su escritorio en compañía de Vasile, pues le ha contado la verdad de lo que sucedió con Rika.

- cumplirá bien con su trabajo en un futuro.

- si, prepárate bien Vasile, que serás su apoyó dentro de ese palacio.

- por supuesto padre.

Vasile se retira de la oficina, pero al salir, solo frunce los labios, en realidad poco le importa lo que su padre planee, lo importante es que su madre siga viva y para eso, debe mostrar fortaleza dentro de la mansión, pues si es de los hijos más talentosos, nadie se atrevería a hacerle daño a su madre. Al salir de la área residencial del Duque, vio a Maxine parada en el jardín, quien enseguida lo noto y camina hacía él haciendo una leve reverencia.

- te debo una, hermano Vasile.

Maxine le sonríe y Vasile inclina la cabeza. Es bueno que ella le deba algo, pues podría necesitar su ayuda algún día. Los días continuaron normalmente, Rina ya no se acercaba a Maxine y quienes solían molestarla, también mantenían distancia, pero profesor de matemáticas, Hector, aún no estaba dispuesto a rendirse ante la idea de ser quien tenga la primera vez de Maxine, ella sin duda será suya.

- parece que tus asquerosos deseos siguen en tí...

Maxine no es tonta, puede notar esas miradas lascivas que el Hector que tiene hacía ella.

- seguirán en mi hasta el día que seas mía.

Maxine no puede evitar reír, una risa que a cualquiera le causaría escalofríos.

- que positivo eres, veamos si puedes lograrlo.

Maxine se puso de pié, ya no quiere seguir con sus clases, no soporta esas miradas tan sucias de Hector, es mejor darle fin de una vez y ya sabe como lo hará.

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